18 días después de someterse a una operación de siete horas, Carmen Borrego ha reaparecido este lunes en televisión con su renovada imagen física. "Estoy todavía un poco que me muevo como Robocop, porque me da miedo mover mucho el cuello, pero estoy muy bien", decía nada más entrar al plató del programa Vamos a ver y tomar asiento. Aunque no podía hacer demasiados aspavientos, ya que aún lo tiene muy reciente, se ha mostrado más que satisfecha por cómo ha ido todo.
"Entrar en un quirófano da miedo", ha confesado sobre los temores que le rondaron la cabeza antes de ser anestesiada. "Cuando no tienes más remedio, pues ya está, pero cuando es por decisión propia...", apostillaba al respecto. Cuenta que "el día anterior estaba en Sevilla, que era la Medalla al Mérito de las Bellas Artes de mi madre, y no lo disfruté nada". En este sentido, reconoce que estaba nerviosa por la cirugía estética que le esperaba, y "tenía que cogerme el AVE corriendo porque a las siete de la mañana ingresaba".
No estuvo nada tranquila en las horas previas y "hasta el último momento me dije: ¿por qué te vas a meter en esto?", recuerda la colaboradora televisiva de 58 años. Pese a ello, de la incertidumbre pasaría después a la felicidad viendo que el resultado era de su agrado: "Luego te alegras. Cuando uno se hace cosas para mejorar, y además las cosas esta vez han salido bien....", ha reflexionado. Eso sí, no fue tan rápido y fácil como se podría pensar, puesto que al principio le costó reconocerse a sí misma cuando se miraba al espejo.
Ahora, poco a poco, cuenta que empieza ya a verse como tal, y que todo el mundo le está diciendo lo bien que ha quedado. Sobre el postoperatorio, explica "es una cosa más incómoda que dolorosa". En este sentido, añade que a la hora de dormir, por ejemplo, cuesta encontrar las postura adecuada. Paras las curas, dice tener al mejor enfermero que es José Carlos, su marido. Eso sí, agrega que "he sido bastante buena enferma y me he quejado poco".
Preguntada por la opinión de su esposo tras estos últimos retoques que se ha hecho, Carmen ha sido muy explícita: "A mi marido le gusto con papada y sin papada", decía con un toque de humor sin perder la sonrisa. Así, repasando las otras intervenciones estéticas a las que se ha sometido, relata que "la boca me lo tenía que hacer por un tema de salud, y le pregunté al doctor De Benito si era mejor hacérmela antes o después" del cuello.
A su vez, ha revelado que "yo quise quitarme grasa de la tripa y ponérmela en el culete, que no tengo culete desde hace un montón de tiempo". Incluso, cuenta que el médico le aconsejó que tenía que hacerse una abdominoplastia, pero "le dije que por ahí no paso". Por último, sobre qué la ha dicho Terelu al verla ya cambiada, explica Borrego que su hermana mayor "está impresionada y yo creo que se va a animar". Añade sobre ello que "Terelu lo ha pasado muy mal y llega un momento en el que te tienes que ver bien para subirte la autoestima".