Raquel Candia (45 años), pareja del exfutbolista Fernando Cáceres (55), falleció este lunes tras caer desde el séptimo piso de un edificio ubicado en la localidad de Ramos Mejía, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). La policía investiga actualmente unos hechos catalogados como confusos y que tuvieron lugar cuando el exjugador estaba presente en el inmueble, según recoge Efe.
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La familia de la fallecida, por su parte, considera que se trata de un feminicidio y señala directamente al que fuera internacional con Argentina e integrante de equipos como el Real Zaragoza, Valencia FC o Celta de Vigo. "Es un asesino", dijo sobre él a los medios allí presentes un hermano de la víctima.
En este sentido, aseguró que "hay testigos» de que Cáceres vivía "maltratándola", la "hostigaba siempre", le "daba mucho alcohol" y "la tenia amenazada". Asimismo, afirma que hay vecinos que escucharon un "griterío" procedente de la vivienda la noche que murió. A su vez, otro hermano de Raquel también agregó que "está claro" que "la mataron".
Dichos testimonios se han visto apoyados por el de una prima de Candia, quien coincide que "no" cree que "se haya tirado": "Yo sé y estoy segura que ella no habría hecho esa cosa. No fue ella. Lo hicieron y se tiene que investigar quién fue el culpable", denunciaba.
La pareja, que llevaba nueve meses de relación, convivía bajo el mismo techo desde el pasado fin de semana. Tras el trágico suceso, se está a la espera del resultado de la autopsia para esclarecer las circunstancias por las que ella se precipitó al vacío desde su apartamento y acabó sobre un patio interno.
Los agentes han dejado constancia de que el exfutbolista argentino se encontraba "en el domicilio de ambos, recostado en una habitación contigua". Por el momento, el hecho se considera confuso debido a la movilidad reducida de Fernando Cáceres, tras las secuelas físicas que le dejó un asalto y tiroteo que sufrió en 2009.
Entonces, durante un intento de robo de su automóvil, una bala le fracturó la base del cráneo y perdió el ojo derecho, dejándolo en estado crítico. Pudo sin embargo superarlo, afrontando después una ardua rehabilitación que le permitió volver a caminar en 2015.