Blanca Romero es una mujer que lleva toda una vida superándose. Después de que le propusieran desfilar en una tienda de su Gijón natal, con 14 años, no solo consiguió labrarse una carrera como modelo, sino que consiguió desfilar en París antes de cumplir los 20. Lo mismo le pasó cuando Blanca empezó a desarrollar su faceta de actriz: de estrenarse en 2008 en Física o Química —la serie que catapultó a actores como Úrsula Corberó o Maxi Iglesias—, a ser nominada a los Goya un año después, por su papel en After. Igual ocurre en su vida personal, porque la asturiana ha sacado adelante a sus dos hijos ella sola: Lucía Rivera, que ha seguido sus pasos como modelo, y Martín, que ya tiene doce años.
Ahora, Blanca termina el 2024 con otros dos grandes retos: dando las campanadas en Telecinco, junto a Ion Aramendi, y habiendo grabado el programa de cocina New Level Chef, que se estrena en enero y que es su debut como presentadora. La actriz y modelo nos habla de estos nuevos desafíos profesionales, pero también del momento en que se encuentra a sus 48 años y por qué tiene claro que no quiere una pareja a su lado. Al menos, por ahora.
—¿Alguna vez te imaginaste dando las campanadas?
—Sí. Ya me lo propusieron, hace unos años.
—¿Y esta vez no te lo pensaste, o te costó decir que 'sí'?
—Pues, en un principio, estaba bastante reacia porque soy muy friolera y no me apetecía pasar frío. No me da la gana seguir pasando frío ya, a casi mis cincuenta años. Pero, cuando me dijeron que sería en Lanzarote, no pude ser más feliz y dije 'sí' sin dudarlo, claro.
—En las campanadas, te acompañará Ion Aramendi. ¿Qué puedes decirnos de él?
—Ion es un tío supercarismático, con mucho sentido del humor, rápido y un gran profesional. Me cae muy bien.
—De la capa de Ramón García a los vestidos de Cristina Pedroche. ¿Cómo irás esa noche? ¿Habrá alguna sorpresa?
—Tenía muchas opciones y, al final, lo hemos decidido una semana antes. El diseñador es Mario Salafranca, que me ha confeccionado un vestido espectacular.
'Mi única superstición'
—Algunos presentadores se equivocaron con los cuartos. Por ejemplo, no nos olvidamos de Marisa Naranjo o Irma Soriano. ¿Qué temes tú esa noche?
—Me da muchísima tranquilidad y pongo toda mi confianza en Ion, mi compañero, que seguro que lo hará perfecto.
—Por cierto, no sé si eres supersticiosa. ¿Sigues algún ritual o sueles hacer algo para despedir o empezar el año?
—Mi única superstición es comerme todas las uvas. A la sexta campanada, ya las comí todas (ríe). También, en Año Nuevo, me gusta bañarme en el mar. Es lo primero que hago al levantarme, para que se lleve todo lo viejo. Este año, estando en Lanzarote, sin duda, será mucho más agradable que bañarme en el Cantábrico (ríe).
—¿Tienes pensado llevarte a tu familia a Lanzarote contigo?
—Sí, mis hijos me acompañarán esa noche. Y será una de las más especiales de mi vida, sin duda. Dar las campanadas es un «planazo», es muy emocionante.
—¿Cómo has pasado esta pasada Nochebuena y el resto de las fiestas?
—En Asturias, en casa de mis padres. Después, mis hijos y yo volamos a Lanzarote, a dar las campanadas y a descansar.
—¿Te gustan las Navidades? ¿Las celebras de alguna forma particular, o sigues alguna tradición curiosa?
—Cada año me gustan más las Navidades. Suelo pasar un año en Asturias y otro al sol y lejos, como en el Caribe: México, Punta Cana…
—¿Recuerdas algunas con especial cariño?
—Todas las Navidades son especiales. Sobre todo, cuando los niños son pequeños.
—A punto de estrenar Next Level Chef y habiendo participado en otro concurso de cocina, ¿te has encargado tú de los menús navideños?
—Este año, mi madre se ha encargado del menú. Cocina increíble y siempre es un gusto comer la comida de la mamá.
—¿Alguno de tus hijos se suele meter contigo entre fogones?
—A Martín le encanta ayudarme en la cocina e inventar recetas. Tiene mucha mano para la cocina. Y 'Luci' es una gran comensal. Le encanta probar lo que le hago y la verdad es que es muy agradecida.
—¿Qué valoración haces a este año que termina?
—Sin duda, ha sido un año de una buena recolecta y no puede terminar mejor. Solo puedo estar agradecida a este año que se va.
—¿Qué dirías que ha sido lo mejor del 2024?
—Lo mejor ha sido Next Level Chef —acaba de terminar las grabaciones del concurso—, donde conocí gente maravillosa y disfruté muchísimo. Un extra añadido que las grabaciones hayan sido en Irlanda, en Dublín, porque me encanta viajar.
—¿Qué les pides a los Reyes Magos?
—Salud a raudales para todos. También sería un sueño escuchar mi vals en la gran pantalla. Compuse uno y lo he tocado por primera vez, a seis manos, el 22 de diciembre, en el Concierto de Navidad del Conservatorio -interpretado en el Teatro de Riera, de la localidad asturiana de Riera-. Es un vals maravilloso, una sinfonía brutal.
—¿Y algún propósito personal que te fijes para el 2025?
—Aparte de estudiar y aprender a solfear, que mi vals cruce el océano y lo pueda escuchar en la gran pantalla, en una superproducción americana, como en una banda sonora, que es a lo que me quiero dedicar de mayor.
Ni hablar de amor
—¿Cómo te encuentras en este momento de la vida?
—Ahora mismo, estoy en un momento de mucha calma, muy al día con todo y una vida superordenada en el monte -vive en Asturias-. Alejada del ruido, algo que tanto me gusta.
—Hace mucho que no te conocemos pareja. De hecho, en 2021, dijiste que llevabas muchos años soltera. ¿No has encontrado a nadie desde entonces?
—No. No tengo pareja ni la quiero todavía. Hasta que mi hijo pequeño sea independiente. No me apetece compartir tiempo con nadie más que mis hijos y mi trabajo.
—Vamos, que no tienes ganas de enamorarte.
—No me apetece nada enamorarme. Me parece algo obsoleto y pasado de moda. Cuando voy a conciertos románticos, en los que su lema es el amor y desamor, me siento única entre tanta multitud. Como un pato negro.
—Ya nos dijiste, la última vez que te entrevistamos, que cada vez eres más exigente. ¿Qué tiene que tener esa persona para que te fijes en ella, o qué valoras más en este momento de tu vida?
—No sé qué tiene que tener, porque siempre termino cansándome. Soy un alma libre. Parándome a pensar en ello… ya que me lo preguntas, podría tener un gran barco, un avión privado, una isla y varios áticos alrededor del mundo. Estar bien dotado y tener un gran talento artístico (ríe).
Una madre que escucha
—Ahora que hablas de tus hijos y que son más mayores, ¿de qué disfrutas más como madre?
—Que mis hijos me aconsejen con la ropa… Poder pedirles opinión para casi todo. Me fío plenamente del instinto y criterio de mis hijos. También de tener tiempo para hacer deporte, algo que me gusta desde niña.
—¿Cómo ves a tu hija, Lucía, en estos momentos?
—Acabamos de trabajar las dos en París y lo pasamos pipa. Somos como hermanas y nos encanta trabajar juntas. Pero mis dos hijos son igual de importantes para mí, que parece que solo tengo una.
—Tuviste a tu hija con 21 años. ¿Cómo reaccionarías si ahora te dijera ella que vas a ser abuela?
—Me encanta la idea de ser abuela, no me importaría serlo joven.
—Hablemos de trabajo. ¿Qué proyectos tienes a la vista?
—Este año empiezo una serie, en la que soy protagonista. Me apasiona el guion y el personaje va a ser muy querido, porque es muy bonito.
—Como actriz, ha sido muy aplaudido tu trabajo en la película La Abadesa, que estrenaste hace unos meses. ¿Qué destacas de este papel de monja, con el que has podido mostrar tu vena más dramática?
—Doy vida a Eloísa, un personaje que nace de la imaginación de Antonio Chavarrías. Tiene unas frases tan hermosas de decir, que podría repetirlas una y mil veces y sería imposible decirlas mal. Es un regalo que me hizo Antonio, al que adoro.
—Háblanos también de Next Level Chef, que se estrena en enero y es una de las grandes apuestas de Mediaset para arrancar el 2025.
—Es un cambio de registro que me llega a una edad perfecta. Me encanta comunicar y moderar un programa. Es donde más tú puedes ser.
—Aunque ya habías participado en otro concurso de cocina, donde quedaste a las puertas de la final, en este nuevo programa debutas como presentadora. ¿Cómo has afrontado este reto profesional?
—Me siento muy agradecida y afortunada de tener un debut de ese nivel y volver por la puerta grande a la televisión. Solo puedo decir gracias, gracias y más gracias a todos los que lo hicieron posible.