José Mateus Correia Silva, conocido en el mundo del culturismo como "Zé", ha fallecido trágicamente a los 28 años después de sufrir un infarto mientras entrenaba en un gimnasio en Aguas Claras, Brasilia. Durante su entrenamiento, un amigo que estaba con él lo trasladó de urgencia a una estación de bomberos cercana, pero, a pesar de los esfuerzos por reanimarlo durante más de una hora, no pudieron salvar su vida.
Zé era un nombre destacado en el culturismo brasileño, no solo por su impresionante físico, sino también por su influencia en la comunidad fitness. A lo largo de su carrera, había alcanzado logros importantes, como un noveno lugar en el Campeonato Sudamericano de 2018 y un undécimo lugar en el Arnold Classic South America de 2017. Además, más allá de su faceta deportiva, era abogado, nutricionista y empresario, siendo propietario de una cadena de tiendas de suplementos y ofreciendo asesoramiento a otros culturistas a través de sus redes sociales.
La noticia de su muerte ha conmocionado al mundo del fitness, y su empresa de nutrición, Moov Sport Nutrition, expresó su profundo dolor en un comunicado. En las redes sociales, su hermano Tiago desmintió los rumores que vinculaban la muerte de Zé al uso de esteroides anabólicos, afirmando que su hermano estaba en excelente estado de salud antes del infarto.
Aunque Zé ya no competía profesionalmente, seguía involucrado en el mundo del culturismo entrenando a otros atletas, manteniéndose activo en las redes sociales y compartiendo su experiencia con miles de seguidores. La muerte repentina de Zé ha abierto nuevamente el debate sobre los peligros del uso de esteroides y la presión por lograr cuerpos musculosos a toda costa, aunque hasta el momento no se ha confirmado que su fallecimiento estuviera relacionado con el consumo de estas sustancias.
A través de un mensaje emotivo, Tiago rindió homenaje a su hermano en las redes sociales: "Eras increíble. Gracias por tanto. Te quiero. El cielo ha ganado un ángel. José era un hombre muy querido". La tragedia de Zé se suma a una lista creciente de muertes en el mundo del culturismo, que ya ha sufrido otras pérdidas significativas en los últimos años, como el caso de Matheus Pavlak y otros atletas jóvenes que han fallecido por causas relacionadas con el uso de esteroides, enfermedades o accidentes.