Ir al contenido principalIr al cierre de página
Getty Imágenes© Bettmann

¿Cómo era tener de padres a dos leyendas como Humphrey Bogart y Lauren Bacall? Su hijo Stephen lo revela

Un documental profundiza en la vida del inolvidable Rick de 'Casablanca', y nos ofrece datos desconocidos sobre la apasionante vida del actor


6 de diciembre de 2024 - 8:00 CET

Cuando Stephen tenía ocho años, murió Humphrey Bogart. Para el pequeño, su padre era una figura ausente en el hogar con la que apenas se cruzaba; pero para el mundo se había extinguido una estrella: el Rick duro y enamorable de Casablanca; o Charlie, el alcohólico que navega por el río Ulanga gracias a su nave destartalada en La Reina de África.

Humphrey Bogart en 'Casablanca' (1943)© Getty Images
Humphrey Bogart en 'Casablanca' (1943)

El icónico actor murió el 14 de enero de 1957 con cincuenta y siete años. La vida se le fue demasiado pronto. Siete décadas después, Stephen H. Bogart comparte recuerdos de su famoso padre en la intimidad de su hogar, junto con los de su madre, nada más y nada menos que la poderosa y legendaria Lauren Bacall. 

En el documental Bogart: Life Comes in Flashes -aún no se ha estrenado en España-, Stephen, de setenta y cinco años, se sitúa detrás y delante de las cámaras. Detrás, como productor ejecutivo, y delante de ellas para desgranar algunas anécdotas de Humphrey Bogart en su faceta de padre de familia, papel que, quizá, no fue el mejor de su vida.

Lauren Bacall y su hijo Stephen en 1951© Getty Images
Lauren Bacall y su hijo Stephen en 1951

"El asunto Bogart"

En el Hollywood dorado de los años cuarenta, Humphrey Bogart era un actor consagrado, canallesco y carne de cañón del cine negro. Raymond Chandler, el famoso escritor de novela policiaca, decía de él que era el único hombre del planeta capaz de parecer duro sin sacar la pistola. 

Bastaba una mirada profunda y amenazante de Bogart para paralizar al enemigo; o era suficiente con que farfullara las palabras, como si las mascara, para ganarse la atención de todos. Cuando tenía cuarenta y cuatro años, le ofrecieron protagonizar Tener y no tener, una película basada en un relato de Ernest Hemingway y con William Faulkner detrás del guion.

La boda de Humphrey Bogart y Lauren Bacall el 21 de mayo de 1945© Getty Images
La boda de Humphrey Bogart y Lauren Bacall el 21 de mayo de 1945

La coprotagonista iba a ser una joven debutante, con la voz más profunda y seductora de Hollywood, Lauren Bacall. Ella tenía diecinueve años cuando se puso frente a Bogart -quien ya había rodado Casablanca y El halcón maltés, entre otros éxitos-, un hombre experimentado en la industria cinematográfica, pero también en la vida. Se enamoraron de inmediato y emprendieron una vida en común, aunque muchos trataron de prevenir a la joven Bacall de dónde se metía: vivir con el carismático, sarcástico y encantador Humphrey no era fácil.

En la época en la que se conocieron, él arrastraba dos fracasos matrimoniales con Helen Menken, Mary Philips y su matrimonio con la también actriz Mayo Methot se había convertido en una disparatada batalla campal. Detrás de muchas de sus peleas con su tercera y vehemente esposa, se encontraba el enemigo número uno de Bogart a lo largo de su vida: el alcohol.

Humphrey Bogart y Lauren Bacall con sus hijos Stephen y Leslie© Getty Images
Humphrey Bogart y Lauren Bacall con sus hijos Stephen y Leslie

A pesar de las señales adversas, Lauren Bacall se dejó guiar por su instinto y por su corazón. El 21 de mayo de 1945 se convirtió en la cuarta esposa del actor, protagonizó con él algunas de las películas más recordadas de ambos como El sueño eterno o Cayo Largo -su química era más que evidente y conquistaba a los espectadores-; en 1949, cuando Bogart tenía cincuenta años, nació el primer hijo del actor, Stephen; tres años después llegó al hogar de los Bogart su hija Leslie.

Contra todo pronóstico, Bogart y Bacall permanecieron juntos doce años, y solo la muerte de él pudo separarles. Ella se mantuvo a su lado hasta el final de la vida del actor. Humphrey Bogart rodó en 1956 Más dura será la caída (título agorero) y los siguientes meses los invirtió en luchar contra un cáncer de esófago. Hizo lo imposible por ganar la batalla, pero no logró superar la enfermedad. 

Humphrey Bogart y Lauren Bacall en la película 'El sueño eterno' (1946)© Getty Images
Humphrey Bogart y Lauren Bacall en la película 'El sueño eterno' (1946)

En su funeral, el cineasta John Huston habló del actor, del amigo, del tipo duro de Hollywood, en los siguientes términos: “Humphrey amaba la vida. Y vida quiere decir su familia, sus amigos, su trabajo, su barco. No se imaginaba prescindiendo de ninguna deesas cosas de manera que, hasta el último momento, siguió planeando lo que haría si se pusiera bien”. Aunque llegó a pesar solo treinta y seis kilos, su mente le hacía soñar con un mañana luminoso.

A los ocho años, su hijo Stephen se quedó huérfano de padre y mientras la leyenda de Bogart crecía, él buscaba desesperadamente su lugar en el mundo. En Bogart: Life Comes in Flashes, Stephen, desde su hogar de Florida, con gran honestidad, ha confesado: “No soy un alumno de mi padre. Necesitaba descubrir quién era yo. Me llevó años sentirme cómodo con todo el asunto de Bogart”.

© Getty Images

‘¡Hola niños! ¿Cómo estáis?’

En Hollywood, algunos hijos de estrellas han escrito libros demoledores sobre sus famosos padres. Cada página se puede leer como un implacable ajuste de cuentas con su progenitor. El paradigma podríamos encontrarlo en las memorias de la hija adoptiva de Joan Crawford, Christina Crawford, quien en Queridísima mamá dibujó a la actriz de Johnny Guitar o Qué fue de Baby Jane como “la peor madre de la historia del cine”. 

En el caso de Stephen no es así. Con el paso de los años, trata de ser justo, no solo con su padre, sino también con su madre, Lauren Bacall. Confiesa que él y su hermana se sintieron en muchos momentos abandonados por ambos, pero intenta entender las circunstancias y no se percibe rencor en su discurso.

Sobre su padre, cuenta: “Iba a trabajar, rodaba en el estudio todo el día y cuando llegaba a casa quería cenar con mi madre. Decía: ‘Hola, niños, ¿cómo estáis? Y cuando terminábamos, nos íbamos de allí”. Entre los recuerdos duros de su infancia, señala otro: “Los niños siempre estábamos al margen. Éramos secundarios en comparación con las reuniones de chicos y chicas. Con la bebida, el tabaco, las risas y las fiestas”.

© Getty Images

Para Stephen H. Bogart, su padre prefería “los cócteles, el tabaco y las largas noches con amigos antes que pasar tiempo en casa”. Uno de los capítulos más complicados de su infancia sucedió cuando Humphrey Bogart se embarcó rumbo al continente negro, para rodar la excepcional La Reina de África junto a Katherine Hepburn. 

Lauren Bacall, que no participaba en la cinta, le acompañó en esta aventura, que tuvo mil y una consecuencias. De hecho, años después, Katherine Hepburn escribió un libro de título seductor: El rodaje de ‘La Reina de África’ o cómo fui a África con Bogart, Bacall y Huston y casi pierdo la razón

Stephen se quedó al cuidado de una niñera quien, desafortunadamente, falleció de un derrame cerebral tan pronto como despegó el avión. En el documental, Stephen reflexiona sobre la actitud de su madre: “Cuando se enteró de la noticia, ¿qué hizo mi madre? Pensó: ‘¿Me voy a África con Bogie y Huston y Hepburn y me divierto mucho? ¿O vuelvo a casa y cuido del niño?’. Se decantó por la primera opción. “Ahora no la culpo por hacer lo que hizo. Pero no estoy seguro de que yo hubiera tomado la misma decisión”.

Lauren Bacall en1948© Getty Images
Lauren Bacall en1948

"Cuando murió, se volvió loca"

No cabe duda de que Lauren Bacall estuvo profundamente enamorada de Bogart quien, a pesar de su aspecto de duro arrabalero, tuvo una infancia acomodada y una educación exquisita. 

La cicatriz que lucía sobre el labio superior, y que le daba ese aspecto de hombre sardónico más allá del bien y del mal, era una herida de la Primera Guerra Mundial, cuando luchó en la marina y, tras una explosión, se le clavó una astilla en la cara. Paradojas de la vida: la cicatriz se transformó en su seña de identidad y en la llave que le abrió las puertas de muchas películas hollywoodienses.

© Getty Images

Durante años, ha circulado una carta de amor que Bogart le escribió a Lauren Bacall, su “delgaducha”: “No dejaré de amarte, ya que tú eres mi último amor y te amaré por el resto de mis días y te cuidaré y estaré preparado para ayudarte cuando necesites ayuda”. Así lo hizo y así le correspondió ella. 

Como relata Stephen Bogart, cuando el actor murió, el mundo de Lauren Bacall se pulverizó en millones de pedazos: “Cuando murió se volvió loca, se mudó a Londres, luego volvió al teatro en Nueva York, y yo iba con ella y un chófer a todas partes. Luego se casó con Jason Robards, que se parecía a mi padre, y cuyas fotos empapelaban toda la casa”.

© Getty Images

Durante años, según recuerda Stephen, la actriz mantuvo viva la memoria de Humphrey Bogart. Enseñó a sus hijos los valores que más defendía el actor: la honestidad y el trabajo duro. Y siempre les brindó la imagen más positiva y noble de él.

No ha sido esta la primera vez que Stephen Bogart vuelve la vista atrás y recapitula instantes de su solitaria infancia. En 1995, publicó Bogart: en busca de mi padre, un trabajo honesto de reconstrucción de la figura de su padre alejada ala de la estrella de cine. Concluyó el libro asegurando que no había logrado recordar la voz de su padre más allá de la de sus personajes de película.

© Getty Images

Si el hijo mayor de Humphrey Bogart y Lauren Bacall lleva años en esta lucha particular por entender, y hasta justificar, a sus padres en el ámbito de lo público, su hermana Leslie ha preferido mantenerse al margen. Ha trabajado como instructora de yoga y como enfermera en Boston y huye de los medios siempre que puede.

Hay una frase que podría resumir la historia de amor entre Humphrey Bogart y Lauren Bacall. La pronunciaba ella en Tener y no tener: “Si me necesitas, silba”. El día que se casaron, el actor le regaló un silbato de oro con esa frase grabada. Su amor trascendió la pantalla y el tiempo. Y sus hijos, a pesar de todos los sinsabores de una infancia solitaria, nacieron de este amor.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

Todos los detalles de lo que está sucediendo en Estados Unidos tras la posesión del cargo de presidente de Donald Trump y las mejores exclusivas de la semana.

Consulta nuestra Política de Protección de Datos de Usuarios