El Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles ha sorprendido al anunciar un sorteo público para asignar las 16 plazas disponibles para asistir a la esperada audiencia del juicio de los hermanos Menéndez. Tres décadas después del crimen que estremeció a Estados Unidos, este caso sigue despertando un enorme interés mediático y social. En parte gracias al éxito de la serie Monstruos: La historia de los Menéndez, que cuenta con la participación de Javier Bardem, se ha reavivado el interés por esta historia, presentando una nueva perspectiva sobre los hermanos y su trágico pasado familiar.
Este tipo de sorteos, poco comunes, ya se han implementado en otros juicios de gran impacto mediático, como el caso de O.J. Simpson o el proceso civil relacionado con la muerte de Michael Jackson. Ahora, el caso de Lyle y Erik Menéndez, será el próximo juicio más seguido por la opinión pública.
El revuelo mediático del caso coincidía con un cambio en la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles: el saliente fiscal George Gascón había apoyado la posibilidad de una re-sentencia para los Menéndez, pero su sucesor, Nathan Hochman, quien asumirá el cargo el 3 de diciembre, ha prometido revisar el caso antes de tomar cualquier decisión.
Además, está programada una audiencia clave el 11 de diciembre, donde se podría reconsiderar la sentencia de los hermanos para incluir la posibilidad de libertad condicional.
El sorteo para asistir al juicio
La dinámica del sorteo está diseñada para garantizar el acceso justo en un juicio con alto interés mediático y con capacidad limitada. Entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana del lunes 25 de noviembre, los interesados podrán registrarse frente a la corte de Van Nuys. A las 9:30 se anunciarán los ganadores, quienes recibirán identificaciones intransferibles que deberán portar durante toda la sesión, programada a las 10:30.
Además de las 16 plazas principales, se asignarán dos boletos de reserva, aunque su uso dependerá de la disponibilidad de espacio en la sala. Este mismo sistema, ya utilizado en casos de gran trascendencia, ha puesto el foco de nuevo en la situación de los hermanos más conocidos del true crime.
Una nueva mirada al caso que marcó una generación
El 20 de agosto de 1989, José y Kitty Menéndez fueron asesinados en su residencia de Beverly Hills. Sus hijos, Lyle y Erik, admitieron haber cometido los asesinatos, pero alegaron que actuaron en defensa propia tras años de abuso físico, psicológico y sexual por parte de su padre. Sin embargo, la fiscalía argumentó que el crimen fue motivado por la codicia, ya que los hermanos podrían haber buscado asegurar su herencia de casi 14 millones de dólares.
En 1996, ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, una decisión que sus defensores han intentado revertir desde entonces. La audiencia de este lunes buscará revisar nueva evidencia que, según sus abogados, demuestra que las denuncias de abuso fueron subestimadas o ignoradas durante el segundo juicio.