La cuarta temporada de Mask Singer ha vuelto a demostrar por qué es uno de los programas más emocionantes de la televisión española. En la última gala, dos de sus máscaras más intrigantes —Helado y Churros— se quitaron el disfraz, dejando al público boquiabierto al descubrir las identidades de los rostros conocidos que se escondían tras ellas. La atleta gallega Ana Peleteiro y el periodista deportivo Antonio Lobato protagonizaron uno de los momentos más comentados de la noche.
Ana Peleteiro, de las pistas de atletismo al escenario musical
La triple saltadora Ana Peleteiro y medallista olímpica sorprendió al público con su participación como Helado. Con su traje colorido y una actuación repleta de energía, logró desconcertar no solo al panel de investigadores, sino también a la audiencia. Nadie imaginaba que detrás de esa voz se encontraba una atleta acostumbrada a brillar en competiciones internacionales.
“Me he divertido muchísimo y ha sido un reto muy diferente a lo que suelo hacer”, confesó Ana tras quitarse la máscara. La deportista, que interpretó el tema Mariposas de Aitana, mostró una soltura y un sentido del humor que enamoraron a los espectadores. “Estabais muy perdidos”, bromeó al referirse a las especulaciones del jurado, que barajaba nombres como los de Sara Carbonero o Hiba Abouk.
Peleteiro explicó que participar en Mask Singer fue una experiencia única, especialmente porque su agenda deportiva suele ser muy exigente. “Siempre estoy viajando y entrenando, pero esta vez pude organizarme para vivir algo completamente distinto”, comentó.
Antonio Lobato, un churro con mucho ritmo
Por otro lado, Antonio Lobato, conocido por ser la voz de la Fórmula 1 en España, se escondía tras la máscara de Churros. El periodista deportivo dejó a todos boquiabiertos al demostrar que su talento no se limita a las retransmisiones de carreras. Lobato se ganó al público con su interpretación de Quién diría de Depol.
“Esto ha sido una locura”, aseguró Antonio tras revelar su identidad. “Salir de mi zona de confort y hacer algo tan diferente ha sido increíble”. A pesar de no llegar a la final, Lobato aseguró que se lleva un recuerdo inolvidable de su paso por el programa. Para él, lo más emocionante fue poder sorprender tanto al público como a los investigadores, que nunca lograron adivinar quién estaba detrás de Churros. El periodista demostró que también sabe divertirse y reírse de sí mismo. “Creo que nadie se lo esperaba, y eso es lo mejor. Poder desconectar y hacer algo así ha sido un regalo”, afirmó entre risas.
La participación de Ana Peleteiro y Antonio Lobato en Mask Singer subraya la esencia del programa: la capacidad de sorprender, divertir y mostrar una cara completamente nueva de los famosos. Ahora, el público espera con ansias las semifinales, donde otras máscaras como Rinoceronte y Cobra seguirán compitiendo por llegar a la gran final. Mientras tanto, Ana y Antonio se llevan el aplauso y el cariño de todos, demostrando que, más allá de sus profesiones, tienen un talento innato para conectar y sorprender.