Erik y Lyle Menéndez, los hermanos condenados a cadena perpetua por los asesinatos de sus padres en 1989, tendrán que esperar hasta finales de enero de 2024 para saber si podrán obtener una nueva sentencia que les permita salir en libertad. El juez Michael Jesic, encargado del caso, pospuso la audiencia inicialmente programada para el 11 de diciembre, indicando que necesita más tiempo para revisar las "17 cajas" de evidencia relacionadas con el caso.
La audiencia fue reprogramada para los días 30 y 31 de enero, brindando tiempo adicional para que la nueva administración del fiscal de distrito de Los Ángeles, encabezada por Nathan Hochman, revise a fondo el expediente antes de tomar una decisión. Este retraso ha generado aún más atención e incertidumbre tanto entre los defensores de los hermanos, quienes esperan que estos vuelvan a ver la luz del día lejos de prisión como entre quienes aún apoyan su sentencia original y rezan porque no sean liberados.
Los hermanos Menéndez fueron condenados en 1996 por el asesinato a tiros de sus padres, José y Kitty Menéndez, en la mansión familiar de Beverly Hills. Durante su juicio, Erik y Lyle argumentaron que actuaron en defensa propia tras años de abuso físico y sexual por parte de su padre. Aunque el jurado desestimó estas acusaciones en su momento, nuevas evidencias, incluyendo una carta atribuida a Lyle y el testimonio de un exintegrante del grupo Menudo que también denunció abusos por parte de José Menéndez, han reavivado la posibilidad de un nuevo juicio.
A pesar de que numerosos familiares apoyan una posible reducción de sus sentencias, otros, como Milton Andersen, hermano de Kitty, insisten en que las acusaciones de abuso son infundadas y que los hermanos deben permanecer tras las rejas."Milton Andersen sigue creyendo que las acusaciones de abuso sexual fueron inventadas y falsas, y cree que el jurado emitió el veredicto correcto y que también se impuso la sentencia correcta", dijo su abogada, Kathleen Cady, a Fox News.
El abogado defensor Mark Geragos manifestó su optimismo respecto al proceso judicial, aunque admitió que no espera una resolución rápida. Además de la audiencia de nueva sentencia, los hermanos han presentado una petición de habeas corpus que podría abrir otra vía para su liberación.
"Esperamos que al final de este proceso, o incluso antes, los hermanos puedan ser liberados", declaró Geragos a los medios.
Por ahora, Erik y Lyle, quienes llevan 35 años cumpliendo su condena, siguen a la espera en una prisión de San Diego. Problemas técnicos impidieron que asistieran virtualmente a la audiencia preliminar del pasado lunes, donde se escucharon testimonios clave, como el de Joan VanderMolen, hermana de Kitty, y el de Terry Baralt, hermana mayor de José, quienes apoyan la liberación de los hermanos.
"Extrañamos muchísimo a los que se han ido", dijo Terry Baralt, de 85 años. "Pero también extrañamos a los niños". "Es hora de que vuelvan a casa."
VanderMolen, por su parte, quien hoy mismo celebra su 93 cumpleaños, señaló ante el tribunal: "Ningún niño debería tener que soportar lo que han vivido Lyle y Eric", afirmó. "Ningún niño debería tener que vivir... sabiendo que por la noche su padre lo iba a violar. Es hora de que vuelvan a casa".
En una entrevista con CNN tras haber finalizado la esperada audiencia, Geragos calificó el testimonio de VanderMolen y Baralt como "extremadamente conmovedores". "Está claro que los hermanos no corren ningún riesgo de cometer ningún acto violento en el futuro, y las víctimas están aquí expresando, en virtud de la constitución de California, que quieren que los liberen", afirmó.
El caso Menéndez, que desde que ocurriera a finales de los años 80 ha generado un gran interés debido a la magnitud de los asesinatos así como a su intrahistoria, continua hoy en día, más de 35 años después, siendo un asunto muy mediático, gracias en parte a los recientes documentales que ahondan en el caso así como a la popular serie de Netflix Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez, la cual ha avivado el debate sobre su culpabilidad y las circunstancias que rodearon los trágicos eventos de aquella noche de 1989.