El próximo miércoles 20 de noviembre se cumplirán diez años de la muerte de la Duquesa de Alba. Un tiempo en el que su viudo, Alfonso Diez ha protagonizado una vida discreta y anónima, alejado de los focos y los medios de comunicación, acudiendo tan solo a unos cuantos eventos escogidos, la mayor parte de carácter benéfico y algún acontecimiento familiar.
'Fue un privilegio'
Haciendo una excepción, el que fuera último marido de la Duquesa de Alba, le dedica unas emotivas palabras en ¡HOLA! a la que fuera su mujer: “Estos diez años que han pasado desde que Cayetana se fue a otro sitio, lo único que han hecho es reafirmar el privilegio que tuvimos los que la quisimos. Y sobre todo el privilegio que tuvimos los que fuimos queridos por ella”.
Cabe destacar que lo suyo fue un amor que comenzó en 2008, cuando la pareja se encontró a la salida de una sala de cines. Juntos recordaron viejos tiempos, ya que se habían conocido años antes, cuando Alfonso acompañaba a su hermano Pedro, quien trabaja como anticuario y acudía de vez en cuando al Palacio de Liria.
Su último gran amor
Un amor que cristalizó en el momento en que contrajeron matrimonio el 5 de octubre de 2011 en la capilla del Palacio de Dueñas. Cayetana había cumplido 85 años. Alfonso fue el último gran compañero de vida de la duquesa, ese que le acompañaba en sus viajes, celebraciones y aquello que más le gustaba hacer: como ir de compras o asistir a corridas de toros. Por ella, una vez casado, hizo las maletas y desplazó su residencia de Madrid a Sevilla para estar cerca de su esposa en su adorada ciudad hispalense, concretamente se instalaron en el Palacio de Dueñas.
Querido por toda la familia
Pero el mayor mérito de Alfonso Díez fue ganarse el corazón, no solo de Cayetana, si no de cada uno de los miembros de su familia, cambiando la vida de la duquesa por completo y demostrando no tener ningún interés económico. Su matrimonio duró apenas tres años, el 20 de noviembre de 2014, de la mano de Alfonso, la vida de la duquesa de Alba se apagaba para siempre debido a una neumonía dejando a su tercer marido completamente desolado. Una tristeza que quedó muy reflejada en el romántico mensaje que Alfonso escribió en su corona de flores: "No sé si te he sabido decir lo que te he querido, lo que te quiero y lo que te querré".
Con motivo del quinto aniversario de la que ha sido la mujer más importante de su vida declaraba: "Cayetana ha sido fundamental en mis sentimientos en el pasado. En el presente, forma parte de mis pensamientos. En el futuro, cuando piense en ella, formará parte de lo mejor que he tenido en mi vida". Unas románticas palabras a las que hoy se suman las que le dedica en su décimo aniversario.