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Lo que comenzó como algún que otro rumor de tensión entre Blake Lively y Justin Baldoni en el rodaje de «Romper el círculo» ha escalado durante meses hasta convertirse en una guerra sin precedentes. El éxito de la película en taquillas —tenía una legión de fans del libro esperando para "asaltar" las salas de cine— se ha visto empañado por la polémica relación entre sus protagonistas y un final —o principio, según se mire— de escándalo hollywoodiense: denuncia por abuso, requerimientos judiciales, avalancha de críticas, parejas y amigos en medio y decenas de teorías conspiranoicas. Un thriller en toda regla, este en la vida real, que ya es el nuevo y gran escándalo viral tras la dura batalla del divorcio de Johnny Depp y Amber Heard hace dos años, y va camino de llevarse el título de mainstream de la temporada. Hasta que hablen los tribunales, todos los días salen nuevas acusaciones y cada una es peor que la anterior.
"Hay días en los que le ha costado levantarse de la cama y, con frecuencia, elige no aventurarse a salir en público", se lee en la demanda, así como que los hijos de la estrella de 'Gossip Girl' están "traumatizados"
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© GTRESLa demanda que la semana pasada interpuso la actriz contra su compañero de reparto y director de la cinta ante el Departamento de Derechos Civiles de California destapaba la cruda realidad, el porqué de la fractura entre los dos en la grabación y durante toda la campaña promocional (evitaron a toda costa encontrarse en ruedas de prensa, entrevistas y alfombras rojas) y desataba el tsunami informativo. La estrella de Gossip Girl le acusa de "acoso sexual" y revela un sinfín de supuestos comportamientos inapropiados por parte de él, que van desde los comentarios ofensivos hacia ella y otras mujeres del equipo, hablando de su adicción a la pornografía o mostrando vídeos de desnudos, hasta presiones para bajar de peso (recordemos que Blake había dado a luz poco antes a su cuarto hijo) y la rocambolesca situación que se produjo al rodar una escena que ni siquiera estaba en el guion original. Al parecer, Baldoni insistió en que debía filmarse desnuda porque, según él, "es lo normal" durante un parto, llegando a compartir la experiencia de su mujer para justificar su postura. Blake no estaba de acuerdo con las peticiones del director y asegura que se sintió forzada a aceptar aparecer desnuda de cintura para abajo.
"Angustia emocional severa"
Lively también argumenta que Baldoni; el productor, Jamey Health, y su compañía, Wayfarer Studios, orquestaron una campaña de desprestigio para "destruir su reputación" y buscaron para ello la ayuda de la especialista en relaciones públicas Melissa Nathan. Todo esto provocó en ella «una angustia emocional severa» y también ha dañado a su marido, Ryan Reynolds, y los hijos de ambos: James, de diez años; Inez, de ocho; Betty, de cinco, y Olin, nacido en el 2023. "Lo peor de todo, sin embargo, ha sido el impacto en sus hijos pequeños, que han quedado traumatizados". De acuerdo con el documento legal, "hay días en los que le ha costado levantarse de la cama y, con frecuencia, elige no aventurarse a salir en público. Si bien ha luchado por mantener su vida personal y sus intereses comerciales a puerta cerrada, ha sufrido dolor, miedo, trauma y ansiedad extrema. También ha estado experimentando síntomas físicos repetidos y dolorosos como resultado de esta experiencia".
En una declaración a The New York Times, Blake Lively reveló la razón por la que decidió alzar su voz: "Espero que mi acción legal ayude a poner de manifiesto estas siniestras tácticas de represalia para dañar a las personas que denuncian mala conducta y sirva también para proteger a otros que puedan ser atacados".
Se avecina una batalla judicial sin precedentes, después de meses de rumores sobre su mala relación en el set de rodaje y durante la promoción
© GettySu otro compañero
Bryan Freedman, el abogado de Justin Baldoni, ha respondido asegurando que las acusaciones de la actriz son "falsas y escandalosas" y ha asegurado que esto responde a una táctica de Blake para "arreglar la imagen negativa" que tiene ante la opinión pública y que sus dichos y acciones solo tienen como objetivo "herir públicamente" a su cliente. De momento, los bandos comienzan a tomar posiciones. Baldoni ha sido despedido de WME, su agencia de representación, la misma que se ocupa de los asuntos de Blake Lively y Ryan Reynolds, quien, por supuesto, ha cerrado filas en torno a su mujer. También han salido en defensa pública de la actriz sus amigas America Ferrera, Alexis Bledel y Amber Tamblyn, a través de un comunicado, y Brandon Sklenar, el tercer protagonista de Romper el círculo (una historia, por cierto, de abuso y malos tratos), quien publicó un enlace directo a los documentos legales publicados por The New York Times y escribió: "Por el amor de Dios, lee esto". Así mismo, etiquetó la cuenta de Instagram de Blake y añadió un emoticono de un corazón de color rojo. Hasta aquí el primer capítulo del nuevo escándalo que remueve los cimientos de Hollywood. To be continued…
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