Gabriela Andrada nos cuenta el terrible accidente que sufrió: 'Fue como empezar desde cero…'

Hace tan solo unos días, Gabriela Andrada debutó como protagonista en la gran pantalla con la película Pídeme lo que quieras, una adaptación de la famosa novela erótica de Megan Maxwell. Un papel que llegaba a la vida de la actriz, hija de la periodista Minerva Piquero, después de años preparándose y abriéndose camino en el mundo de la interpretación, donde ya dio el salto a la fama con su papel en Culpa Mía, de la que pronto se estrenará la segunda temporada Culpa Tuya…. Y suma y sigue.

© Eduardo Miera

Decidida a aceptar los retos que se le pongan en el camino, ha contado desde siempre con el apoyo de su familia, en particular de su madre, que la ha ayudado mucho preparando los castings y haciendo que creyera en ella misma. “Me enseñó que mirar, salir corriendo y hacerlo otro día no es una opción. Ha tenido ella la paciencia que no podría tener ningún coach”, nos confesaba.

© Getty Images

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Pero no todo ha sido un camino de rosas. Uno de los momentos más complicados a los que se ha enfrentado fue en octubre de 2021, cuando un accidente de tráfico la obligó a hacer un parón, mientras su carrera estaba despegando. “Cuando empecé a trabajar y me llamaban directores de 'casting' para hacerme pruebas porque ya estaba en el radar de alguna manera, tuve un accidente de coche y fue un parón de año y pico. Me partí la boca, perdí los dientes de arriba, tuve que hacerme injertos óseos… Fue como empezar de cero. Por eso estoy quizá más orgullosa todavía de haber vuelto”, nos contaba.

Durante ese parón, Gabriela hizo frente a las inseguridades que a cualquiera le pueden surgir al ver su imagen tan cambiada. Lejos de esconderse, compartió varias imágenes en sus redes sociales mostrando cómo había quedado su boca y explicó con detalle cómo estaba siendo su recuperación. “Yendo en taxi por la autopista, el conductor chocó y perdí cuatro dientes de los cuales me recuperaron dos. También me rompí el hueso maxilar, me cosieron toda la encía, los labios, tuve lesiones de espalda y un esguince cervical. Cuando lo peor del golpe había pasado, me quedé así, como veis en la primera foto, durante seis meses”, escribía en su perfil.

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Medio año que no solo fue complicado por su aspecto físico, sino por el dolor. “Fueron seis meses de dolores y bajas médicas en las que tuve que intentar gustarme de nuevo. Seis meses de chistes de mis amigos, de mimitos de mamá, de probar todo tipo de postizos y de meterme garbanzos, bolis, pajitas y todo lo que pillara entre los dientes. Y cuando finalmente me pusieron postizos semipermanentes (con los que grabé Los Protegidos) casi os puedo decir que echaba de menos lo auténtica que aprendí a sentirme sin ellos”, decía.

Esto fue una piedra en su camino, pero supo levantarse con más fuerza si cabe y retomar su carrera, que ahora atraviesa una muy buena etapa con su salto al cine. Conquista al público delante de las cámaras y también detrás, con su personalidad arrolladora y sus ganas de comerse el mundo.