Ya ha comenzado la cuenta atrás para Cristina Pedroche. Un año más, la presentadora volverá a dar las campanadas, y, de nuevo, la expectación es máxima. La primera vez fue en 2014 y mucho ha pasado en esta década en la que ha acompañado a miles de españoles en la última noche de cada año. Lo que comenzó sin saber muy bien cómo sería, se ha convertido en toda una tradición, y muchos aguardan, con impaciencia, que desvele su secreto mejor guardado: su vestido.
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En su nueva entrevista en ¡HOLA!, a apenas unos días de la gran cita, nos cuenta que "todavía estamos dándole una vueltecita. La idea está, por supuesto; todas las personas que están cosiendo ya están en ello, pero hasta que no lo vea en mí y sienta que es exactamente como me lo había imaginado, no me quedo tranquila". "Esta vez no se lo he enseñado a nadie, ni a mi madre, ni a Dabiz. No saben ni de lo que va. De hecho, me gustaría grabar sus reacciones porque van a flipar", nos explica Cristina, quien ha vuelto a confiar en su querido amigo Josie esta importante 'misión'.
Lo que sí nos adelanta es que este será el 'año más Pedroche', y nos asegura que esta será totalmente diferente a las anteriores Nocheviejas. "Va a haber mucha vida. Además, estamos en un sitio nuevo, en el que puedo explayarme más en cuanto a las alturas, en cuanto a todo. Tengo más espacio para moverme y para hacer lo que quiera. Cuando creas que ha acabado la primera sorpresa, hay más... Va a ser un no parar. Quiero dar las campanadas como si fuera la última vez, porque como nunca se sabe…".
Además de este inesperado cambio, para Cristina, estas campanadas cobran todavía más significado porque, según nos explica, el año pasado sentía que "no estaba en mi mejor momento personal, emocional y psicológico. Estaba pasando un posparto malo y ahora entiendo muchas de las decisiones que tomé, que no me llevaron al sitio que me van a llevar esta vez. Siento que el año pasado me quedé un poco a medio gas". Tras anunciar, hace tan sólo unos días, que el próximo 2025 celebrará su boda religiosa con Dabiz, retoma, una vez más, el reto, y lo hace con todas las ganas... aunque, como es lógico, con algo de nervios, porque, nos dice, "tranquila nunca estoy".