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Era una cita muy especial. Un viaje al corazón del chic francés y su legendario savoir faire; a los míticos viñedos que pueblan la región de Champagne y se pierden mucho más allá de donde puede alcanzar nuestra vista; a la cuna de Moët & Chandon, en la ciudad de Épernay, con su famosa Avenue de Champagne y las magníficas bodegas subterráneas de la Maison, que serpentean durante casi 30 kilómetros, acunadas por la tierra caliza. Lugar de vinos y un brindis especial con ¡HOLA!: las burbujas del champán y nuestra espuma de la vida. ¿Qué mejor maridaje? Entrar en la residencia de Trianon es como vivir un cuento navideño. El imponente y lujoso complejo arquitectónico, construido a principios del siglo XIX y compuesto por dos pabellones idénticos y un gran invernadero, enmarcado en el jardín a la francesa y con un estanque de 50 metros, fue antaño residencia privada de la familia y, hoy, centro de bienvenida de los invitados de Moët & Chandon. En esta ocasión, un grupo reducido de personalidades que ha llegado, desde España, para vivir una experiencia única, coincidiendo con la época más mágica del año. Tamara pasea por los jardines, a pesar del frío, quizá por ese arraigo a la tierra y la naturaleza que forma parte de su herencia paterna. Con la marquesa de Griñón, siempre risueña, el alma de la fiesta, emprendemos también un viaje emocional a sus recuerdos, al legado de su padre, a su actual momento vital y los sueños que quedan por cumplir.
© Valero Rioja"Ha sido un año de aprendizaje y retos, pero también de muchas bendiciones. He vivido momentos preciosos con mi familia y he podido seguir trabajando en proyectos que me apasionan"
La misma pasión
—¿Cómo ha sido tu experiencia en el corazón de los viñedos de Moët & Chandon?
—Ha sido una experiencia mágica. Los viñedos tienen algo especial, una energía que te conecta directamente con la tierra y con el legado de quienes han trabajado en ella, durante generaciones.
—De alguna manera, ¿te ha traído recuerdos especiales? Me refiero a tu conexión con la tierra, con los viñedos, con la naturaleza…
—Totalmente. Desde pequeña, mi padre siempre me inculcó el respeto por la tierra y el amor por la naturaleza.
—Físicamente, hemos viajado a la región de Champagne, pero emocionalmente, ¿dónde te lleva este viaje?
—Me lleva a un lugar de paz y gratitud. Estar rodeada de viñedos me hace pensar en la importancia del tiempo, de cómo cada etapa de la vida tiene un propósito, igual que en el proceso de elaborar un buen vino.
—Un entorno que te transporta a un lugar especial en tu corazón.
—Cada rincón tiene alma. Te sientes rodeada de historia y naturaleza.
—Por tu padre, has vivido desde niña muy de cerca el mundo del vino. ¿Consiguió transmitirte su pasión?
—Absolutamente. Mi padre era un hombre que vivía con pasión todo lo que hacía y el vino no era la excepción.
—En general, ¿qué enseñanza suya llevas siempre a gala? ¿De qué manera continúas su legado?
—La importancia de la autenticidad y de hacer las cosas con amor y dedicación.
"Este viaje me ha traído recuerdos especiales. Desde pequeña, mi padre siempre me inculcó el respeto por la tierra y el amor por la naturaleza"
© Valero Rioja—Imagino que no tendrá que pasar algo especial para que le recuerdes. ¿Le hablas, le preguntas y pides consejo?
—Siempre siento que él está conmigo, en las decisiones grandes y pequeñas.
—¿Qué sigues echando de menos cada minuto?
—Su compañía, el pasar tiempo con él.
—En El Rincón, tu hermano Manolo y tú teníais previsto montar un proyecto de hostelería. ¿Avanza esa idea?
—Sí, seguimos trabajando en ello. Todavía estamos definiendo los detalles…
—Y de este, a otro que ya ha tomado forma. ¿Está Íñigo contento con Casa Salesas, que ya lleva unos meses de andadura?
—¡Muy contento! Íñigo ha puesto mucho cariño en cada detalle, y creo que esa dedicación se nota en el ambiente y en la experiencia de quienes lo visitan.
—Hablábamos antes de algunos recuerdos, ahora venimos al presente. ¿Eres hoy la Tamara que siempre habías querido ser?
—Creo que estoy en constante evolución. Ahora soy más consciente de lo que quiero y de quién soy, y eso me da mucha paz.
—¿Alguna vez te ha influido el qué dirán? ¿Uno se acostumbra a estar en el ojo y el escrutinio público?
—Es algo a lo que nunca te acostumbras. Es importante vivir desde la autenticidad y no permitir que las opiniones externas dicten tu vida.
"¿Qué veo si me miro al espejo? A alguien que ha aprendido a quererse, con sus virtudes y defectos, y que está en paz consigo misma"
© Valero Rioja—Fue tu cumpleaños hace poquito. ¿Cómo lo celebraste?
—Lo celebré rodeada de mi familia y amigos más cercanos, con una comida íntima en casa.
—¿Hay algo que te asuste del paso del tiempo?
—No diría que me asusta, pero sí me hace reflexionar sobre lo importante que es aprovechar cada momento.
—Y a tus 43, ¿cómo te sientes?, ¿en qué etapa vital estás?
—Me siento en una etapa de plenitud. Estoy muy agradecida por todo lo que tengo y muy ilusionada por lo que está por venir.
—Si te miras al espejo, ¿qué ves y cómo te ves?
—Veo a alguien que ha aprendido a quererse, con sus virtudes y defectos, y que está en paz consigo misma.
—A medida que maduras, ¿tienes más claro lo que quieres o, por el contrario, lo que no quieres?
—Creo que ambas cosas. Saber lo que no quiero me ayuda a enfocarme más en lo que realmente importa.
—¿En qué te sientes más libre ahora que antes?
—En poder decir 'no' sin sentirme culpable.
—En tus decisiones, Tamara, ¿te dejas llevar más por la razón o por el corazón?
—Por el corazón, siempre. Aunque intento encontrar un equilibrio, mi instinto suele guiarme.
© Valerio Rioja"Mis recuerdos más felices de las Navidades son los momentos sencillos: las risas con mis hermanos, el tiempo en familia… Este año quiero disfrutar del presente, y para el futuro espero que sigamos siendo una familia unida"
© Valerio RiojaClavada a su madre
—Porque físicamente… ¡cada día eres más clavada a tu madre! Te lo dirán mucho.
—¡Me lo dicen constantemente! Y lo tomo como un gran cumplido.
—Hablando de Isabel, ¿qué tal la ves en este momento? ¿Te echa de menos en casa?
—Está estupenda, como siempre, aunque creo que sí me echa un poco de menos —ríe—. Lo bueno es que vivimos muy cerca y pasamos mucho tiempo juntas.
—¿Está ya preparando la Navidad?
—Sí, aunque este año nos quedaremos en Madrid.
—¿Qué es lo que más te gusta de celebrar la Navidad en España, o en Miami?
—En España, me encanta la tradición y el ambiente familiar. En Miami, la calidez del clima y la alegría de reencontrarnos con mis hermanos.
—Este año, hay un nuevo miembro en la familia, tu sobrino Martín, que nació en abril. ¿Te derrites con él?
—¡Es una preciosidad! Martín ha traído una luz especial a la familia.
—¿Y qué tal ves a tu hermana Ana, como mamá de familia numerosa?
—¡Increíble! Ana tiene una capacidad asombrosa para organizarse y dar amor a todos sus hijos.
—¿Has podido pasar tiempo con ellos, o han estado en Doha?
—Han estado un poco entre Doha y España, pero siempre buscamos momentos para reunirnos.
© Valerio Rioja"Mi madre está estupenda, como siempre, aunque creo que sí me echa un poco de menos —ríe—. Lo bueno es que vivimos muy cerca y pasamos mucho tiempo juntas"
© Valerio RiojaSupertía
—Catorce sobrinos, ocho por parte de madre y seis por parte de padre. Todos dicen que eres la más divertida, ¡una supertía! ¿Les das muchos caprichos?
—(Ríe) ¡Es verdad, me encanta ser su cómplice! Siempre intento sorprenderles con algún detalle o plan especial.
"Siento que mi padre está siempre conmigo, en las decisiones grandes y pequeñas. Cada minuto echo de menos su compañía, pasar tiempo con él"
—Tu hermano Enrique estuvo hace poco en España, recogiendo un premio. ¿Pudiste verlo en esta ocasión? ¿Le has enseñado ya tu casa?
—Sí, fue un orgullo verlo recibir ese reconocimiento. Aprovechamos para pasar tiempo juntos, aunque todavía no le he enseñado mi casa. ¡Es algo que tenemos pendiente!
—Esa gala a la que vino era solidaria y recaudaba fondos para los afectados por la terrible DANA en Valencia. Íñigo y tú os habéis volcado en ayudar. ¿Cómo habéis aportado vuestro granito de arena?
—Viajamos a Valencia, en mi caso, a ayudar en las cocinas de World Central Kitchen. Fue una experiencia muy gratificante.
—¿Cuáles son tus recuerdos más felices de las Navidades pasadas, cómo te gustaría que fueran las presentes y qué esperas de las futuras?
—Mis recuerdos más felices son los momentos sencillos: las risas con mis hermanos, el tiempo en familia… Este año quiero disfrutar del presente, y para el futuro espero que sigamos siendo una familia unida.
"¡Mi sobrino Martín es una preciosidad! Ha traído una luz especial a la familia. Han estado un poco entre Doha y España, pero siempre buscamos momentos para reunirnos"
—¿Has decorado ya tu casa, o se te ha echado el tiempo encima?
—¡Todavía estoy en ello! Siempre dejo algo para última hora. He estado viajando y no he tenido mucho tiempo.
"Fue un orgullo ver a mi hermano Enrique recibir ese reconocimiento (el premio Global Icon, en Santander). Aprovechamos para pasar tiempo juntos, aunque todavía no le he enseñado mi casa. ¡Es algo que tenemos pendiente!"
© Valerio Rioja—¿Te gusta regalar o que te regalen?
—Me encanta regalar.
—¿Te encargarás tú del menú, o sigues sin meterte en la cocina?
—(Ríe) Bueno, yo doy ideas…
"Ha sido una experiencia mágica. Los viñedos tienen algo especial, una energía que te conecta directamente con la tierra y con el legado de quienes han trabajado en ella, durante generaciones"
—Entonces, en tu caso, ¿en casa del herrero cuchara de palo?
—¡Cuchara de palo total! Aunque de vez en cuando me animo.
—En Navidad, ¿te permites algún capricho extra? Por ejemplo, ¿a qué no te puedes resistir?
—¡El chocolate y el roscón! Son mi debilidad.
© Valero Rioja"Mi hermano Manolo y yo seguimos trabajando en el proyecto de hostelería en El Rincón. Todavía estamos definiendo los detalles"
© Valerio Rioja—Pero, generalmente, te cuidas sin obsesionarte… Tu prioridad, has comentado en alguna ocasión, es estar sana.
—Exacto. Para mí, lo más importante es mantener un equilibrio, disfrutar de la comida y cuidar mi cuerpo y mente.
—¿Cuál es tu balance de este año 2024?
—Ha sido un año de aprendizaje y retos, pero también de muchas bendiciones. He vivido momentos preciosos con mi familia y he podido seguir trabajando en proyectos que me apasionan.
"¡Íñigo está muy contento con el restaurante! Ha puesto mucho cariño en cada detalle, y creo que esa dedicación se nota en el ambiente y en la experiencia de quienes lo visitan"
—Con la copa de Möet & Chandon en la mano, ¿por qué sueño a cumplir en 2025 vas a brindar?
—Voy a brindar por seguir creciendo como persona, por nuevos proyectos que me ilusionen y, sobre todo, por la salud y la felicidad de mi familia.
—Como no paras, ¿con qué nos vas a sorprender el próximo año? ¿Qué planes tienes? ¿Seguirás en El Hormiguero?
—¡Siempre hay algo en marcha! Seguiré en El Hormiguero, que me encanta, y espero poder anunciar pronto nuevos proyectos relacionados con la gastronomía y la moda.
