Su vida transcurre en constante movimiento, de un entrenamiento a otro, a citas con pacientes o un evento... pero cuando Crys Dyaz llega a su casa, el mundo se para y disfruta al máximo de cada instante al lado de los hombres de vida. Ella es una de las entrenadoras y fisioterapeutas más conocidas, arrasa en redes sociales y en sus métodos y su manera de entender el deporte y la vida sana confían muchas personas, entre ellas muchos rostros conocidos, desde actrices como Blanca Suárez o Sara Sálamo hasta presentadoras como Lara Álvarez e influencers como María Pombo o Laura Escanes.
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Su compañero en esta aventura, que además es su compañero de vida, es el entrenador personal Rodrigo Carretero y -aunque parezca misión imposible- compatibilizan a la perfección trabajo y amor. El pasado mes de octubre dieron juntos la bienvenida a su tercer hijo, Martín, que se ha convertido en el mejor regalo para sus hermanos mayores, Nacho, de siete años, y Nico, de cuatro. De su nueva etapa como madre de familia numerosa, sus nuevos retos, sus comienzos y su historia de amor hemos podido hablar con esta apasionada del deporte, que comenzó siendo niña en la natación, llegó a formar parte de la selección nacional y ahora, empieza a crear un imperio con Cryz Dyaz & co.
—Primera Navidad siendo tres, ¿cómo estás llevando ser familia numerosa?
—La verdad es que era algo que no tenía previsto inicialmente. Siempre decía que me iba a quedar con dos, pero está siendo una frescura familiar y estamos felices con la llegada de Martín. Los niños están encantados, ejerciendo de hermano mayor y mediano, con una madurez que me está sorprendiendo. Y para mí está siendo un renacimiento personal. Estoy viendo esta maternidad desde la calma, disfrutándola muchísimo y con una conciliación muy buena a nivel profesional y esto me está dando mucha tranquilidad, el tener un buen equipo en el que delegar estos primeros meses.
—Es que tú no has parado, entrenaste hasta el final y has vuelto enseguida
—No he parado, porque al final es lo que me genera bienestar. Literalmente, hice mi último entrenamiento como 12 horas antes de dar a luz. Luego me he podido reincorporar porque he estado muy bien cuidada por nuestra unidad, Salud Fem, que es especialista en embarazo y posparto. Además, tuve un parto maravilloso, me encontré super bien, sin dolor y con una funcionalidad estupenda.
—Vamos a comenzar por el principio de esta familia numerosa, ¿cómo conociste a Rodrigo?
—Nos conocimos en la boda de uno de nuestros mejores amigos y empezamos a hablar porque él veranea desde los ocho años a cinco kilómetros de mi lugar preferido, que es la playa de Razo, en Coruña, y conectamos desde el principio. Además, él trabajaba en Las Rozas y yo vivía allí y desde el minuto uno encontramos el equilibrio, completamos ese puzle, lo que sientes cuando encuentras a alguien que te da lo que necesitas. Él me aporta la calma que necesitaba y yo a él, energía. Creo que nos compatibilizamos muy bien.
—Por si fuera poco, trabajáis juntos. Eso es el más difícil todavía. ¿Dónde está el truco?
—Mucha gente nos pregunta por esto -ríe-, pero yo creo que la clave es, primero que somos muy diferentes y tenemos papeles dentro de la empresa muy diferenciados -él está en la parte más de gestión-, y prácticamente en el trabajo no nos vemos. Luego, intentando apoyarnos y tomar decisiones en conjunto, sabiendo que cometeremos errores, y respetando la forma de ser y los tiempos de cada uno. Hay cenas en las que decimos: hoy es cena de trabajo y prohibimos hablar de los niños, y hay momentos donde decimos que hoy nos vamos a cenar en pareja e intentamos no hablar ni de trabajo ni de otras cosas que no sean él y yo. Seguir mirándonos a los ojos, es lo importante.
-Es que para vosotros desconectar no debe ser fácil
-Hay gente que nos dice: ¿cómo consigues sacar un tema de conversación? Porque claro, lo normal es preguntar ¿cómo te ha ido en el trabajo? Pero la verdad es que lo que intentamos, yo con mi mentalidad de exdeportista de élite calculadora y organizada, cuando digo off de trabajo, es off e intento no pasar esos límites que para mí son importantes para nuestra relación siga funcionando y para que lo laboral no invada lo personal o viceversa.
-¿Qué os gusta hacer para desconectar? Porque vuestro trabajo es el deporte y eso suele ser una vía de escape muy buena
-Pues desconectamos haciendo deporte, pero para nosotros mismos, o haciendo cosas que nada tienen que ver con el deporte. Nos gusta mucho ir al cine, nos gusta muchísimo viajar… La naturaleza nos gusta, el tiempo en familia, los amigos de toda la vida, un buen vino, que siempre nos dicen: ¿Tú comerás muy sano? Y sí, como sano, pero siempre digo que la escala de grises es fundamental, que al final hay que disfrutar de la vida, que mañana ya veremos.
—Crys, te has ganado el título de entrenadora de los famosos, aunque tienes clientes de todo tipo de perfiles. ¿Cómo empezaste en esto?
—Echando papelitos de buzón en buzón y haciendo muchos domicilios con la camilla para arriba y para abajo.
—Porque tú eres además fisioterapeuta.
—Sí. Dejé el deporte de élite y sabía que me quería dedicar a algo que tuviera que ver con el deporte y la salud, pero desde otro punto de vista. Y empezó a llenarme mucho el poder aportar esa visión global a las personas de a pie que no tenían un objetivo profesional con el deporte, pero sí que querían empezar a incluirlo en su estilo de vida. Es verdad que desde que yo empecé, hace 15 años, ha evolucionado mucho la tendencia, pero en ese momento, rompimos moldes. Empecé a domicilio, luego conocí a mi marido, decidimos alquilar un espacio muy chiquitito de 30 metros cuadrados y empezamos a tener más pacientes y contratamos a nuestro amigo Igor.
—Y a crecer.
—Luego cogimos un espacio más grande, contratamos más gente y decidimos abrir otro centro en La Finca. Luego, por unión con la atleta Ana Peleteiro y el futbolista Lucas Vázquez, que son grandes amigos, abrimos otro en La Coruña. Ahora, de cara al 2025, abriremos otro centro en El Viso, en Madrid. También tenemos una plataforma digital a través de la cual llegamos a muchísima gente de España.
-Tú al final te pasas el día haciendo entrenamientos y tratando pacientes, ¿cómo es un día en tu trabajo?
-Pues soy madrugadora. Yo cuando hacía deporte de élite entrenaba a las 6:15 de la mañana, con lo cual entrenar pronto lo tengo muy metido en mi dinámica o en mis hábitos desde que tenía 16 años. Actualmente entreno muy pronto para quitármelo de encima y no tener excusas o posibilidades de fallar, y porque además es un momento en el que energéticamente me encuentro muy bien. Luego empiezo rutina de niños, llevarlos al cole, un plan familiar. Después, ya me voy con pacientes, con la parte de gestión de Cryz Dyaz & co y a las cuatro y media, cinco de la tarde, desconecto para ir otra vez a por mis hijos y disfrutar de ellos por la tarde. A última hora, cuando se acuestan, es el momento de redes, de la parte de publicidad, etcétera. Hay momentos donde esa parte de pacientes se cambia por otras enfocada a proyectos que tenemos relacionados con la parte de prensa, publicidad o colaboraciones con marca. Aparte, una vez a la semana, voy a algún evento que tenga que ver con mi trabajo. El resto, intento respetar mi tiempo en familia.
-No paras.
Sí, pero me acuesto pronto también. Hago el tiempo muy eficiente. Intento acostarme pronto para así poder levantarme pronto y tener una dinámica muy europea.
-Ahora que el 1 de enero es el día de los nuevos propósitos, ¿qué recomendación le darías a una persona que no ha hecho deporte nunca o que no lo tiene como un hábito en su vida y quiere empezar? Pero que continúe, que no acabe en febrero.
-Primero que se plantee que si quiere hacer deporte es mañana. No es el 1 de enero o el lunes. Es mañana, pero de una manera pausada y tranquila, con objetivos a corto, medio y largo plazo y escritos. Igual que tú escribes o te apuntas en la agenda qué días vas a tener una reunión, intenta apuntarte también qué días vas a ir al gimnasio. Lo segundo, que elijas una actividad que a priori te llame la atención. Si odias correr y tu primera intención es empezar a correr, seguramente vas a fracasar. Y lo tercero y último, que te pongas esos objetivos asumibles, sostenibles y cortoplacistas, que no sea demasiado ambicioso, porque si no, no lo vas a conseguir. Se puede empezar dos días a la semana, con 30 minutos de ejercicio en casa. Y cuando lo hayas cumplido, vas a tres días y después a una hora y poco a poco metiendo más intensidad o más cargas. A partir de ahí, dándole prioridad igual que le das prioridad a que no vas a cambiar una reunión de trabajo o ir a recoger a tus hijos. Y hay que pensar que la sensación después siempre es maravillosa. Nunca te arrepientes de haberlo hecho, con lo cual vence esa pereza inicial, porque te pones y una vez que lo has hecho, la sensación de satisfacción es enorme.
-¿Y unirlo con una dieta?
-No hay que pasar del blanco al negro, intenta irte al gris, intenta ir mejorando pequeños hábitos progresivamente. A lo mejor tengo que mejorar un poquito la cantidad de comida o cambiar algunos hábitos alimenticios o eliminar bebidas que no me están aportando nada y mejorar los hábitos progresivamente. Así, a medio plazo, conseguiremos un cambio real. Hay muchos estudios que demuestran que nunca vas a pasar a conseguir un gran objetivo o cambiar un gran hábito, si lo haces de manera radical. Sobre todo, también que yo intento decir que cuando cambiemos algún hábito de ejercicio, también lo cambiemos de alimentación y también lo cambiemos de descanso. Entonces, la pata de la mesa estará estable y conseguiremos ver resultados antes, porque hay veces que no le damos tanta importancia a la regulación de los niveles de estrés, a esas horas de sueño y esos periodos de descanso, y muchas veces son igual de importantes para conseguir los resultados y para ser eficientes en el tiempo y en tener energía. El cuerpo tiene que descansar para funcionar.
-Para 2025, ¿qué otros sueños tienes? Porque meta que te propones, meta que cumples
-No siempre. Lo que pasa es que los que aparecen en redes son los que cumplo. Hay otros que se han quedado en el camino. Mi objetivo sería seguir creciendo en la plataforma digital y funcionando igual de bien, no solamente en cuanto a cantidad de pacientes y de trabajadores, sino en excelencia y acompañamiento. El seguir ayudando a embarazadas, a personas con cáncer, a personas con lesiones, a toda la gente que se pone en nuestras manos con el objetivo de mejorar su estilo de vida. Y, por supuesto, seguir disfrutando de mi familia.