La Promesa ha hecho historia al convertirse en la primera telenovela española en alzarse con un Emmy Internacional. Pero este no es único hito que ha logrado esta serie de época de La 1. Además de este y otros grandes reconocimientos, su mayor premio es el cariño de más de un millón de espectadores que, desde su estreno en enero de 2023, se sientan cada tarde frente a la pantalla para no perderse ni un segundo de su ficción favorita. Te desvelamos algunas de las claves que han llevado a esta producción a lo más alto.
Un viaje a otra época
La serie está ambientada en 1910 y tiene lugar en el palacete que le da nombre. La historia arrancaba con la llegada de Jana (Ana Garcés), una joven de origen humilde que se incorporaba al servicio de la casa después de salvarle la vida al hijo de los marqueses, pero no de manera casual, sino con un claro objetivo: vengarse de las personas que mataron a su madre y secuestraron a su hermano. Ese viaje en el tiempo, junto con la forma de asomarnos a una época que no hemos vivido, es uno de los factores que más engancha al público. Los seguidores son capaces de transportarse a otro momento histórico y vivir otras vidas, sin necesidad de moverse del sillón de su casa.
Los actores reman en una misma dirección
Sin duda, una de las partes fundamentales del éxito de La Promesa es su elenco, un equipo coral formado por veteranos y noveles entre los que se encuentran Ana Garcés, Joaquín Climent, Arturo García Sancho, Eva Martín o María Castro, entre otros.
Tanto los protagonistas principales como los secundarios son esenciales para contar una historia, donde unos no se entienden sin los otros. Este equilibrio perfecto entre las tramas más pesadas con las más livianas suaviza el ritmo cuando el argumento se pone demasiado intenso y, al mismo tiempo, abre nuevas incógnitas y caminos.
Impresionantes localizaciones y escenarios
Sería imposible sumergirse en la atmósfera de La Promesa sin las espectaculares localizaciones y los decorados que nos llevan, con solo una mirada, a otra época. Aunque la serie en la ficción se desarrolla en Los Pedroches, Córdoba, sus exteriores están ubicados lejos de allí, en lugares con tanta historia como el Palacio de El Rincón, en Aldea del Fresno, una localidad cercana a Madrid.
Este edificio es propiedad de Tamara Falcó y el lugar donde se daba el 'sí, quiero' con Iñigo Onieva. La ficción también se ha rodado en la finca El Jaral de la Mira, en Madrid; en el monasterio de Lupiana, en Guadalajara; o en el palacio de La Granja de San Ildefonso, en Segovia.
Además, conforme ha ido avanzando la serie se han ido rediseñando y añadiendo nuevas localizaciones, elevando la producción a un nivel nunca visto en una serie diaria. Por ejemplo, la I Guerra Mundial se recrea en unas trincheras construidas específicamente para la ficción en la finca la Dehesa de Monreal, en Toledo.
La Promesa también se rueda en dos impresionantes platós que cuentan de 3.000 m², donde destaca una gran recreación del palacio de la marquesa de Griñón, ambientada en el periodo histórico en el que tiene lugar la ficción: el final de la Restauración, una época casi desconocida, pero fundamental de la historia de España, comprendida entre los años 1874 y 1923.
La ambientación es una reproducción perfecta del momento histórico que representa y muestra de manera fidedigna la diferencia de clases. Esta se refleja en el contraste entre las lujosas habitaciones de los señores, los grandes salones y comedores, que corresponden a la zona en la que se mueven los marqueses y su familia, y las diversas y modestas estancias donde hacen vida los miembros de la servidumbre.
Un vestuario de ensueño
Pero no solo es importante contextualizar la época a través de los escenarios y localizaciones, sino que también han sabido hacerlo mediante el vestuario y el atrezo. Los vestidos de los personajes llaman la atención por su lujo o sobriedad, según correspondan a los aristócratas o a los sirvientes.
Desde la indumentaria de las doncellas, hasta los uniformes de Curro (Xavi Lock) y Manuel (Arturo García Sancho) en la guerra, pasando por los impresionantes vestidos de gala de las señoras, todos han sido confeccionados con sumo detalle. Además, como la moda está en constante evolución, estos estilismos van cambiando a medida que lo hace la historia, por ejemplo, añadiendo nuevos uniformes para el servicio y un vestuario renovado en la zona noble del palacio.
La trepidante trama
En La Promesa, que también es un éxito en Italia y ha dado el salto a Netlifx, la historia atrapa al espectador desde el primer momento con sus dosis de misterio, traición, venganza, secretos y amor, todos los elementos clásicos de una telenovela, pero que se van renovando para sorprender al televidente constantemente.
La ficción recrea de forma clara las diferencias sociales de una época y, hace tan solo unos días, lo ponía todo patas arriba al cambiar los roles de los protagonistas: los ricos pasaban a ser el servicio y los sirvientes se convertían en señores. Un divertido contraste que llamaba la atención del público, agradecido por un episodio así, que aliviaba la intensidad de los conflictos abiertos en la historia.
Sin embargo, los espectadores esperan con ansia un acontecimiento que tendrá lugar muy pronto en La Promesa, en los capítulos 499 y 500, para ser exactos: Jana ya es la prometida de Manuel y ha subido a la planta noble para vivir con los marqueses. En las próximas semanas, llegan capítulos cargados de tensión mientras la protagonista se prepara para su nueva vida con la ayuda de una institutriz, en medio de los desprecios de los nobles y las oscuras maniobras de la marquesa. Unas intensas emociones que culminarán en la boda.
Mientras tanto, muchos sentimientos difíciles sacudirán a otros habitantes del palacio, como a María Fernández (Sara Molina), Catalina (Carmen Asecas) o Pelayo (Michel Tejerina). Además, también conoceremos a Leocadia, un nuevo personaje interpretado por Isabel Serrano, que va a ser muy importante.