El pasado viernes, 22 de noviembre, Netflix estrenó la serie documental 900 días sin Anabel, un testimonio inédito sobre el que llegó a ser el rapto más largo de la historia de España: el secuestro de la joven Anabel Segura. Uno de los testimonios más sorprendentes de la serie documental es el de la periodista Vanessa Escobar, hija del cantante Manolo Escobar y Anita Marx.
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Según explica, aquel fatídico 12 de abril de 1993, día en el que se produce el secuestro de Anabel, cambió su vida de la noche a la mañana. "Yo era vecina de Anabel", comienza diciendo, pues vivía con sus padres en la misma urbanización de La Moraleja que la joven víctima. "Yo tenía 14 años cuando se produce el secuestro de Anabel y sé que a mis padres les afectó muchísimo. De hecho, hizo que decidieran que nos marcháramos a vivir a Benidorm porque allí ellos se sentían o pensaban que yo iba a estar más segura", desvela.
Vanessa, de 43 años, cuenta cómo el terror invadió a todos los vecinos de Intergolf, una urbanización con grandes medidas de seguridad y unas instalación de lujo. "La estructura de la urbanización era circular. Tu entrabas, pasabas por una garita de seguridad... Estábamos, como su nombre indica, Intergolf, dentro de un campo de golf. Muchísimos jardines, piscinas, pistas de tenis, canchas de baloncesto... Era un sitio espectacular", recuerda.
Tal y como declara la periodista, "en esa burbuja en la que vivíamos, el secuestro y la desaparición de Anabel lo que hizo fue meternos el miedo en el cuerpo". "El miedo, el terror, se coló. Yo creo que hubo un antes y un después del secuestro de Anabel", reflexiona.
Anabel Segura tenía 22 años cuando Emilio Muñoz y Cándido Ortiz la raptaron en una furgoneta blanca mientras la joven, estudiante de Empresariales, había salido a correr por la urbanización en la que vivía. La intención de los secuestradores era pedir un rescate para saldar sus deudas, sin embargo, decidieron asesinarla y enterrarla en una fábrica abandonada de cerámica en Numancia de la Sagra, Toledo. Durante más de dos años, estos dos hombres, con ayuda de Felisa García, mujer de Emilio, hicieron creer a todos que Anabel seguía con vida.