Kiko Rivera ha arrancado el 2025 con una carta muy personal y sincera sobre cómo ha evolucionado a lo largo de sus 40 años de vida. Un texto escrito con el corazón en la mano y acompañado de un emotivo carrusel de fotografías -muchas de ellas inéditas-, donde el DJ no se deja casi nada en el tintero a la hora de contar todas las claves que le han marcado desde niño hasta la actualidad.
Eso sí, en este profundo balance y reflexión que hace, hay una gran ausente a la que el intérprete de El mambo y Así soy yo no se refiere en ningún momento: su madre Isabel Pantoja, con la que tiene nulo contacto desde ya hace bastante tiempo. De la misma manera, tampoco menciona a su hermana Isa, a quien sigue enfrentado públicamente -salvo en contadas ocasiones- y cuya relación a día de hoy es igualmente inexistente.
La infancia marcada por la ausencia de su padre, Paquirri
"Hubo una vez una persona que después de mucho tiempo decidió cambiar", comienza diciendo Kiko en la misiva que compartía en su perfil público este 1 de enero. "La niñez fue tremendamente guapa, así debería de ser la de todos los niños del mundo, aunque con una ausencia muy grande desde muy pequeño", dice en alusión a su padre, Paquirri, quien murió trágicamente un 26 de septiembre de 1984 tras ser corneado en la plaza de toros de Pozoblanco, Córdoba.
La juventud, la libertad, el dinero y su bajada a los infiernos
"Llegó la adolescencia y con ella la mayoría de edad. Qué gran cambio. Podía hacer lo que quisiera, salir y entrar a mi antojo, hasta incluso me independicé con 18 años", cuenta sobre etapa de juventud donde se fue a vivir solo y tenía libertad absoluta para hacer y deshacer. "Fue ahí donde empecé a ganar dinero y entrar en malas costumbres que casi acaban con mi vida, además de arruinarme económicamente", señala a continuación sobre la fructífera situación económica que le acompañaba y su posterior bajada a los infiernos por el consumo de sustancias.
La llegada de su primer hijo, para lo que no estaba preparado
"Casi cumplidos los 28 años, inmerso todavía en la mala vida pero habiendo recuperado parte de mi ruina, llegó mi primer hijo. Fue una noticia feliz, claro que sí, pero aún no estaba preparado para algo tan sumamente importante", recuerda sobre el nacimiento de Francisco, su primogénito, quien vino al mundo un 6 de noviembre de 2012 fruto de su relación con la modelo sevillana Jessica Bueno.
La aparición de su alma gemela, Irene Rosales
Explica el exconcursante de realities que "la mala vida continuaba y volví a arruinarme una vez más. Fue ahí donde apareció mi Ángel de la guarda, la verdadera culpable de que yo hoy en día siga vivo, y podrán pasar 1000 años que nunca podré agradecerle todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí: mi mujer, Irene Rosales". Es aquí donde Kiko, tremendamente agradecido a su esposa, pone de relieve todo lo que ella ha significado y significa para él la madre de sus hijas.
El nacimiento de sus dos 'princesas'
"Aunque fuera mi Ángel de la guarda, yo ya había tocado fondo en la mala vida, así que no fueron unos años muy fáciles, digamos. Llegaron así mis dos princesas, ¡otro gran cambio!, y con ellas entendí un poco más lo que significaba ser padre, aunque todavía seguía sin estar 100% preparado", reconoce en alusión a las pequeñas Ana (9 años) y Carlota (6), las otras dos personas -junto a su hijo mayor Fran- que son su razón de ser.
Su cambio definitivo al 'dejar atrás la mala vida'
"Pues bien, hoy en día ese tipo ya no existe. Decidió hace el cambio definitivo y pasar a llevar una vida más saludable y convertirse en mejor padre y marido", afirma Kiko de forma tajante sobre el momento actual por el que atraviesa, después del ictus que sufrió en octubre de 2022. Fue a partir de entonces cuando decidió "dejar atrás la mala vida, el alcohol y las drogas. Tratamiento psicológico tan necesario. Ser más responsable en mi día a día y en mi trabajo", apostilla.
"Con eso llegaron los éxitos personales y laborales y, aunque todavía no he podido recuperar todo lo que malgaste económicamente, he ganado mucho más en calidad de vida", se felicita. "Con esto, y para finalizar mi primer post del año, puedo decir que a lo mejor no soy una persona que le pueda enseñar a mis hijos qué camino deben elegir en sus vidas, pero lo que sí sé es cual no deben de escoger", asegura.
La emotiva respuesta de Irene Rosales
"Feliz año 2025 de este nuevo Kiko que vais a ir conociendo poco a poco. Porque vosotros todavía no le conocéis y me apetece que nos conozcamos. Nunca dejes de creer en ti", finaliza el DJ con gran sentimiento. Tras esta carta cargada de emoción, Irene Rosales le ha respondido con unas entrañables palabras, donde le dice que "de eso trata la aventura de la vida, de vivir con errores y aciertos, de caer y levantar, de querer y sentir, de saborear, reír y llorar".
Prosigue la esposa de Kiko Rivera que "nunca es tarde para saber buscar la mejor versión de uno en todos los sentidos, y yo me siento tan orgullosa de ti, que solo pido salud para este año, porque lo demás lo conseguimos en equipo. Te quiero con locura", concluye la modelo de 33 años de la manera más afectuosa y romántica posible.