La reconciliación entre Eugenia Martínez de Irujo y su hermano Cayetano Martínez de Irujo es un testimonio del poder de los lazos familiares, incluso en los momentos más difíciles. Tras meses de tensiones y declaraciones cruzadas que parecían haber fracturado su relación de forma definitiva, los hermanos han enterrado el hacha de guerra y han decidido dar la bienvenida a este 2025 juntos. Esta reconciliación fue inmortalizada en una serie de fotografías compartidas por el propio duque de Arjona, donde se les ve tanto solos y muy cómplices como rodeados de más de 21 personas de su círculo más cercano, entre las que destaca la presencia de Cayetana Rivera, acompañada de su novio Manuel Vega, y Bárbara Mirjan, pareja de Cayetano, dejando claro así que los problemas del pasado, son eso, cosa del pasado.
Este inesperado reencuentro es particularmente significativo, dado los enfrentamientos y rencillas familiares que han aflorado durante los últimos meses. Las diferencias entre Eugenia y Cayetano cobraron protagonismo cuando este último acusó públicamente a su hermana de haberse alejado tras la muerte de su madre, la inolvidable duquesa de Alba. "Desde que murió mi madre, se ha unido a otros hermanos y ha prescindido de mí", declaró en su momento Cayetano, quien también expresó su descontento por asuntos financieros relacionados con la familia. El punto más álgido se produjo al revelarse que Cayetano había solicitado un préstamo millonario respaldado por una sociedad compartida con sus hermanos, lo que generó tensiones insostenibles.
En respuesta, Eugenia no dudó en manifestar su versión de los hechos, señalando que había intentado facilitar las gestiones y desmintiendo las acusaciones de su hermano. Estas declaraciones parecieron marcar un punto de no retorno en su relación, con ambos exponiendo sus diferencias de manera pública. No obstante, el paso del tiempo y el cariño que se procesan entre los dos hermanos han hecho que ambos acaben acercando posturas.
Una de las pruebas más visibles de la distancia entre ellos fue la misa conmemorativa organizada en noviembre pasado en Sevilla, con motivo del décimo aniversario del fallecimiento de su madre. Mientras Cayetano ha sido un asistente habitual a esta ceremonia anual, Eugenia optó por no acudir, reafirmando que recuerda a su madre de una forma personal y no necesita ningún tipo de acto para mantener viva su memoria. "Llevo a mi madre en el corazón todos los días, no necesito ir a misa para recordarla", declaró con contundencia, pidiendo respeto hacia su forma de procesar el duelo.
Sin embargo, la Nochevieja de 2024 marca un nuevo capítulo en esta historia. La reunión familiar en un ambiente festivo y cálido demuestra que, a pesar de las diferencias, el amor fraternal sigue siendo más fuerte que los conflictos. De hecho, recientemente, Eugenia, con motivo de la presentación de un proyecto en colaboración con el diseñador Lorenzo Caprile, reiteró su afecto por sus hermanos y su esperanza de que las cosas con Cayetano mejoraran definitivamente. Por su parte, Cayetano, acompañado de su pareja Bárbara Mirjan, también dio muestras de estar dispuesto a dejar atrás el pasado. "Mi madre estaría feliz de vernos juntos", comentó en alguna ocasión, evidenciando lo poco que gustaría a la Duquesa ver a sus hijos enfrentados.
Y, ya sea en honor a su madre o por la necesidad de reconciliación personal, lo cierto es que ambos han optado por dejar atrás las diferencias y enterrar en el 2024 los conflictos que los habían separado.