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El pasado siempre vuelve. Y en el caso de Chiara Ferragni, tarda un nanosegundo en el metaverso en pegar la vuelta, que diría Tamara Falcó cantando por Pimpinela. O si prefieren verlo como Chenoa… cuando ella va, su pasado vuelve de allí. Porque esta semana se han hecho públicos los 30 nombres que competirán en la edición 2025 del festival de música en absoluto: SanRemo (luego vamos a eso, que no exageramos ya verán) y, con ese listado en la mano, nos llevamos la otra a la cabeza con solo pensar en lo que puede dar de sí ese escenario del clásico Hotel Ariston donde Chiara Ferragni será como el clásico de Becket: la protagonista de una cita en la que todo recordará a ella pero sin ella. Y es que, apriétense los machos: su exmarido, su ex (supuesto) amante y sus exflirt del verano se batirán el cobre esperando a Godot cuando Godot quiere decir podio del concurso. Ése donde comenzó su pesadilla personal que los periodistas somos incapaces de olvidar cuando, sin embargo, la reina rubia de las influencers no solo ha pasado página, sino que, a velocidad supersónica, está sube que te sube en la escala social internacional. Ah, ¿que no lo sabían? El amor ha vuelto a ungirle como una vestal, un amor con el perfil moreno del multimillonario heredero de Pirelli, Giovanni Tronchetti. Chiara, efectivamente, pasa ya de todo, pero a nosotros esta historia nos da un morbo que te matas. ¿Empezamos por el principio?
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A pesar de que en febrero de 2023, Chiara hacía ya tres meses que había posado con su pandoro nevado de azúcar glass rosa y de que en la policía di finanza se recibían ya las primeras denuncias de fraude por parte de los consumidores, podríamos datar el año 0 de la explosión del drama de Chiara en ese preciso instante, bajo los focos y las cámaras de televisión del festival más longevo y con más pedigrí del Continente. Y eso que todo estaba dispuesto para que la blonde salad triunfará como la Pepsi Cola. Hasta su entonces marido renunció a participar en el festi para que fuera única y exclusivamente Su(s) Noche(s). Una noche como presentadora, como adalid del empoderamiento femenino y, por supuesto, como una de las mujeres más relevantes de la moda en el mundo. Y pudo haberlo sido de no ser precisamente por… su marido. Y por, obviamente, la (destemplada) reacción de Chiara, muy experta en redes, pero muy novata para el mundo de la televisión. Y es que, durante su actuación de uno de los concursantes más polémicos, provocadores e impredecibles del panorama musical transalpino, el artista de género fluido Rosa Chemical, Chiara pasó a un tercer o segundo plano. Rosa sacó a Fedez al escenario y le plantificó un beso delante de 120 millones de ojos, mientras que Chiara, entre bambalinas, (aunque su cara petrificada también la vieron los mismos 120 millones de ojos), se ponía fucsia de ira. Al día siguiente, no hubo referencia alguna sobre la dicción o declamación de la debutante —y sin embargo reina influ— en los periódicos, radios y revistas del país. Solo instantáneas de ese beso avec hommes, como diría Mika, y al estilo Onlyfans.
Sanremo, hagámonos un Wikipedia, no es solo un festival de musica como podría ser tal Benidorm o, incluso, Eurovisión. Sanremo concita, cada edición, a los 30 artistas más punteros de la música italiana, apuestas ganadoras de las grandes discográficas multinacionales en el país de la bota. De los nuevos ídolos de la música urban a los idolos más comerciales y mainstream pasando por los artistas de toda la vida e, incluso, por pequeñas joyas indies. Maneskin, Laura Pausini, Eros Ramazzotti, Mahmood, Ricchi e Poveri, Tiziano Ferro, Nek o Romina&Al Bano podrían competir juntos en una misma edición. Y es un ejemplo, no una broma. Y todos ellos, con las colecciones crucero de Versace, Valentino, Etro, Dolce&Gabbana, Bvlgari o Fendi… Los 30 compiten durante una semana en horario de prime time y comparten escenario y gala, al menos un día, con estrellas de Hollywood, de la chanson o la UK Billboard… Sobra decir que se paraliza el país. ¿Se ponen ahora en la piel de Chiara? ¿En lo que tuvo que pasar la muchacha cuando, viéndose como presentadora de semejante espectáculo, su marido le robaba el plano naufragando en los labios de otro señor? Pues bien, volvamos al comienzo de esta crónica: en ese ecosistema, toooodo vuelve a repetirse -o aventuramos que así sea- en 2025. Y lo que es más raro, con la rubia cabellera de Chiara iluminando el cielo de la ciudad del casino más importante de Italia, pero… Sin que ella esté. Y todo porque su exmarido Fedez, el enemigo íntimo de éste y supuesto amante de ella, Tonny Effe, y el flirt de su pasado verano, Achille Lauro, coincidirán en el mismo espacio y se enfrentarán noche tras noche con el arma de sus corcheas…. O quién sabe si con algo más, porque con ese triángulo de las Bermudas puede ocurrir de todo.
Allí estarán también Elodie, una amiga estupenda de Alice Campello y máxima aspirante a ganar, todo sea dicho, también Rocco Hunt, Joan thiele, Massimo Ranieri, Irama, Coma Cose o Giorgia… pero, por suerte o por desgracia para ellos, que los caminos del señor siempre son inescrutables, el foco de la polémica está de antemano sobre estos tres. Especialmente porque, tal y como dimos cuenta en ¡HOLA!, Fedez y Effe han protagonizado el culebrón del verano con un dissing viral incluido a través de sendos tormentoni (véase “canciones del verano”) que han hechos las delicias de Rimini y Riccione (el Benidorm o el Torremolinos de aquellos lares).
En ellos, los antes amigos íntimos se convertían en los protagonistas del tema famoso de David Bustamante: dos hombres enfrentados por el amor de una mujer y un mismo destino. Porque Fedez acusaba a Effe de haberse acercado demasiado a Chiara cuando ambos se estaban separando, y Effe le recriminaba por contra haber mantenido un affaire con la que era su novia, Taylor Mega, cuando él y Chiara eran lo más parecido a un matrimonio perfecto. Por cierto, sobre esto Taylor tuvo algo que decir. Lo hizo en la tele, que con las amigas y sin camaras no tiene gracia y en el programa Le Iene (o sea, Las Hienas) contó que el ex matrimonio más cool de Milán era, en realidad, una pareja abierta. Para que luego digan de Falcon Crest y Rojo Carmesí… Pero es que, por si fuera poco, en se elenco de 30 artistas, los hay que están a favor de uno (Gaia es ínti de Effe con quien todavía suena en la FM con el hit Sesso e samba, escúchenlo porque es lo más) o del otro, (Giorgia, Michielin, Noemí…) Y también, de Achille Lauro… que es el que nos faltaba para la cuadratura del círculo. Y qué maravilla de broche de oro…
Lauro, que es una fantasía del glam, (si vieron eurovisión en 2022 representó a San Marino subido en bragas sobre un toro mecánico), habría sido el "coqueteo" veraniego de Chiara antes de emprender rumbo a Cerdeña y enamorarse perdidamente de Tronchetti. Un flirt que surgiría tras la ruptura del de Me ne frego (“Me la suda”) con su novia de décadas y que se produciría cuando Ferragni se le acercó para aminorar el dolor y la soledad. Pero esa cercanía devendría en un “algo más”. La historia, obviamente sin foto, es solo un rumor pero parece cada vez más evidente por el extraño distanciamiento entre Ferragni y Lauro cuando, antes, eran inseparables y, familiarmente, compadres.
Sea como fuere, las redes están que arden, pero no se preocupen por nada, que en ¡HOLA! les vamos a ir racionando la info, templada, pero súper apetecible.