El presidente del Fulham, Mohamed Al Fayed, antes del partido de la Barclays Premier League entre Fulham y Wolverhampton Wanderers en Craven Cottage el 17 de abril© Getty Images

Estupor por las duras acusaciones contra Mohamed Al-Fayed: se suman víctimas y se agravan los delitos

De empresario hecho a sí mismo, con gran olfato para los negocios, y padre ejemplar a ser denunciado como 'violador en serie'


8 de diciembre de 2024 - 8:51 CET

Cuando el 30 de agosto de 2023 falleció Mohamed Al-Fayed a los noventa y cuatro años, el deseo más generalizado fue el consabido “descanse en paz”. Sin embargo, desde que el magnate egipcio afincado en el Reino Unido dejó de respirar, su entorno no halla la paz sino más bien todo lo contrario.

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Mohammed Al Fayed e Isabel II, en un evento en mayo de © Getty Images
Mohammed Al Fayed e Isabel II, en una imagen de archivo

Hace un mes, tras una exhaustiva investigación llevada a cabo por la BBC -que culminó con la emisión del documental Al-Fayed: el depredador de Harrods-, treinta y siete personas se atrevieron a acusarlo 'post mortem'.

A día de hoy, las últimas cifras y la gravedad de las acusaciones están dejando sin palabras a quienes lo conocieron y a los que, en más de una ocasión, aplaudieron su determinación en la lucha contra quien fuera, los Windsor incluidos, para aclarar las circunstancias de las muertes de su hijo, Dodi Al-Fayed, y de quien puedo haber sido su nuera, Diana de Gales.

Una cosa no quita la otra, porque todo apunta a que tenía esa cara de hombre afable, familiar y rotundamente exitoso en los negocios; junto a otra, terriblemente turbia, que está causando estupor en la sociedad británica.

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Por el momento, la Policía Metropolitana de Londres, que ha abierto una nueva investigación, ha identificado a noventa presuntas víctimas más de agresión sexual por parte de Al-Fayed. Sin embargo, el número de mujeres que sufrieron la conducta inapropiada del expropietario de Harrods sigue creciendo a medida que transcurren los días. 

Con el Reino Unido en estado de “shock” por la gravedad delas acusaciones, muchos medios de comunicación, ante el interés suscitado entre su audiencia, desarrollan sus propias investigaciones. En este sentido, el prestigioso The Guardian ha contabilizado hasta ciento once denuncias, realizadas en cuarenta años y, lo que ha puesto los pelos de punta a la opinión pública, señala que entre las víctimas podría haber menores de edad.

¿Cómo es posible que durante décadas Mohamed Al-Fayed, si se confirman las acusaciones, actuara impunemente? ¿Quiénes permitieron que el 'secreto a voces' sobre el lado oscuro del magnate siguiera oculto y que este pudiera actuar impunemente? Muchos se han formulado esas mismas preguntas y esto ha llevado a que Scotland Yard investigue estos hechos tan siguiendo varios hilos; al menos, tres hebras sueltas de este gran escándalo.

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Por una parte, los abusos sexuales presuntamente perpetrados por Mohamed Al-Fayed, que podrían haber llegado a violaciones, según las demandas presentadas ante la justicia. Por otra parte, la red de encubrimiento que hizo factible que nadie actuara en conformidad con la ley durante más de cuarenta años. 

En este sentido, los investigadores señalan a cinco personas como facilitadoras de las atrocidades que están siendo denunciadas en la actualidad. Y, en tercer lugar, se estudia si en el pasado hubo errores involuntarios, o deliberados, por parte de la policía. Es decir, si pudieron darse casos de encubrimiento y corrupción policial, que trabajaran para silenciar a las víctimas y evitar así que Mohamed Al-Fayed pasase a disposición judicial mientras estaba con vida.

El gran escándalo

La Policía Metropolitana (más conocida como MET) ha visto en entredicho su credibilidad por las dimensiones y repercusión del caso. A través del comandante Stephen Clayman, la MET ha expresado su compromiso de tirar del hilo hasta llegar a las últimas consecuencias.

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Ha advertido que cualquier indicio de corrupción por parte de miembros de la policía se derivará a la Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC) para que esta determine la culpabilidad o inocencia de personal del MET en este sórdido entramado de acciones y silencios. Por el momento, los investigadores trabajan sobre las 50.000 páginas del expediente con evidencias, testimonios de las víctimas y pruebas e indicios recogidos en investigaciones anteriores. 

Este informe recoge datos que van de1977 a 2014. The Guardian, que está haciendo una cobertura exhaustiva del caso, ha expuesto lo que podría haber sido el modus operandi del magnate: tenía contacto con agentes de policía, de dudosa respetabilidad, que le ayudaban aparar los pies a quienes le confrontaban, rechazaban sus insinuaciones sexuales, y amenazaban con denunciarle.

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Para ver con más nitidez la gravedad de todo el asunto, veamos una línea del tiempo. Entre 2005 y 2023, cuando Mohamed Al-Fayed aún estaba con vida, veintiuna mujeres se habían atrevido a señalar al multimillonario como agresor sexual. 

¿Cómo ninguna de estas denuncias prosperó? De aquí la nueva sospecha de que o bien se produjeron negligencias en la investigación o bien se dieron claros casos de sabotaje para evitar que la verdad saliera a la luz. Tan pronto como la BBC emitió su documental, se sumaron dieciséis denuncias más y, en estos días, ya han salido a la luz noventa nuevas presuntas víctimas.

Por el momento, los detectives encargados del caso analizan las investigaciones anteriores para determinar cuáles y cuántas fueron las “oportunidades perdidas” en el pasado para tomar medidas contra Mohamed Al-Fayed, en caso de que se hubiera confirmado que su conducta era ilícita. La MET justifica algunas de estas “oportunidades perdidas” alegando que las técnicas de investigación “han progresado significativamente en los últimos veinte años”.

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"Sin brújula moral"

El título del trabajo de investigación de la BBC que ha ocasionado esta cadena de denuncias lo dice todo: El depredador de Harrods. En los grandes almacenes reinaba una “ley del silencio”. Todos sabían que algo ocurría, pero nadie se atrevía a alzar la voz: “Estábamos muy asustados -confesó una exempleada-. Cultivó activamente el miedo. Si decía ‘salten’, los empleados solo hubiéramos preguntado: ‘¿A qué altura?’”.

Entre los datos escalofriantes que se han aportado se encuentra uno revelador. Según las denunciantes, para ser contratada en Harrods tenías que someterte a unos exámenes médicos ginecológicos. Según compartió una presunta víctima con Channel 4 News: “Me hicieron una prueba médica completa, incluido VIH y todo lo que puedas imaginar. Fue realmente extraño”.

Como suele ocurrir en estos casos hay denunciantes que se presentan públicamente con nombre y apellidos y otras que optan por mantener el anonimato. “Era un monstruo –relató una de ellas–, un depredador sexual sin ningún tipo de brújula moral”. 

© Getty Images
Gemma, Lindsay y Jen en una conferencia de prensa con el equipo legal que aparece en 'Al-Fayed: Predator at Harrods', en Londres el 31 de octubre de 2024

Otra mujer que trabajó como asistente personal del magnate de 2007 a 2009, y cuya salida de la empresa fue traumática, explicó que le costó lo indecible acudir a la Justicia mientras Mohamed Al-Fayed estaba vivo, pero que ahora está “aterrorizada, de nuevo, por alguien que está muerto, porque tenía ese poder sobre ti”. 

Esta mujer contó que el acoso sexual que presuntamente sufrió de Al-Fayed se inició desde el principio de su incorporación al trabajo: comentarios sexuales inapropiados, tocamientos no autorizados hasta que, en un viaje a París, según la versión de la ex asistente personal, el magnate la violó.

Reflexiones de un hijo

El entorno familiar del empresario apenas se ha pronunciado ante la gravedad delas acusaciones. Su hijo Omar Al-Fayed, de treinta y seis años, sí ha reflexionado públicamente sobre este delicado tema. Aunque por una parte revela que él tiene el recuerdo de un “padre maravilloso”, asegura que esto no le impide “hacer una evaluación objetiva de las circunstancias […] El alcance y la naturaleza explícita de las acusaciones son chocantes y han puesto en tela de juicio el cariñoso recuerdo que tenía de él”. 

© Dave M. Benett
Mohamed Al Fayed y su hijo Omar Al Fayed en el 'Club Cirque' el 7 de febrero de 2007 en Londres, Inglaterra

Además, él también se hacía las mismas preguntas que el resto de la opinión pública: “Cómo se ha podido ocultar este asunto durante tanto tiempo y de tantas maneras”. Y lanzaba el siguiente comentario: “A lo largo de la historia, las personas en posiciones de poder han sido protegidas con frecuencia de las consecuencias de sus acciones y la justicia se ha retrasado o negado a quienes la han sufrido”. Sin embargo, y aunque recalcó que “nadie está por encima de la ley, y todas las víctimas merecen atención en los tribunales”, criticó a la BBC por el reportaje sobre las acusaciones a su padre.

Con Mohamed Al-Fayed muerto y el daño ya hecho a las múltiples denunciantes, el trabajo por delante consiste en averiguar qué mecanismos fallaron, tanto en la empresa Harrods como en la policía y la justicia, para que nadie hiciera nada por frenarle. 

El comandante Clayman ha argumentado el porqué la policía británica va a seguir muy de cerca este caso hasta que se esclarezcan los puntos oscuros que restan credibilidad a la institución policial: “Esta investigación pretende dar voz a los supervivientes, a pesar de que Mohamed Al-Fayed ya no está vivo para ser procesado. Ahora perseguimos a todas las personas sospechosas de haber sido cómplices de sus delitos, y estamos decididos a hacer justicia”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.