La casa de Gran Hermano vivió una noche que quedará grabada en el corazón de los espectadores. Daniela se convirtió en la última expulsada tras una votación ajustadísima, dejando tras de sí no solo a sus compañeros, sino a su mayor apoyo en el concurso, Maica, quien no pudo contener las lágrimas al despedirse de su gran amiga.
La gala comenzó con una sorpresa inesperada: la expulsión tendría lugar el martes en lugar del jueves, como suele ser habitual. La noticia dejó a los nominados —Daniela, Óscar y Violeta— con apenas unos minutos para hacer las maletas y prepararse para el desenlace. Óscar fue el primero en ser salvado, dejando el destino en manos de Daniela y Violeta.
La tensión alcanzó su punto álgido cuando ambas concursantes enfrentaron el resultado de la audiencia. Finalmente, Jorge Javier anunció el veredicto: Daniela debía abandonar la casa. Aunque Violeta no pudo ocultar su alegría por permanecer en el concurso, Daniela afrontó la noticia con serenidad, dejando palabras sinceras sobre lo que había aprendido durante su paso por el reality: “Siempre he sido yo misma, con mis luces y mis sombras. Gran Hermano me ha enseñado a valorar lo positivo, a crecer como persona y a no quedarme solo con lo negativo”.
Sin embargo, el momento más conmovedor de la noche llegó en su despedida con Maica. La murciana, completamente deshecha, abrazó a Daniela. “No te puedes ir, Daniela. Aquí van a por mí, están inventando cosas sobre mí”, le decía Maica entre sollozos. Pero Daniela, le dejó un consejo que resonará en su amiga y en los espectadores: “No te dejes pisar, Maica. Falta muy poco para el final, sé fuerte, apóyate en Adrián y no confíes en personas que te hacen daño. Sigue con tu verdad”.
Desde la sala de expulsión, Daniela también dedicó unas palabras a Adrián: “Cuida de Maica, no la dejes sola”. Sus palabras mostraron, una vez más, el vínculo que había construido con algunos de sus compañeros.
Mientras Daniela abandonaba la casa para enfrentarse al exterior, Maica, aún en shock, no podía contener las lágrimas. Su conexión con Daniela había sido uno de los pilares más fuertes de esta edición, y su ausencia promete marcar un antes y un después en su estrategia y en su fortaleza emocional para afrontar los últimos días del concurso.