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María Junyent© Colección Armengol-Junyent

PRIMICIA

Así eran las dos damas catalanas a las que la reina Letizia dio vida en un retrato histórico

Carmen Ferrer-Cajigal, Condesa y marquesa y grande de España; y María Junyent, una dama de las artes


17 de diciembre de 2024 - 7:00 CET

Annie Leibovitz quería a los Reyes vestidos de gala para señalar su grandeza y proclamar su majestad en sus retratos y Felipe VI y doña Letizia “obedecieron”. El monarca llevó a palacio un chaqué, un frac y el uniforme de gran etiqueta de Capitán General del Ejército de Tierra para elegir y la Reina, solo un vestido y un abrigo capa. Una 'maleta' mucho más pequeña en la que no se habían incluido segundas opciones de vestuario. 

Hubo duda con la tiara. Con ella o sin ella para inmortalizar a una Reina majestuosa… Pero toda la certeza de que esas eran los diseños creados por Cristóbal Balenciaga para diferentes damas y eventos que quería usar. Un traje negro de corte sirena realizado en tul de seda drapeada con escote palabra de honor, y una espectacular capa-abrigo en seda fucsia, ambas cedidas excepcionalmente para la sesión de fotos por la Fundación Antoni de Montpalau.

La reina Letizia, retratada por Annie Leibovitz© ANNIE LEIBOVITZ
La reina quiso rendir homenaje a Cristóbal Balenciaga, maestro de maestros de la alta costura española quien, tuvo como clientas a las reinas María Cristina y Victoria Eugenia llegando a vestirla para la boda de su nieto, don Juan Carlos y doña Sofía, en Atenas. La Reina con el vestido negro de corte sirena en tul de seda, drapeado y con escote palabra de honor cedido excepcionalmente por la Fundación Antoni de Montpalau

Entronizada para la historia sin 'corona' y con dos prendas prestadas

Inundada de luz natural, la Reina irrumpe poderosa en el espacio real y sin llevar “La buena”, como siempre le ha llamado la familia real a la diadema de Flor de Lis. Doña Letizia no necesita los atributos majestuosos para señalar su grandeza. Queda entronizada para la historia sin “corona” con dos prendas prestadas. El vestido de una dama de las artes, María Junyent, y la capa de una condesa consorte y grande de España, Carmen Ferrer-Cajigal Jorba.

Junyent, hija del pintor Sebastià Junyent i Sans y de Paulina Quinquer, nació en Barcelona y trabajó como restauradora de arte (preservación del patrimonio cultural catalán) y figurinista teatral, diseñando vestuarios.  También fue una destacada coleccionista las muñecas y autómatas. De hecho, su hijo, el interiorista Oleguer Armengol, coincidiendo con el 90 cumpleaños de su madre -murió con casi 100 años- habilitó un antiguo estudio de la familia para exponerlas, que sigue abierto al público.

Damas catalanas PLUS© Colección Armengol-Junyent
María Junyent, que vivía con su familia cerca del taller de Balenciaga se lo encargó al diseñador, que hizo una enorme contribución a la moda del siglo XX, en 1948. Fue su hijo, Oleguer Armengol el que donó el vestido a la Fundación Antoni de Montpalau
Damas catalanas PLUS© Colección Armengol-Junyent

De una condesa a la Reina de España

También fue su hijo el que, en 2008, donó a la Fundación Antoni de Montpalau el ya legendario vestido que fue cedido excepcionalmente a la Reina para un momento histórico. Un traje de corte sirena en de tul de seda, drapeado y con escote palabra de honor, que se ajustaba mejor a su figura que el que diseño ivory que forma conjunto con la capa. Otra prenda ya histórica y con mucha historia que fue creada en 1962 como un abrigo sin mangas para la ceremonia de la boda de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia (14 de mayo, Atenas).

Perteneció a Carmen Ferrer-Cajigal Jorba, que estaba casada con Santiago de Robert y Rocamora, III conde de Torroella de Montgrí y Marqués de Robert, que estuvo a punto de ser designado jefe de la casa de don Juan.

El primer título, ligado a un espectacular palacio, fue creado por el rey Alfonso XIII, con grandeza de España, el 2 de julio de 1907 señalando los servicios de la familia a la corona… En su casa se habían hospedado Fernando VII durante su visita a Gerona, así como la infanta doña Paz con su esposo, el príncipe de Baviera, y la Reina Regente María Cristina. 

Díptico de los retratos de los reyes hechos por Annie Leibovitz© Álbum
En la composición hay una narración magistral. El díptico -las dos imágenes siempre se exhibirán juntas- refuerza la imagen de una pareja unida y fuerte cuando ya han celebrado 20 años de matrimonio. En la imagen, el Rey con el uniforme de gran etiqueta de Capitán General del Ejército de Tierra

Apoyando a la Fundación Antoni de Montpalau

El matrimonio tuvo tres hijos, Santiago, que murió muy joven en accidente de coche; Alfonso, fallecido recientemente; y Carmen, la mayor de los tres, que se casó con Ignacio de Olano Fontcuberta, conde de Figols – ya fallecido- y de su unión nacieron tres hijos. 

Ha sido Carmen, de hecho, la que nos ha facilitado las fotos de su madre, “que era una de las musas de Balenciaga. Rubia, de ojos azules, delgada y con un porte magnífico”. La que donó también el vestido a la colección porque quiere apoyar a Fundación Antoni de Montpalau, y la que nos ha dado también algunos datos de sus antepasados. 

“Mis bisabuelos maternos eran pobres de necesidad. Partieron a las Indias a hacer fortuna, pero el barco los dejó en Buenos Aires. Lo consiguieron allí con una empresa de velas y con el dinero que ganaban iban comprando “terrenitos” en su ciudad, Barcelona. Al casarse mi abuela, Lydia Jorba Rius con el Dr Ferrer-Cajigal, sus padres le “regalaron” como dote los ‘terrenitos’… y el abuelo urbanizó la Plaza Calvo Sotelo, construyéndose el último edificio, 1935.

La Fundación Antoni de Montpalau, dirigida por su cofundador Josep Casamartina Parassols, tiene veinte años de andadura y sede en Sabadell.   “Tenían claro desde el principio que fuera un vestido de Balenciaga y que fuera largo”, dijo a ¡HOLA!© Jon Cazenave
La Fundación Antoni de Montpalau, dirigida por su cofundador Josep Casamartina Parassols, tiene veinte años de andadura y sede en Sabadell. “Tenían claro desde el principio que fuera un vestido de Balenciaga y que fuera largo”, dijo a ¡HOLA!
La condesa encargó la capa, que en realidad era un abrigo sin mangas, en 1962 para asistir como invitada a la boda de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía que se celebró en mayo, en Atenas. De España acudieron muchos aristócratas, todos grandes de España 
La capa-abrigo de seda, en color frambuesa, fue confeccionada para la ceremonia de la boda de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia (14 de mayo de 1962, Atenas), y perteneció a María del Carmen Ferrer-Cajigal, casada con un grande de España, el conde de Torroella de Montgrí y marques de Robert. Recientemente también fue expuesta en el museo Thyssen de Madrid © Jon Cazenave
La condesa encargó la capa, que en realidad era un abrigo sin mangas, en 1962 para asistir como invitada a la boda de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía que se celebró en mayo, en Atenas. De España acudieron muchos aristócratas, todos grandes de España La capa-abrigo de seda, en color frambuesa, fue confeccionada para la ceremonia de la boda de Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia (14 de mayo de 1962, Atenas), y perteneció a María del Carmen Ferrer-Cajigal, casada con un grande de España, el conde de Torroella de Montgrí y marques de Robert. Recientemente también fue expuesta en el museo Thyssen de Madrid

Cena en el castillo

En cuanto a sus abuelos paternos, Carmen apunta que vivieron en el palacio Robert del Paseo de Gracia hasta el comienzo de la guerra civil española; y eran los propietarios del palacio de Jaime I el conquistador en Torroella de Montgrí. Y que sus padres residían entre Barcelona y Toroella de Montgrí y pasaban temporadas en el castillo de Peratallada, tras adquirirlo en 1964.  “Recuerdo que don Juan (abuelo de Felipe VI) vino a Gerona un verano de los años 70s y le dieron una gran cena en el castillo. Un edificio medieval construido sobre edificaciones fechadas en 200 años antes de Cristo. “Mi padre ya encontró numerosas piezas cerámicas de esa época y mis hijos y yo, en unas obras que hemos llevado a cabo recientemente y a instancia de Cultura de la Generalitat, hemos podido verificar esa datación en las excavaciones de los muros bajo el Aula Maior. La labor de mis padres con esa rehabilitación dio vida a un pueblo casi deshabitado y sin muchos medios para prosperar abriendo camino al turismo”.

Los reyes Juan Carlos y Sofía el día de su boda© ARCHIVO ¡HOLA!
La portada de ¡HOLA! de la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía