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El arrepentimiento del acusado de chantaje a Michael Schumacher: 'Por favor, dígale a la familia que lo siento'

Lo que preocupa ahora es la desaparición de una memoria USB con datos sensibles del piloto


12 de diciembre de 2024 - 9:37 CET

En el Tribunal de Distrito de Wuppertal, en el oeste de Alemania, ha dado comienzo esta semana el juicio contra los tres acusados de intentar extorsionar a la familia de Michael Schumacher, siete veces campeón de la Fórmula 1, con material privado y sensible sobre su estado de salud. Este proceso, que ha captado la atención mediática, busca esclarecer los hechos ocurridos tras el presunto robo de más de 1.500 archivos, incluyendo fotos, videos y documentación médica del expiloto.

schumacher2 getty© Getty Images

Los acusados y su horrible plan 

El caso gira en torno a Yilmaz Tozturkan, agente de seguridad, señalado como el principal responsable; su hijo, Daniel Lins; y Markus Fritske, exguardaespaldas de la familia Schumacher. Según la acusación, el trío habría planeado chantajear a la familia exigiendo 15 millones de euros a cambio de no publicar las imágenes y documentos en la 'Red oscura' o 'Darknet', un conjunto de redes privadas y no indexadas en internet que se utilizan principalmente para fines ilegales o no autorizados.

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En el primer día del juicio, Yilmaz Tozturkan admitió su culpabilidad. "Lo admito, fui yo el que hizo esta mierda", declaró al tribunal. Además, se dirigió al abogado de Corinna Schumacher, esposa de Michael, y pidió disculpas públicas: "Por favor, dígale a la familia Schumacher que lo siento de verdad". Durante su declaración, Tozturkan explicó que el material comprometido le llegó a través de una enfermera, que supuestamente accedió a un ordenador de uso exclusivo del personal médico. Posteriormente, descargó los archivos, los copió en memorias USB y le pidió a su hijo que creara una dirección de correo electrónico anónima para ejecutar el chantaje.

schumacher getty2© Getty Images

Daniel Lins también confesó su participación, reconociendo haber creado el correo electrónico y grabado una conversación entre su padre y un empleado de la familia Schumacher. Sin embargo, afirmó que desconocía inicialmente que el plan involucraba a la familia del expiloto. "Entiendo mi error", manifestó ante el tribunal.

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Por su parte, Markus Fritske negó su implicación en el chantaje. A través de su abogado, aseguró que su única tarea fue digitalizar archivos a petición de la familia Schumacher y que desconocía cualquier uso posterior ilícito del material. Sin embargo, las declaraciones de Tozturkan lo contradicen, al señalarlo como el responsable de entregar los discos duros con las imágenes y documentos médicos.

Pérdida de una memoria USB

El material robado incluye 900 fotografías y 583 videos que muestran a Michael Schumacher en diferentes estados de vulnerabilidad tras su accidente de esquí en 2013. El expiloto aparece conectado a equipos médicos, en silla de ruedas e incluso en situaciones privadas anteriores al accidente. Estas imágenes son de un ordenador al que solo tenían acceso médicos, terapeutas y enfermeras.

Corinna Schumacher en el Gran premio de Monza, Italia, en 2024© Getty Images

La desaparición de una memoria USB con datos sensibles ha generado preocupación. Aunque las autoridades recuperaron parte del material, el paradero de ese dispositivo sigue siendo incierto, lo que aumenta el temor de que el contenido pueda filtrarse en el futuro.

¿Pena de cárcel?

 Desde el accidente de esquí en diciembre de 2013 en los Alpes franceses, Michael Schumacher ha estado bajo cuidados médicos constantes. Su familia, especialmente Corinna Schumacher, ha mantenido una estricta privacidad sobre su estado de salud, lo que ha contribuido a que no se filtre ninguna imagen del expiloto en más de una década.

Michael Schumacher esquiando en 2005© Getty Images

El intento de extorsión fue frustrado gracias a una operación conjunta entre las policías alemana y suiza. Los acusados enfrentan penas que van desde los tres hasta los 15 años de prisión. Las confesiones podrían mitigar las sentencias, especialmente en el caso de Daniel Lins, quien enfrenta cargos menores por complicidad.

 El proceso se extenderá hasta febrero y se espera que siente un precedente importante en la lucha contra la extorsión y la protección de datos sensibles en la era digital.