"Me siento totalmente feliz y todavía sin creérmelo del todo… Aunque es verdad que creo que seré más consciente pasados un par de días, ya que ahora quiero estar muy centrado en el inicio con mi nuevo equipo", nos cuenta el flamante campeón del mundo de MotoGP Jorge Martín. Su sueño, el de llegar a lo más alto, se hizo realidad, el pasado domingo 17 de noviembre, en el Gran Premio Solidario Motul de Barcelona y en la que, probablemente, haya sido la carrera más 'tensa' que ha afrontado hasta ahora… porque sabía que el ansiado título estaba a apenas 'unas vueltas'.
Era una competición crucial y a su lado no podían faltar las personas que le han acompañado en este largo camino. En el box, sus padres, Ángel Martín y Susana Almoguera; su hermano, Javier, y su pareja, María Monfort —junto a su madre, Carmen Matutes, y su hermana, Lydia—, seguían con atención cada movimiento que le acercaba, un poco más, a lo alto del pódium.
Tras más de dos años juntos —los cumplieron el pasado mes de febrero—, María se ha convertido en su talismán. Lo ha acompañado en muchos circuitos y sabía que, esta vez, su novio 'se jugaba' todo en la Ciudad Condal. "La carrera se me hizo muy larga…", confiesa la influencer a ¡HOLA!: "En otras, siempre piensas que quedan oportunidades… pero este no era el caso, era la última, así que tenía ese nervio extra".
Sin embargo, Jorge cumplió con las expectativas, haciendo historia al convertirse en el quinto español —junto a Álex Crivillé, Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir— en alzarse como el mejor del mundo: "Sabía que lo sería. El año pasado no pudo ser, pero estaba segurísima de que lo conseguiría".
"Una mañana más"
"Estoy muy emocionada, Jorge y yo no paramos de decir que no nos despierten de este sueño", que comenzó, casi, como un día cualquiera. La misma mañana de la carrera, nos cuenta, fue "superdivertida". "Él y yo, por lo general, siempre nos levantamos riéndonos o haciéndonos tonterías el uno al otro, y fue una mañana así, como tantas otras. Yo creía que iba a estar muy nervioso, yo también… y para nada. Se despertó tranquilo, feliz… como siempre, y eso me transmitió mucha tranquilidad y felicidad a la vez. Fue como: si es él el que tiene el control de esto y está así de bien, yo no puedo hacer nada más por él, también tengo que estarlo".
El segundo recuerdo que guarda de aquel día fue después de estar en parrilla con Jorge, "en el box, estaba supersupernerviosa y me puse a llorar. Había un montón de gente, cámaras enfocándome… No quería que me vieran llorar e igual estuve como tres minutos, mirando a la pared…".
Con el "corazón encogido" —como nos aseguraba en otra ocasión, las motos le dan "mucho miedo"—, siguió la competición hasta que, por fin, supieron que la victoria estaba asegurada… Entonces, los nervios se disiparon, dejando paso a las lágrimas de emoción y orgullo, porque llegar hasta aquí no ha sido sencillo. "Este deporte requiere mucha concentración, mucha cabeza, mucho apoyo… Al final, hay mucho más esfuerzo del que se ve, pero ha merecido la pena y espero poder seguir acompañando a Jorge muchos más años mientras él se dedique a esto".
Una celebración constante
Aunque la celebración empezó en el box, con todo el equipo —"fue un momento superemotivo"—, horas más tarde, el deportista y María se vestían de gala para asistir a la entrega de premios, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. "Después salimos un rato, pero, de momento, no ha habido más celebración. Esta semana siguen trabajando, pero seguro que haremos más cositas adelante", nos explica. "Lo iremos celebrando en diferentes sitios, con nuestra gente, en alguna escapada… Es una constante celebración2.
La joven confía, además, en que este nuevo triunfo no cambie la vida que Jorge y ella han llevado hasta ahora, y no siente reparo ante una mayor exposición mediática: "Creo que estoy perfectamente preparada para ello. Gran parte de mi vida la muestro en redes sociales y eso no va a impedir que mi vida sea normal y corriente".
Planes de futuro
La pareja tiene mucho que celebrar. No solo este nuevo hito en la trayectoria del piloto, sino un nuevo (e importante) paso en su relación, que ya nos adelantaba, hace tan solo unos meses, en estas mismas páginas. María y Jorge compartirán una casa en Andorra, donde reside el deportista, en la que podrán instalarse a finales de este mes o en diciembre. Sin embargo —como ya nos aclaró en su momento—, no entra en sus planes vivir todo el tiempo con él.
La influencer es feliz con su madre y su hermana, sus dos grandes pilares, por lo que su idea, nos detalla, "sigue siendo estar entre Andorra, Madrid e Ibiza, donde está el resto de mi familia". Quizá, por la mudanza, "sí que estaré una temporada más larga en Andorra (con Jorge)", pero lo que sí nos avanza es que, en esta nueva etapa, continuará compaginando su trabajo con las redes sociales y la moda —su otra gran pasión—.