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HOLA Abraham Cupeiro© Pepe Saavedra

Es gallego, tiene 44 años y acaba de grabar su tercer disco

Abraham Cupeiro, el 'Indiana Jones' de los instrumentos perdidos, que ha participado en la BSO de 'Gladiator II'

'Esta película ha conseguido acercar los sonidos de la antigüedad al gran público'


16 de diciembre de 2024 - 17:13 CET

Su nombre es Abraham Cupeiro (Sarria, 1980) y es un tipo único, como de otro tiempo. En su casa-taller de Castro de Rei resucita instrumentos ancestrales que él mismo construye basándose en restos arqueológicos de las ruinas de Pompeya o en una moneda romana. También compone música para esos instrumentos y además los toca junto a las mejores orquestas por todo el mundo. Sin embargo, de la noche a la mañana, su nombre ha saltado a todos los medios por poner música con sus ancestrales instrumentos a la banda sonora de Gladiator II. Harry Gregson-Williams, su compositor, lo encontró a través de las redes sociales y le pidió viajar a Los Ángeles, Estados Unidos, para participar en las grabaciones con sus instrumentos milenarios. Ante la imposibilidad del gallego de viajar a Estados Unidos, Cupeiro le propuso a Gregson ir a los estudios Abrigueiro Friol, en Lugo, y así lo hizo.

HOLA Abraham Cupeiro© Víctor Formoselle

-Lo primero de todo ¿qué hace un gallego colaborando en la banda sonora de Gladiator II?

-Bueno… no tanto. La verdad es que vivimos en una tierra muy apegada a las tradiciones milenarias para buscar esos sonidos que se llaman antiguos.

-Cuando se puso en contacto el británico Harry Gregson-Williams para contar contigo a través de un correo electrónico, ¿cómo reaccionaste? ¿Qué fue lo primero que te pasó por la cabeza?

-Esta no es la primera vez que trabajo en el cine. Anteriormente había hecho una serie producida por Steven Spielberg y había trabajado en otras más. Sin embargo, me llevé una alegría cuando contaron conmigo, aunque la sensación fue agridulce porque no pude ir a grabar a Los Ángeles, porque, en aquel momento, estaba terminando de grabar mi disco en el estudio de Abbey Road, en Londres. Pensaba que se iba a ir todo al traste, pero, al final, Harry aceptó venir a Galicia para grabarme y pudimos superar ese inconveniente.

-¿Cómo se puso en contacto contigo? ¿Qué referencias tenía de ti?

-Por un amigo que le había dicho que tenía que venir a grabarme. Después descubrimos, en las instrucciones del PDF de la grabación, que ese amigo era un tal RS, o sea,  el director de la película, Ridley Scott. Parece ser que que habían visto mi trabajo en en vídeos de YouTube y en las redes sociales,  y que quería que se plasmasen mis sonidos en la película.

-¿Qué fue lo que tanto te atrajo para involucrarte en el proyecto, aparte de que es una de las películas del año?

-Yo tengo un proyecto que es personal, pero al mismo tiempo es de todos. Es decir, que muchos de los instrumentos que recupero son Patrimonio de la Humanidad. Muchas veces, estas cosas con sabor a historia necesitan un caballo, una gasolina que los lleve al gran público. Esta película ha conseguido acercar todos estos sonidos de la antigüedad al gran público.

HOLA Abraham Cupeiro© Sergi Parames
HOLA Abraham Cupeiro© Bernard Doughty

-He escuchado, en una entrevista, que trabajaste sin partitura, que hiciste la música según las secuencias de la película.

-Sí, es un modus operandi muy común porque muchos directores no saben escribir para estos instrumentos. Aunque sean antiguos, realmente son nuevos y no se tiene una tradición de escritura gráfica para ellos. Decidieron ponerme una escena en la pantalla para que fuera improvisando y fuese sacando todos mis recursos, los giros y las atmósferas que he ido creando a lo largo de estos años. Eso hizo que el trabajo fuese muy divertido.

-¿Ha sido el momento más especial de tu carrera?

-Ni muchísimo menos. Yo el cine lo tengo como algo que me gusta y me apasiona desde pequeño. Soy cinéfilo sin quererlo o, mejor dicho,  por mi padre, que me ponía muchas películas de culto: Las sandalias del pescador, Pelle el Conquistador... Pero yo, donde disfruto, es en los conciertos, que es donde desarrollo toda mi música.

-¿Qué instrumentos aportaste para la película?

-He tocado ocho instrumentos, pero digamos que dos han sido los más importantes: el cornu romano, una réplica que fabriqué de las ruinas de Pompeya, que es una trompa romana gigantesca de guerra, y el carnix celta, un instrumento que utilizamos los celtas en la batalla. Esta película es casi toda de acción y, en las escenas más violentas o de guerra, infiltramos estos sonidos tan marciales.

-¿Todos estos instrumentos han sido reconstruidos por ti, no?

-Sí, con mis propias manos.

-¿Has visto la película?

-Sí, sí. ya la he visto.

HOLA Abraham Cupeiro© Samuel Pereira

-¿Y qué te pasa por la cabeza cuando escuchas la música?

-Es un orgullo, sobre todo en un mundo tan globalizado. El mainstreaming nos está machacando y te emociona ver que estas pinceladas sonoras del pasado tienen también cabida en algo tan potente que llega al gran público. Te sientes como un actor sonoro que ha conseguido llevar estos instrumentos perdidos a la gran pantalla.

-Un Oscar, ¿suena a música celestial?

-¡Uy! No lo sé.. Ojalá nos lo den, porque el trato que me dieron a mí fue muy bueno y les estoy muy agradecido por la oportunidad. Es una película que va a estar ahí, bien posicionada, entre los  primeros caballos de carrera.

-Ese sería buen motivo para viajar a Los Ángeles, ¿no crees?

-No sé. Ya veremos cómo hacemos. Primero que les den el Oscar y después que me inviten.

-Supongo que te apetecerá conocer en persona a Ridley Scott.

-Claro, sobre todo porque soy fan de de Blade Runner. Es una de las películas que me marcó cuando era pequeño. Además, también tiene sus raíces norteñas, que parece ser que han influido mucho en su cine.

HOLA Abraham Cupeiro© Pepe Saavedra

-¿Cuáles de tus sonidos le gustan más a él?                                     

-Él pidió, sobre todo, los dos instrumentos que te he comentado. Es un un primer paso para que empiecen a aparecer más en las películas. Es curioso, porque, estas películas, tienen grandes efectos especiales, pero al final, con unos instrumentos tan simples, también se consigue sobredimensionar la imagen.

-¿Y crees que una mala música puede arruinar una buena película?                                                                                        

-Totalmente. Pero una mala película con una buena música puede elevarse mucho. Ese es el poder de la música para lo bueno y para lo malo.

-¿Ahora qué? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

-He terminado mi disco, Mythos, el tercero en solitario. Son pequeñas bandas sonoras sobre mitologías griegas, romanas, hindúes, persas e irlandesas. Todo con instrumentos muy antiguos, que están emparentados con estas mitologías. Al final no son más que historias para dar explicación a lo que el ser humano no puede entender desde hace milenios y con una gran orquesta como la Royal Philharmonic Orquestra. Es el segundo álbum que grabó con ella. El primero fue con la Real Filharmonia de Galicia. Estoy muy feliz y espero repetir muy pronto porque, salvando las distancias, es como tener un hijo. Ahora estoy preparando otros dos que ya estoy acabando de escribir y que quiero grabar el próximo año.

-¿En tu cabeza hay sitio para el silencio o siempre está bullendo música dentro de ella?

-Yo siempre estaba oyendo música, pero lo que más anhelo es el silencio. Antes de empezar un concierto, esos segundos preliminares que no hay ningún ruido. Yo siempre digo que hay que bautizarse en la melodía del silencio para para poder sacar las armonías que uno lleva dentro. Es algo que te lava y te limpia, muy necesario. Esos dos o tres segundos antes de  que el director levante su batuta para dirigir la orquesta. Para mí es el mejor momento del concierto.

-Ya para terminar. Llevas muchos años tiempo recuperando instrumentos olvidados o desaparecidos, ¿cómo empezó todo? ¿de dónde surgió esa curiosidad?

-Bueno, como te decía, aquí tenemos una tradición muy antigua, donde la gente sigue tocando y cantando de forma natural. No es algo impostado que hubo que recuperar. Nos sale la música por los por los poros. Hay instrumentos que he recuperado y que he tenido que construir, porque yo, cuando era pequeño, no tenía mucho dinero. El primer instrumento que construí fue una trompeta barroca. Pero también hay instrumentos que me que me han encontrado a mí aquí, a cinco kilómetros de Sarria, un señor, Carlos Tallón, encontró un cuerno con tres agujeros digitales para ser tocado en el medio de la foresta. Cayó en en mis manos  por la amistad que tengo con él y tiene un sonido que atraviesa el alma. Ahora tendré, en total , unos trescientos instrumentos, aunque tengo que hacer una lista nueva porque siempre contaba como doscientos y pico.

HOLA Abraham Cupeiro© Samuel Pereira

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