Eran jóvenes, felices, imán de éxitos y caminaban de la mano con sus dos hijos, Leone y Vittoria. Chiara Ferragni, una de las “influencers” mejor pagadas de todo el planeta –al menos, hasta este 2024–, y el rapero Fedez llevaban seis años de matrimonio (aparentemente) inquebrantable, y sacaban adelante un imperio empresarial que arrastraba muchos ceros. Sin embargo, el pasado 11 de noviembre, tras tensas negociaciones por parte de sus abogados, trascendió que podrían haber llegado a un “acuerdo de separación y, como consecuencia, de divorcio”. Por si aún había quien soñaba con que los protagonistas de la noticia superarían esta grave crisis, la aparición en escena de Giovanni Tronchetti Provera –heredero de Pirelli–, muy cómplice con Chiara Ferragni, ha puesto en entredicho cualquier atisbo de reconciliación. Un beso robado de ambos, medio ocultos bajo los disfraces de Halloween, dio la vuelta al mundo. Con esta imagen, no hubo más remedio que aceptar que Chiara Ferragni y Fedez (los Ferragnez) ya forman parte del pasado.
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REBOBINANDO SU HISTORIA DE AMOR
Empecemos por el final. Por una parte, el porte aristocrático del milanés Tronchetti Provera, de cuarenta y un años, paseando por las vías empedradas de Milán, sin ocultar su “entrañable amistad” con Chiara Ferragni. Por otra, la delicada silueta de ella, después de haber superado una de las temporadas más difíciles de toda su vida, agradeciendo sin palabras la protección de este “soltero de oro” (desde hace un año). Se conocieron porque los hijos de él (tres) y los de ella (dos)comparten colegio. De los holas y adioses a la salida del colegio al beso hubo un paso. Y de ese beso, que no pudo evitar las miradas indiscretas, al acuerdo de divorcio con Fedez, otro paso, para muchos de gigante. Cuando ya no existían más que silencios y rencores entre quienes habían sido la pareja más “cool” de toda Italia, y el hacha de guerra se afilaba un día sí y otro también, trascendió que ya estaban fumando la pipa de la paz al acordar unos mínimos, pero esta teoría de paz y armonía, con claudicaciones y concesiones por ambas partes, terminó desmintiéndola Daniela Missaglia, la abogada de Chiara Ferragni. Así es que ni acuerdo, ni cordialidad, ni luz al final del túnel por el momento. El enredo sigue su curso.
“La guerra de los Ferragnez” tiene todos los elementos de culebrón mayúsculo: no han faltado acusaciones sobre presuntas infidelidades, que se airearon sin demasiados miramientos. En octubre, Taylor Megan, la novia durante una temporada de otro rapero llamado Tony Effe, se paseó por los platós de televisión dando detalles sobre sus escarceos sexuales con Fedez, cuando él y Chiara seguían siendo marido y mujer. Se justificó ante la audiencia con un “no se puede hablar de deslealtad si se trata de una pareja abierta”, aludiendo al tipo de relación que, según ella, tenían Chiara y Fedez. Chiara no tardó en contraatacar este comentario con un irónico “si por ‘pareja abierta’ entendemos que uno engañó y el otro no”.
Después de todos estos rifirrafes, ¿Qué queda ahora de esos locos enamorados que se habían dado el “sí quiero” el 1 de septiembre de 2018, en el Palacio Duzecio? Recuerdos. Tan pronto como Fedez, al regresar de un viaje a Miami, salió del domicilio familiar, en febrero de 2024, las puertas de la reconciliación, hasta entonces entornadas, se cerraron del todo. Por cierto, la casa de la que salió el músico era un fastuoso ático de veintisiete habitaciones, ubicado en un complejo residencial llamado City Life, estrenado por la familia en noviembre de 2023, y propiedad exclusiva de Chiara Ferragni.
LOS MOTIVOS DE UNA CRISIS ÉPICA
A principio de 2023, se habían vislumbrado las primeras señales de crisis. Cuando Fedez besó a Rosa Chemical en el Festival de San Remo, en febrero de 2023, Chiara Ferragni sintió una punzada en su interior: “Me dolió más de lo que podía imaginar –confesó–. Él sabía cuánto me afectaba”. La palabra crisis los acompañaba desde entonces. El propio Fedez se adelantó a desmentir la ruptura a través de sus redes sociales (todo hay que decirlo: su más que respetable cifra de catorce millones de seguidores en Instagram apenas suma la mitad de los de Chiara): “Aunque en este periodo he sido bastante infeliz, me ha hecho comprender muchas cosas, cuánto quiero centrarme en mi salud mental y, sobre todo, cuánto deseo pasar tiempo con mi familia y mi esposa” y bla bla bla. En el interior de su hogar, sabían que entre ellos algo se había roto sin remedio, pero buscaban el momento idóneo para comunicarlo. Y la idoneidad dependía no solo de sus corazones heridos y del de sus hijos, sino también de todos los contratos publicitarios que tenían frente a sí.
No cabe duda de que lucharon por salvar su matrimonio. De hecho, por el quinto aniversario de boda, en septiembre de 2023, él compartió el siguiente mensaje: “En la salud y en la enfermedad, entre la luz y en medio de la oscuridad, siempre a mi lado”, y ella también lanzó unas palabras que llamaban a la calma: "Cinco años de casados y siete años juntos. No siempre es fácil; en realidad, a menudo es difícil (como todas las cosas más importantes de la vida), pero eres mi persona y estoy muy feliz de tenerte a mi lado". Un año después, si te he visto no me acuerdo. ¿Cuánto habrá pesado la enfermedad de Fedez en el congelamiento de su pasión? Solo ellos lo saben, aunque el cantante en la RAI 2 admitió en abril de2024: “Chiara y yo hemos pasado por muchos momentos difíciles, mi enfermedad… Han sido tres años muy complicados y lamentablemente no aguantamos”.
Desde marzo de 2022, cuando el músico –y estrella televisiva por su papel de juez en el famoso X Factor– anunció que le habían detectado “un tumor raro de páncreas”, su vida familiar se transformó por completo. Le operaron para extirparle el tumor; la intervención quirúrgica fue un éxito y en unos días le dieron el alta. Desafortunadamente, en septiembre de 2023 sufrió una recaída y fue hospitalizado de urgencia. La noticia recorrió el mundo en un abrir y cerrar de ojos, porque Chiara Ferragni, tan pronto como le dieron la noticia, abandonó París, corrió al aeropuerto, tomó un vuelo directo a Milán, y con maletas incluidas se dirigió al hospital donde estaba internado Fedez. En el centro hospitalario, Fedez se debatía entre la vida y la muerte tras haber sufrido una hemorragia interna. Días después, ya en el calor de su hogar, escribió un emotivo mensaje dando “gracias al personal médico que literalmente me ha salvado la vida”.
Poco después, irrumpió en sus vidas el “Pandoro Gate”, un gran escándalo que resquebrajó por aquellos días la imagen solidaria de Chiara. Llovía sobre mojado en un año funesto para Ferragni. El problema legal, que le costó a la “influencer” una sanción de un millón de euros, se debió a que Balocco, con quien ella tenía un acuerdo, vendió un típico bizcocho navideño (el pandoro) a un precio mucho más elevado del real, con la excusa de que los beneficios irían a una causa benéfica. La Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCOM) calificó la acción de fraudulenta. Después de un prudente silencio, Chiara Ferragni se defendió, tal y como recogió el Corriere della Sera: “La donación se hizo inmediatamente después de la firma del contrato. La cantidad de cincuenta mil euros era cierta y ajena a las ventas porque esperábamos que la maquinaria llegase al Hospital lo antes posible. En mis publicaciones siempre escribíamos que Chiara Ferragni y Balocco apoyan al Hospital, pero nunca que un porcentaje de las ventas iría destinado a la caridad”.
EL OCASO DE UN IMPERIO
Todo el “Pandoro Gate” supuso un duro golpe tanto para Chiara como para Fedez. La sombra de la sospecha hizo de las suyas y el imperio que habían construido juntos se tambaleó. Se hablaba de la caída en picado de Chiara, la “influencer” reconocida en 2019, por la prestigiosa lista de la revista Forbes, como la mejor pagada del mundo, y quien sorprendió a los mercados cuando The Blonde Salad–su blog, convertido en revista de estilo de vida y en web de comercio electrónico–salió en la Bolsa de Milán, en 2021. Antes del gran escándalo, la fortuna estimada de Chiara ascendía a cien millones de euros, y le llovían contratos por doquier. Las dos temporadas de su “reality”, con Prime Video, arrasaba y sus bolsos constituían un objeto del deseo para muchas compradoras. Sin embargo, en los primeros meses de 2024 perdió acuerdos muy jugosos con firmas como Safilo o Coca-Cola, quienes quisieron deslindar su nombre del de Chiara.
Sin embargo, la empresaria no da puntada sin hilo, y aunque todo parece que se derrumba a su alrededor, ella –con más de quince años de experiencia en un mundo tan volátil como el de las redes– mantiene una relativa calma y sigue al pendiente del holding de empresas que fundó, Sisterhood, y que en 2022 le reportó un beneficio de 2,4 millones de euros. Quizá es pronto para decir que después de la tormenta viene la calma, pero lo que ya puede señalarse es que después de Fedez vino Giovanni Tronchetti Provera, mientras que Fedez viaja y disfruta de la dolce vita, pero ya sin Chiara.