Anatomía de Grey regresa a Disney+ con su temporada 21. Se trata de una de las series más longevas de la televisión y de las pioneras en ficciones médicas junto con Urgencias. Desde su estreno en 2005, hemos seguido con interés cómo Meredith, interpretada por Ellen Pompeo, y sus compañeros del Grey Sloan Memorial Hospital, donde la vida se cruza con la muerte y la risa con el llanto, enfrentan las dificultades de su profesión y su día a día. Pero si algo nos ha enganchado, además de los casos clínicos, son las relaciones personales y sentimentales que se han formado a lo largo de los años. Sobre todo, las de la doctora Grey, quien, además de salvar muchas vidas, ha tenido tiempo de protagonizar intensas historias de amor a lo largo de estas dos décadas.
Derek Shepherd, su gran amor
El primer episodio de la serie arranca con Meredith y Derek (Patrick Dempsey) despertando juntos en casa de la madre de Grey después de haberse conocido la noche anterior en un bar. No recuerdan ni sus nombres y, ni por asomo, se imaginan que lo que pensaron que sería un lio pasajero marcaría sus vidas para siempre. Sin embargo, todo cambia cuando descubren que trabajan en el mismo hospital: él es jefe de Neurocirugía y ella, interna en el mismo centro.
Ambos viven una relación tumultuosa, marcada por varias rupturas, siendo la más dura cuando aparece Addison Montgomery (Kate Walsh) y Meredith descubre que Derek está casado, lo que la lleva a enterarse de que él había huido de su mujer después de que ella lo engañara con su mejor amigo, Mark Sloan (Eric Dane). No obstante, también protagonizan algunos de los momentos más emotivos y románticos de la serie, como aquella vez en la que llenaron la casa de velas, con la carta de amor en el ascensor o con su boda escrita con notas adhesivas, entre otros mágicos instantes.
Sus caminos estaban destinados a unirse. Lo que comenzaba como una aventura de una noche se convertía en amor verdadero y, tras varias idas y venidas, se casaban en la séptima temporada y formaban una familia junto a Zola, Bailey y Ellis, sus tres hijos.
Pero no todo ha sencillo, juntos han tenido que enfrentarse a dramáticos momentos, como cuando Derek rescataba a Meredith de ahogarse, o cuando ella era testigo de cómo su amado recibía un disparo. Además, tenían que enfrentarse a la traumática experiencia de un accidente aéreo que acababa con la vida de algunos de sus familiares y amigos.
En una década de amor, la pareja era capaz de remontar todo tipo de situaciones y problemas. Sin embargo, el destino (y la undécima temporada) les tenía preparada una trágica sorpresa: la muerte de Derek en un accidente de coche, lo que dejaba a Meredith perdida y rota por el dolor durante varios años.
Finn Dandridge, el veterinario de Doc
En la segunda temporada, Meredith comienza a salir con Finn Dandridge (Chris O'Donnell ), el veterinario del perro que comparte con Derek. La doctora lo conoce en uno de los impases de su relación con en el neurocirujano, en un intento de dejarle atrás, especialmente cuando este vuelve con Addison.
Todo parecía indicar que Finn era el hombre indicado, incluso lo lleva al baile de graduación del hospital. Sin embargo, allí Meredith se encuentra en una sala de exámenes con Derek, lo que aviva la innegable química entre ambos. Esta situación da pie a un complicado triángulo amoroso entre Meredith, Derek y Finn, en el que ambos le piden que elija entre ellos. Finalmente, el doctor Shepherd le dice a Grey que la dejará ir para que pueda ser feliz junto a Finn, pero, sucumbiendo ante lo que siente, decide romper con el veterinario y volver con Derek.
William Thorpe, una gran enseñanza para Meredith
Tras la muerte de Derek, William Thorpe (Scott Elrod), un apuesto cirujano del hospital, es la primera persona con la que Meredith se involucra de manera romántica. A pesar de sus repetidos intentos por conquistarla, dos años no son suficientes y ella todavía está intentando superar su duelo. Finalmente, después de un tiempo, duermen juntos. Pero a la mañana siguiente, la doctora Grey entra en pánico y lo echa de su casa.
El joven le asegura que la esperará, pero ella nunca vuelve con él. Eso sí, es una relación importante para Meredith porque, aunque acaba antes de empezar, le hace entender que, aunque siga amando a su marido, puede volver a querer.
Nathan Riggs, la vuelta a creer en el amor
Es la primera relación real que Meredith tiene después del fallecimiento de Derek. El doctor Riggs (Martin Henderson) y la doctora Grey conectan rápidamente al compartir la experiencia de haber perdido a seres queridos. Su historia comienza en la temporada 13, pero, pronto, no uno, sino dos triángulos amorosos se interponen en su romance. Primero, la hermana de Meredith, Maggie Pierce (Kelly McCreary), quien confesaba sus sentimientos por Riggs.
Después, la exprometida de Riggs, Megan (Abigail Spencer), que es también la hermana de Owen Hunt (Kevin Mckidd), una joven que volvía a Seattle tras haber estado diez años secuestrada en Irak. Convencida de que hubiera hecho lo que fuera para recuperar a Derek, empuja a Nathan a darle una segunda oportunidad a su relación con Megan. Finalmente, Riggs decide renunciar al Grey Sloan Memorial y mudarse a Malibú para comenzar una nueva vida junto a su novia en la temporada 14.
Andrew DeLuca, la segunda relación que la marca
El joven es un interno de origen interpretado por Giacomo Gianniotti que mantuvo una historia de amor con Maggie, la hermana de Meredith. En en la boda de Jo Wilson ( Camilla Ludington ) y Alex Karev (Justin Chambers ) al final de la temporada 14, le da un beso de manera impulsiva a Meredith cuando ella le regaña por estar ebrio. La doctora Grey le rechaza a pesar de haber tenido sueños románticos con él.
Andrew DeLuca desarrollaba sentimientos hacia Meredith, pero no era capaz de expresarlos hasta que nota una posible conexión amorosa entre ella y el jefe de cirugía ortopédica, Atticus Lincoln (Chris Carmark). Después de cierta incertidumbre e idas y venidas, Meredith y Andrew se besan el día de San Valentín y pronto comienzan a salir. El joven doctor llegaba en el momento preciso y sabía conquistarla con su romanticismo y detalles sin presionarla en exceso.
La relación entre ambos es tan seria que Meredith incluso lo lleva a su casa para presentárselo a sus hijos. Sin embargo, también es tumultuosa, aunque es al primer hombre, después de su marido, con el que llega a intercambiar un "te amo". Su historia de amor se pone a prueba cuando Andrew es acusado de un fraude al seguro médico que ha cometido Meredith, lo que casi le cuesta su licencia médica. Sin embargo, el punto de inflexión llega por los problemas de salud mental que padece el joven y que parece haber heredado de su padre, quien tenía un trastorno de personalidad bipolar. Esto les acaba llevando a su ruptura definitiva en la temporada 16.
Aunque ya no mantienen una relación sentimental, siguen siendo buenos amigos hasta que Andrew muere trágicamente tras ser apuñalado mientras defiende a una víctima de trata de personas de un traficante sexual en la temporada 17, después de que nadie crea sus denuncias debido a sus problemas mentales.
Nick Marsh, su pareja más reciente
El personaje interpretado por Scott Speedman es un cirujano de trasplantes que, más tarde, se convierte en director de los residentes. Nick era presentado por primera vez como paciente en la temporada 14. Ya en ese momento, aún estando ingresado y recién operado, saltaban chispas entre él y Meredith y el joven sacaba fuerzas para coquetear con ella desde su cama del centro médico.
Su romance se reaviva en la temporada 18, mientras la doctora Grey reparte su tiempo entre Seattle y Minnesota, donde Nick también trabaja. La pareja inicia una relación a distancia cuando Meredith regresa a Seattle. Después, Nick comienza a trabajar en el Grey Sloan Memorial, lo que les acerca nuevamente. A pesar de su romance intermitente, Meredith finalmente acepta un trabajo en Boston, donde el doctor la sigue para continuar su historia de amor. Ambos comienzan juntos la temporada 21, lo que nos deja con una pregunta: ¿Tendrá esta vez suerte y el doctor Marsh será el definitivo?