Eugenia Martínez de Irujo se rodeó de sus familiares y amigos más cercanos para celebrar su nuevo proyecto profesional como diseñadora de vajillas junto al gran Lorenzo Caprile. Entre los invitados a la fiesta, que tuvo lugar en un restaurante del centro de Madrid, se encontraba su marido, Narcís Rebollo, y su hija, Cayetana Rivera.
También asistieron su hermano Fernando, los duques de Huéscar y un sinfín de rostros conocidos, como Mónica Cruz, la actriz Natalia Verbeke, el estilista Josie, la periodista Marta Robles, la empresaria Xandra Falcó, el abogado Juango Ospina, Nuria González o el humorista Manuel Fuentes.
Tras los saludos y los buenos deseos hacia la duquesa de Montoro y Caprile, Cayetana se pronunció sobre su ausencia en la misa en memoria de su abuela materna, celebrada el miércoles en Sevilla. "No pude ir porque tenía mucho trabajo, pero tampoco necesito esas cosas para tener a mi abuela presente. A mi abuela la recuerdo todos los días", dijo.
Cayetana, de 25 años, no quiso pronunciarse sobre las polémicas declaraciones de Cayetano Martínez de Irujo en las que aseguraba que él era el hijo preferido de la duquesa de Alba. "Yo no veo nada y entonces no me entero de nada. ¿Pero el elegido de qué? Bueno, si lo dice él, pues me alegro", respondió. Antes de unirse a la fiesta, aseguró que tenía buena relación con su tío. "Sí, yo me veo muy bien con todo el mundo".
Fernando Martínez de Irujo no dio ninguna importancia a las palabras de su hermano Cayetano. "Para los padres todos los hijos son o deberían ser iguales", comentó. Al igual que su sobrina Cayetana, Fernando señaló que no tiene ningún problema con el duque de Salvatierra. "Sí, yo me llevo bien. Intento no tener problemas con nadie", expresó.
Los duques de Huéscar tampoco estuvieron en el funeral de la duquesa de Alba, pero Fernando sentenció que "está todo muy bien" en la familia y que "todo el mundo está muy bien".
Eugenia, por su parte, habló alto y claro sobre el motivo de su ausencia. "Yo vivo y siento a mi madre como a mí me da la gana y desde luego no es yendo a misa. Para mí ella siempre está en mi corazón, siempre está conmigo. No me hace falta ir a misa para recordar a mi madre y no es ni por malos rollos, ni porque la familia esté separada", aclaró.
La duquesa de Montoro reconoció que tiene diferencias con su hermano Cayetano, pero confía en que "tarde o temprano" las aguas vuelvan a su cauce. Además, negó que le hubiera molestado que Cayetano hubiera dicho que era el hijo más querido de doña Cayetana. "Si él tiene esa percepción, creo que está equivocado, porque nada más lejos... y el resto de mis hermanos creo que tampoco opinan lo mismo, pero bueno. Mi madre nos quería muchísimo a todos y si él era el favorito imagínate yo que era la niña. Creo que mi madre nos ha querido a todos por igual", zanjó.