"Lo supimos estando de vacaciones. Nos dieron los resultados de la analítica justo cuando llegamos a la playa de Caravia, en Asturias. Fue todo idílico", nos cuenta una ilusionada Nerea Garmendia. La actriz ha anunciado en las páginas de nuestra revista su embarazo a los 45 años, junto a su pareja, Luis Díaz Núñez, a quien conoció fortuitamente en Valencia durante la pandemia, en una situación muy divertida. La presentadora ha compartido el largo camino hasta cumplir su sueño de ser madre, un bebé muy deseado que nacerá a mediados de abril. Sin embargo, el proceso no ha sido fácil, tal y como ella misma nos cuenta.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
"Alguna vez había planteado ser madre, pero no era el momento ni la persona. Aunque jamás lo descarté, por eso preservé óvulos hace nueve años", nos dice. "Conocí a Luis cuando tenía 40 años y él, 36. Desde el primer momento tuve claro que sería el padre de mis hijos, pero decidimos esperar un año para disfrutar como pareja y no ser padres sin antes conocernos bien," añade.
"Ambos pusimos de fecha un año para quedarnos embarazados, aunque el proceso lo empezamos desde el principio. Creamos los embriones con los óvulos que yo tenía congelados para conocer las posibilidades reales que teníamos de ser padres. Aunque seré madre con 45 años, empecé el proceso con 41. Una no es madre cuando quiere, sino cuando lo logra", añade.
- ¿En algún momento pensaste que la maternidad no iba a ser posible para ti?
-Sí… no ha sido fácil llegar a gestar a este bebé. Lo intentamos hace dos años y no pudo ser. Los médicos que lo han conseguido nos recomendaron que nos tomáramos un respiro antes de volver a intentarlo y volver con serenidad y tranquilidad y efectivamente lo logramos.
-Desde este punto de vista ¿crees que hay desinformación?
-Como cada vez nos conservamos mejor, creemos que nuestros óvulos también envejecen más tarde y no es así… tenemos la misma fecha de caducidad que nuestras abuelas y tatarabuelas, pero con la diferencia de que la sociedad de hoy en día ha hecho que se postergue la maternidad y con ello disminuyan las posibilidades de ser mamá de forma natural. Para mí es muy importante transmitir este mensaje y es uno de los motivos por los que he querido compartir esta noticia con vosotros. La sociedad está desinformada y siento el deber y la necesidad de contar la realidad.
"No es real"
—Háblanos de esa realidad, Nerea.
—La de veces que he oído aquello de "todavía eres joven, muchas mujeres han sido madres a los 45". Esto ¡no es real! En un altísimo porcentaje de veces han sido madres con ayuda, pero parece que decirlo te hace ser menos madre. Dejémonos de tanta apariencia y de tratar de ser perfectas y digamos la verdad. Me siento igual de mujer e igual de futura madre habiendo concebido a nuestro bebé a través de la ciencia. Y gracias a la ciencia y a un equipo humano y profesional, sin el cual hubiera sido imposible, hoy estoy embarazada.
—¿Cuándo tomaste la decisión de preservar tus óvulos?
—Fue por casualidad porque mi amiga Nagore me presentó a Yosu Franco, en una terraza de San Sebastián. Yo tenía 30 años y, como estaba totalmente desinformada, no le di ninguna importancia a su consejo de congelar óvulos y seguí con mi vida. Seis años después, me acordé de él y de sus palabras. Lo llamé inmediatamente y nos pusimos manos a la obra. Pero no fue tan fácil como yo pensaba, tuvimos que repetir el proceso dos veces más para conseguir la cantidad mínima de óvulos recomendada.
—¿Físicamente es duro?
—En mi caso no. Yo no he pasado dolor ni me he sentido más sensible en el procedimiento.
—¿Y psicológicamente cómo lo has llevado?
—Psicológicamente es más duro. Porque no solo te preparas médicamente para el día de la transferencia, también hay que organizar agendas y, lo más importante, levantarte cuando te dicen que no estás embarazada y hay que volver a intentarlo.
-¿Cómo fue el instante en que te dicen que todo ha salido bien y confirman que estás embarazada?
-Estábamos de vacaciones. Hicimos la transferencia del embrión justo después de terminar las grabaciones de MasterChef Celebrity y cogimos un mes de vacaciones. Era muy importante estar tranquila, y descansada, y aunque el programa ha sido una experiencia preciosa teníamos mucho trabajo y mucho estrés como para hacerlo antes. Para saber si estábamos embarazados nos hicimos una analítica en Avilés y nos dieron el resultado tres horas después, justo cuando llegamos a la playa de Caravia en Asturias. Un lugar muy especial para nosotros. Fue todo idílico. Luis sacó una cerveza para celebrarlo y yo un exquisito vaso de agua. Cocinamos verduras al wok en nuestra Campermendia - una camper equipada con todo lo necesario para el día a día que compramos hace tres años- y fuimos a una playa de perros que nos encanta y lo celebramos entre chapuzones, partida de palas y una buena siesta.
—Al ser un embarazo de riesgo, ¿debes guardar reposo o sigues tu vida normal?
—El primer mes fue de reposo relativo. Pero luego me dijeron que debía hacer una vida normal. El sedentarismo no es bueno. Estoy embarazada, no estoy enferma. Trabajo con normalidad actuando con mi espectáculo de teatro Con taras y a lo loco (donde he incluido un bloque sobre la maternidad) y también en la mítica serie-programa Vaya semanita, donde empecé hace 20 años y esta temporada ha vuelto. Estoy feliz por la buenísima audiencia y gran acogida que está teniendo.
—¿Hay algo que te preocupe especialmente?
—La verdad es que estoy muy tranquila. Hemos hecho el tratamiento en el hospital Ruber Internacional. Estamos en las mejores manos. Como ya os he dicho, todo ha sido posible desde que conocí a Yosu Franco, que es director de laboratorio y científico del hospital, y su equipo, las doctoras Beatriz Bueno y Silvia Iniesta, ginecólogas especialistas en reproducción. Sin olvidar a Camino Arregui, que lleva toda la gestión. Ellos me asesoran y velan porque todo salga bien. Han hecho todo tipo de pruebas, tanto genéticas como físicas. Y nuestro gran apoyo ha sido, sin duda, mi amigo y hermano Aketza López. Él es padre y ha pasado por lo mismo y ha estado día y noche preocupándose porque todo salga bien.