Joe Biden y su esposa Jill organizaban este viernes una cena privada en los jardines de la Casa Blanca para echar el cierre a su mandato, que concluirá definitivamente el próximo enero cuando sea relevado por Donald Trump tras ganar este las elecciones del pasado 5 de noviembre. Durante la velada celebrada en la residencia del aún presidente norteamericano, se hizo balance de su trabajo al frente del gobierno y pudieron agradecer a sus partidarios el apoyo que le han dispensado durante los últimos cuatro años.
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Subido a un atril, el exlíder demócrata reflexionó primero sobre el legado que deja al país más poderoso del mundo, un discurso que pronunciaba bajo la atenta mirada de su mujer y de todos los que allí se habían congregado para la ocasión vestidos con sus mejores galas. Desde su mesa, con los ojos vidriosos, la primera dama no podía evitar emocionarse mientras escuchaba hablar a su marido en este momento de las despedidas.
Tras ello, se producía el momento más emotivo cuando Jill Biden subió al escenario y tomó la palabra para elogiar a su esposo. "Lo que has hecho durante cuarenta años y lo que hiciste en los últimos cuatro es impresionante", le decía al recordar su dilatada carrera en la política ocupando distintos puestos hasta que llegó a lo más alto. Era entonces cuando Joe Biden, con los sentimientos a flor de piel, se derrumbaba y tenía que secarse las lágrimas con un pañuelo.
Seguidamente, tocaba brindar cuando un miembro del personal de la Casa Blanca les trajo dos copas, instante que compartieron con el resto de invitados. Después, hubo tiempo también para bailar agarrados, en la que fue sin duda una cita especialmente emotiva para el matrimonio vivida anoche en Washington. A sus 82 años, el mandatario dirá adiós a su cargo tras convertirse en el presidente de mayor edad de la historia de Estados Unidos.
La historia personal de Joe Biden, marcada por la tragedia
Abogado de profesión hasta que llegó a la administración, la vida personal de Joseph Robinette Biden se escribe con algunos episodios verdaderamente dramáticos tras la muerte de dos de sus hijos y el fallecimiento de su primera mujer. Muy unido a los suyos, encontró en Jill a su alma gemela y con la que siempre demuestra una gran sintonía y complicidad en público. En 1966 cuando estaba estudiando Derecho, Biden se casó con Neilia Hunter y tuvieron tres niños: Joseph Beau, Robert Hunter y Naomi.
La felicidad no les duró mucho por desgracia, ya que el 18 de diciembre de 1972 la esposa y la hija de Joe Biden murieron en un accidente de tráfico cuando iban a comprar el árbol de Navidad. A pesar de perder a su madre, los hijos de Joe Biden siempre le animaron a que se casara de nuevo y, cuando este lo hizo, Jill Jacobs se convirtió en un referente para ellos. En 2015, la tragedia volvió a sacudir sus vidas con la muerte Beau a causa de un tumor cerebral, golpes muy duros con los que el político ha tenido que lidiar.