Millones de personas en todo el mundo conocían a Liam Payne como una superestrella de la música que salto a la fama como integrante de la banda británica One Direction, sin embargo, ayer, en su último adiós, el cantante fue recordado como hijo, padre, hermano y amigo.
Poco más de un mes después de que impactante muerte tras caer de un tercer piso de un hotel de Buenos Aires su familia y amigos más cercanos se reunieron en la iglesia St Mary the Virgin, en el condado de Buckinghamshire, en Inglaterra, para darle su último adiós en una emotiva ceremonia, marcada por su simbolismo. "Su familia ha hecho todo lo posible para organizar el servicio perfecto y darle la despedida que se merecía" declaraba una fuente cercana al cantante al diario británico The Sun. Y así fue, pues todo fue pensado y planeado para rendir un merecido tributo al artista cuya vida se apagó pocas semanas después de hacer cumplido los 31 años.
Tributos florales que hablaban con el corazón
Los restos mortales de Liam llegaron hasta la puerta del templo en un féretro azul oscuro con asas de plata coronado y a bordo de un carro transparente tirado por dos caballos que fue engalanado para esta despedida con dos originales coronas: uno de rosas blancas formando la palabra "Daddy" (Papá), de parte de su hijo Bear, de 7 años, nacida de su relación con la cantante Cheryl Cole, y otro con la palabra "Son" (Hijo), enviado por sus padres, Geoff y Karen.
Pero estos no fueron las únicas ofrendas florales que llamaron la atención, pues a la entrada de la iglesia se había colocado otro arreglo hecho con flores que representaba una serie de bolos siendo golpeados por una bola. La pieza evoca con cariño la famosa afición de Liam por este deporte, que según su actual pareja, Kate Cassidy practicaba cuatro veces por semana.
Batman, el superhéroe favorito de Liam
La admiración de Liam por el personaje de Batman también estuvo presente en su último adiós. Algunos vehículos de los asistentes llevaban calcomanías con el emblema del Caballero de la Noche, un superhéroe que Liam veneraba profundamente y cuya figura de tamaño real guardaba en su hogar.
La ceremonia también fue un reflejo de su gran corazón y aunque muy pocos sabían que Liam había dedicado gran parte de su vida a ayudar a quienes más lo necesitaban, pues era algo que el cantante había llegado con mucha discreción, sus seres queridos no quisieron dejar caer en el olvido esta bonita labor. Durante su vida Payne donó miles de libras para el tratamiento de niños enfermos y apoyó a familias en situaciones difíciles, por este motivo, y en su memoria, los organizadores del funeral invitaron a los asistentes a hacer donaciones al Hospital Infantil Great Ormond Street para la construcción de una nueva unidad de cáncer infantil.
"Liam era un ser generoso”, comentó un amigo cercano. “Saber que su legado continuará ayudando a otros habría sido su mayor orgullo".
Entre los asistentes estuvieron sus compañeros de One Direction: Harry Styles, Louis Tomlinson, Niall Horan y Zayn Malik, quienes dejaron atrás sus diferencias para unirse en este momento de dolor. También estuvieron Cheryl Cole, madre de Bear, y otros rostros conocidos como Simon Cowell y el actor James Corden.
"El vínculo entre los integrantes de la banda es inquebrantable”, dijo un amigo cercano. "Liam era el 'padre' del grupo, siempre cuidaba de todos. Su ausencia deja un vacío inmenso, pero el apoyo mutuo entre ellos es un testimonio de su amistad”.