Gladiator II dirigida por Ridley Scott está llena de escenas de acción memorables que han logrado sorprender al espectador desde un sangriento enfrentamiento con babuinos generados por ordenador hasta Paul Mescal burlando a un rinoceronte, pero ninguna tan impactante como la representación de una batalla naval en el Coliseo romano, con gladiadores luchando en un escenario inundado y aguas infestadas de tiburones. Esta llamativa secuencia no solo es un deleite para nuestros ojos, sino también un punto de debate sobre la fidelidad histórica de la película.
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¿Ficción o realidad?
En Gladiator II, los emperadores Geta (Joseph Quinn) y Caracalla (Fred Hechinger) deleitan a la multitud con un espectacular enfrentamiento acuático. Aunque esta escena podría parecer una licencia cinematográfica extrema, tiene sus bases en eventos históricos conocidos como "naumaquias". Estas eran batallas navales simuladas que se llevaban a cabo en grandes cuencas o incluso en anfiteatros inundados, como el Coliseo. Por ejemplo, el emperador Domiciano organizó una de estas exhibiciones en el año 85 d. C.
Sin embargo, el elemento de los tiburones parece ser una exageración propia de Hollywood. Chris Epplett, profesor de historia griega y romana en la Universidad de Lethbridge, aclaró a la web de entretenimiento Vulture, que, aunque el Coliseo pudo haberse inundado durante un breve periodo antes de la construcción de su sótano permanente, no hay evidencia de que los romanos utilizaran tiburones en sus espectáculos. Ridley Scott, siempre dispuesto a jugar con los límites de la historia, defendió la inclusión de estos escualos, argumentando que, si podían construir el Coliseo, también podían atrapar tiburones.
Creación de la escena más llamativa del filme
Para dar vida a esta secuencia monumental, el equipo de Gladiator II combinó tecnología avanzada con una estudiada planificación. El director de fotografía, John Mathieson, explicó que la escena se filmó en dos etapas: primero, en seco, utilizando plataformas móviles llamadas SPMT (Transportadores Modulares Autopropulsados), que permitieron recrear el movimiento de los barcos con precisión. Luego, las escenas acuáticas se rodaron en un tanque de agua gigantesco en Malta, el más grande de Europa, con una profundidad de hasta dos metros y con un tinte verde esmeralda que daba aún más originalidad a esta escena.
La complejidad de rodar en agua retrasó en gran medida el proceso, haciendo que cada toma llevara el doble de tiempo en comparación con las escenas en seco. Mathieson destacó la importancia de filmar desde múltiples ángulos simultáneamente para garantizar la continuidad de las acciones. Por ejemplo, si un actor caía al agua en una toma general, debía verse cayendo también en los primeros planos.
La tecnología al servicio del entretenimiento
El uso del CGI ( técnica de imágenes generadas por ordenador) fue clave para lograr la espectacularidad de la escena. Aunque en la primera Gladiator se utilizaron principalmente efectos prácticos, la evolución de la tecnología permitió a Scott crear escenarios y criaturas más elaborados. Mathieson utilizó cámaras Alexa Mini LF con objetivos zoom para capturar la acción rápidamente, evitando así gran cantidad de interrupciones en el rodaje.
Otro avance significativo fue el uso de grúas telescópicas, que permitieron filmar desde alturas y ángulos imposibles hace 25 años. Esta tecnología móvil y versátil fue fundamental para capturar el movimiento real de las embarcaciones y las luchas dentro del tanque.
La batalla naval en el Coliseo se desarrolla como un espectáculo deslumbrante, donde Lucius (Paul Mescal), el protagonista, capitanea un barco y choca contra otras embarcaciones, desencadenando un caos visual que culmina con gladiadores y guardias imperiales enfrentándose en aguas infestadas de tiburones. La descripción de Mathieson compara esta escena con un combate de boxeo en Las Vegas durante los años 70, y esa tensión de quien se alzara como el ganador.
'Gladiator II': una secuela ambiciosa
La película, ambientada 16 años después del desenlace de la primera entrega, sigue a Lucius, hijo de Máximo y Lucilla, quien busca venganza tras la destrucción de su hogar por el ejército romano.
Gladiator II ha logrado cautivar al público mundial, consolidando su lugar como una de las producciones más ambiciosas y visualmente impactantes de los últimos años.