El funeral de Liam Payne, exintegrante de One Direction, celebrado el pasado miércoles en la iglesia de St. Mary, en Buckinghamshire no solo se convirtió en un precioso homenaje al desaparecido cantante quien perdió la vida tras caer del tercer piso de un hotel de Buenos Aires, sino en una reunión de familiares y amigos unidos por un mismo dolor. A la despedida, además de acudir sus antiguos compañeros de banda Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan y personalidades como Simon Cowell y James Corden, no falto su expareja y madre de su hijo, Bear, de 7 años, la cantante Cheryl Cole.
Durante la ceremonia, Cheryl, quien se mostró bastante afectada, hizo una desgarradora promesa en honor de su pequeño y prometió que ella misma se encargaría de que su hijo nunca olvidará a su padre, comprometiéndose así a mantener vivo su legado a pesar de su marcha.
Esta promesa se sintió profundamente incluso en el funeral cuando al llegar el ataúd con los restos mortales de Liam en un carruaje tirado por dos caballos blancos se pudieron ver dos coronas: una que decía "hijo" de parte de los padres del artista, Geoff y Karen y tras más conmovedora aún, del propio Bear, en la que podía leerse la palabra papi hecha con flores blancas.
Aunque Cheryl y Liam se separaron en 2018 tras dos años de relación, siempre estuvieron unidos por el amor que sentían hacia su hijo. Amigos cercanos han destacado la fortaleza de Cheryl, quien enfrenta su propio dolor mientras consuela a su hijo. "Es desgarrador pensar que Bear no volverá a ver a su padre", mencionó una fuente al diario The Mirror.
En un mensaje publicado pocos días después de la tragedia, Cheryl compartió una fotografía en blanco y negro de Liam con Bear, acompañada de unas palabras llenas de dolor: "Mientras trato de superar este evento devastador y superar mi propio dolor en este momento indescriptiblemente doloroso, me gustaría recordarles amablemente a todos que hemos perdido a un ser humano. Liam no solo era una estrella del pop y una celebridad, era un hijo, un hermano, un tío, un querido amigo y el padre de nuestro hijo de 7 años. Un hijo que ahora tiene que enfrentarse a la realidad de no volver a ver a su padre nunca más".
El funeral también contó con la presencia de Kate Cassidy, novia de Liam al momento de su muerte, quien viajó desde Miami para despedirse. Kate, quien había acompañado a Liam en Buenos Aires días antes de su fallecimiento, reveló que la pareja tenía planes de casarse en el futuro, añadiendo aún más dolor a la terrible tragedia. Además, algunos medios británicos han señalado que Kate no conocía a los padres de Liam y que fue en su funeral la primera vez que se encontraron.