En 1996, Luis Alfonso de Borbón fue una de las estrellas del Baile de Debutantes de París. El duque de Anjou, pretendiente al trono de Francia para los legitimistas franceses, actuó como cavalier de la italiana Robinia Mentasti-Granelli en la espectacular cita, que entonces se celebraba en el Hotel de Crillon de la capital del Sena. Casi tres décadas después, Eugenia, la hija mayor de Luis Alfonso y su esposa, Margarita Vargas, cumplió su sueño de seguir los pasos de su padre y participar también en este exclusivo evento, que anualmente reúne a jóvenes destacadas de la aristocracia y la alta sociedad mundial.
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Acompañada por sus padres, Eugenia, nieta de Carmen Martínez-Bordiú, duquesa de Franco, y con tratamiento de princesa —así fue presentada—, fue la sensación de Le Bal, el Baile de Debutantes de París, que el pasado sábado 30 de noviembre celebró su 30 aniversario. Organizado por Ophélie Renouard desde 1994, se trata de un exclusivo evento benéfico al que solo se puede acudir por invitación expresa de la fundadora. Su celebración se ha convertido en toda una fiesta que aúna la alta costura con el vals y la tradición dieciochesca. Porque esta excepcional cita, reservada para unos pocos, nos recuerda a uno de los éxitos de ficción de los últimos tiempos, Los Bridgerton, ya que se inspira en la costumbre inglesa del siglo XVIII, en la que las jóvenes eran presentabas en sociedad ante la reina, como refleja la serie.
Toda la elegancia, los vestidos de alta costura, las joyas y las anécdotas de una noche inolvidable
Eugenia, de 17 años, fue una de las 19 debutantes seleccionadas para formar parte de esta edición de la puesta de largo más exclusiva del mundo, que reunió, en el hotel Shangri-La, antiguo palacete del príncipe Roland Bonaparte (sobrino del emperador Napoleón Bonaparte y primo del posterior emperador Napoleón III), a representantes de Países Bajos, Bélgica, Italia, Reino Unido, Grecia, China, Brasil, Argentina, India, Estados Unidos, Francia y, por supuesto, España, en una velada ofrecida a beneficio de ARCFA (Asociación para la Investigación en Cardiología del Feto al Adulto del Hospital Necker de enfermedades infantiles) y el Hospital Infantil Maria Fareri de Nueva York.
Noche de sorpresas
La noche tenía reservadas varias sorpresas, como la aparición de Apple, la hija de la actriz Gwyneth Paltrow y Chris Martin, líder de Coldplay, ya que su participación se mantuvo en secreto hasta el último momento. La joven, de 20 años y con un gran parecido físico con su madre, hizo su debut en sociedad con un diseño azul celeste de Valentino Alta Costura y acompañada por sus padres; su hermano, Moses, de 18 años, y su abuela materna, la también célebre actriz Blythe Danner.
Junto a Eugenia de Borbón, otra española, Sofia Yadigaroglu (hija de la artista extremeña Inma Barrero) se encontraba entre las 19 debutantes
Ella fue una de las 'princesas' del cine que debutó junto a Lucia Sofia Ponti, nieta de la legendaria Sofia Loren, que hizo honor a sus orígenes italianos con un vestido de Armani Privé perteneciente a la colección de otoño 2018, y Angel Zhang, hija del cineasta chino Zhang Yimou (La casa de las dagas voladoras, La gran muralla), que debutó con un diseño de Alexis Mabille.
Apple Martin, hija de Gwyneth Paltrow y del líder de Coldplay, y Lucia Ponti, nieta de la legendaria Sofia Loren, acapararon también todas las miradas
La otra debutante española fue Sofía Yadigaroglu, hija de la artista extremeña Inma Barrero y el empresario Ion Yadigaroglu, un inversor cuyas empresas están relacionadas con la lucha contra el cambio climático y los avances tecnológicos. Sofía, que tiene raíces americanas, suizas, griegas y españolas, estudia Historia del Arte y Literatura Inglesa en el Amherst College de Massachusetts, en Estados Unidos. Para su gran noche escogió un diseño de alta costura de Iris van Herpen. Y otro de los españoles presente también en Le Bal fue Beltrán Remiro Imaz, que actuó como cavalier de la debutante belga Sienna Gallienne.
Un vestido 'vintage'
Aunque se había anunciado que la hija de los duques de Anjou llevaría un vestido de Carolina Herrera —sin duda, un homenaje a los orígenes venezolanos de su madre—, la expectación era máxima. La joven no defraudó y sorprendió a todos los presentes con una prenda 'vintage': un vestido recuperado del armario de su madre. Se trata de un diseño que Margarita Vargas lució, hace más trece años, en la cena de gala celebrada con motivo de la boda de Alberto y Charlene de Mónaco, en julio de 2011. Eugenia, deslumbrante, se convirtió en una de las mejores vestidas del baile con este traje de corte princesa y escote palabra de honor de tul color azul claro, adornado con un bordado de brillantes hilos dorados en degradé.
Una tiara con historia
La hija de Luis Alfonso completó su estilismo con una fabulosa tiara, una joya que, debido a su ascendencia real, solo llevó ella. Al contrario de lo que se puede pensar, no era una pieza de familia, sino una pieza cedida por la firma V Muse, patrocinadora de Le Bal. La impresionante diadema art déco fue creada por Boucheron, en 1935, y sus actuales propietarios la obtuvieron en una subasta de la casa Christie’s, en 2018. Valorada en 100.000 euros, la joya tiene la particularidad de que se puede utilizar también como collar y que en su composición consta 'de diamantes e imitación de diamantes', tal y como se describía en el lote de la subasta. Para dar más protagonismo a la tiara, Eugenia llevó el pelo recogido en un moño de bailarina, peinado para el que se puso en manos del equipo de Carita, la firma francesa que se encargó de resaltar la belleza de todas las participantes que se pusieron de largo esa noche.
Al llegar al salón, Apple lanzó un beso a su padre, Chris Martin, que la contemplaba con admiración, mientras Gwyneth captaba con su móvil la escena
Con permiso de las debutantes, la madre de Eugenia, Margarita Vargas, también fue una de las más admiradas de la noche por su look, una creación de su estilista de confianza, Cristina Reyes. La duquesa de Anjou estaba impresionante con un vestido negro de Jan Taminiau, con escote palabra de honor y falda de vuelo, confeccionado en doble georgette y ribetes con flecos tono a tono y bordados a mano de cristal. Lo combinó con un clutch de Giorgio Armani, zapatos de Aquazzura y joyas de su madre, Carmen Leonor Santaella.
La hija del líder de Coldplay llevó un diseño a medida de Valentino Alta Costura, para el que fueron necesarias 750 horas de trabajo
Bienvenida con champán
La cita comenzó a las ocho y media de la tarde, hora a la que los 184 invitados fueron llegando al hotel Shangri-La, donde fueron recibidos con una copa de champán Laurent-Perrier y con la Torre Eiffel de fondo. A continuación, el maestro de ceremonias, cargo que desde hace años ejerce el popular periodista francoluxemburgués Stéphane Bern, fue presentando a las jóvenes debutantes al resto de los asistentes. Y acto seguido comenzó la cena, que se sirvió en los mismos salones donde, hace un siglo, vivían el príncipe Roland Bonaparte y su mujer, la rica heredera Marie-Félix Blanc.
El exquisito menú estuvo compuesto por gravlax con remolacha, cítricos y vinagreta de granada; bocaditos de ensalada césar; terrine de apio y trufa; rodaballo con champiñones, muselina de limón y mantequilla de caviar, y, de postre, charlota de pera, frutos rojos y vainilla, y mignardise de praliné con piruleta exótica.
El desfile de alta costura
Después se produjo el desfile de las debutantes, acompañadas de sus caballeros. Ellas, deslumbrantes con sus vestidos de alta costura y magníficas joyas, y ellos, muy elegantes de frac. Eugenia de Borbón hizo su entrada triunfal ante la mirada de orgullo de sus padres, Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, que no podían ocultar su emoción. Eugenia desfiló entre los comensales acompañada por el archiduque Carlos Constantino de Habsburgo-Lorena, un joven de 20 años, bisnieto del emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría, último soberano del Imperio austrohúngaro. Es hijo del archiduque Jorge, embajador de Hungría en Francia y Mónaco, y de la duquesa Eilika de Oldenburg. Su tío Carlos es el actual jefe de la Familia Imperial austríaca, lo que le lleva a ocupar el tercer lugar en la línea de sucesión, detrás de su padre y su primo Fernando. Ciclista semiprofesional y especialista en volteo, una disciplina ecuestre de acrobacias aéreas, el archiduque también cuenta con un fuerte vínculo con España, ya que estudió en la Universidad Europea de Madrid. La conexión entre Eugenia y Carlos Constantino no solo radica en su ascendencia aristocrática, sino también en su pasión por los caballos. Esta no fue su primera experiencia como cavalier, puesto que el año pasado acompañó a Lara Cosima Henckel von Donnersmarck.
Precisamente, el hermano de esta última, el conde Leo Henckel von Donnersmarck, fue el caballero acompañante de Apple Martin. El apuesto aristócrata, que procede de la familia austrohúngara de la Casa Henckel von Donnersmarck, es hijo del director de cine Florian Henckel von Donnersmarck y de Christiane Asschenfeldt, directora ejecutiva internacional.
Lucia Ponti, digna heredera de la belleza y el estilo de su abuela la gran Sofia Loren, deslumbró en la pista de baile junto a su orgulloso padre, el cineasta Edoardo Ponti
Un cálido aplauso
Desde su mesa y sin poder ocultar su orgullo, Gwyneth Paltrow y Chris Martin recibieron a su hija con un cálido aplauso. Un gesto que Apple agradeció lanzando un beso al aire y dando la mano al cantante, que la contemplaba con total admiración. La joven, que siempre se ha mantenido alejada del foco mediático, teniendo en cuenta la fama mundial de sus padres, estaba radiante con su diseño de Valentino. Martin recurrió a Alessandro Michele, actual director creativo de la casa, para que le diseñara un vestido de debutante a la altura del grandioso acontecimiento. El creador italiano, que se convirtió en el nuevo responsable de diseño de la casa en marzo pasado, ideó un vestido de noche azul cielo, sin tirantes, confeccionado en seis capas degradé de gasa plisada de seda y ceñido a la cintura con un lazo de seda negra. Para realizarlo fueron necesarias 750 horas de trabajo en el atelier de la maison. Apple completó su look con un par de sandalias de tiras de Valentino en un tono azul a juego.
Diamantes y esmeraldas
Lucia Sofia Ponti, de 18 años, es la mayor de los cuatro nietos de la leyenda del cine Sofia Loren. Su aparición, del brazo de su cavalier, el conde italiano Alberico di Carpegna Brivio, no defraudó a nadie. La hija del director de cine Edoardo Ponti y de la actriz y productora Sasha Alexander estaba bellísima con su look firmado por Giorgio Armani, amigo íntimo de su abuela. Se trata de un diseño de la línea de alta costura del italiano, con motivos florales y aplicaciones brillantes, que destacaba por su escote palabra de honor —uno de los favoritos de la noche, ya que fue el escogido por muchas de las debutantes—, en el que resaltaba una fastuosa gargantilla de diamantes y esmeraldas. Hace unos días, contaba en estas mismas páginas que su familia le había apoyado mucho en su deseo de participar en Le Bal: "Mi madre, en particular, me ayudó en el proceso de elección de mi vestido y me dio muchos consejos sobre cuál elegir".
Tras el tradicional vals, Eugenia de Borbón y su 'cavalier', el archiduque Carlos Constantino de Habsburgo-Lorena, protagonizaron divertidas escenas ante la atenta mirada del resto de los invitados
Qué duda cabe que, como dijo una de las debutantes del año pasado, "Le Bal es la Met Gala para adolescentes", por lo que todas ellas pasan por varios meses de interminables pruebas y ajustes buscando el vestido adecuado para la que es una de las noches más especiales de su vida.
Otra de las debutantes vinculadas al mundo del espectáculo fue Sophie Kodjoe, ya que es hija de dos conocidos actores. Su padre es Boris Kodjoe, al que hemos visto en Resident Evil y en alguna de las temporadas de Anatomía de Grey, mientras que su madre es Nicole Ari Parker, la encargada de dar vida a Lisa Todd Wexley en And Just Like That. Sophie lució un fastuoso vestido de Oscar de la Renta en tono burdeos y estuvo acompañada por el cavalier brasileño Toussaint Pierre-Vargas.
El momento del baile
Además de ser la única en 'coronarse' con una impresionante tiara, a Eugenia de Borbón le correspondió el honor de abrir el baile junto a su padre, el duque de Anjou. Luis Alfonso, un padre emocionado y orgulloso a partes iguales, se convirtió en el compañero de baile perfecto de su hija mientras se deslizaban por la pista al ritmo de El Danubio azul, el popular vals de Johann Strauss. A continuación, el resto de las debutantes salieron a la pista con sus respectivos padres. Luego, el baile prosiguió con otros cinco valses que las jóvenes interpretaron a la perfección junto a sus caballeros acompañantes. No en vano, además de pasar meses escogiendo sus looks, las debutantes también ensayan horas y horas para que el momento del baile resulte magistral. Después, todos los invitados saltaron a la pista para disfrutar de la música y las canciones en directo de una orquesta en vivo. Una noche mágica para cenicientas modernas que llegó a su fin no a medianoche, sino a la una de la madrugada, justo cuando se apagaron las luces doradas de la Torre Eiffel.
Eugenia vivió una noche inolvidable junto a jóvenes llegadas de todo el mundo, durante una velada de la que surgieron nuevas amistades