Bela Karolyi, el controvertido y legendario entrenador que llevó a figuras como Nadia Comaneci y Mary Lou Retton a la gloria olímpica, ha fallecido a los 82 años. Conocido por su increíble talento para transformar jóvenes gimnastas en leyendas, su carrera estuvo plagada de éxitos que se vieron empañados por sus duros métodos de entrenamiento y su conexión con el escándalo de Larry Nassar, el médico condenado a más de 150 años de prisión por abusos a gimnastas en Estados Unidos.
Karolyi, quien comenzó su carrera entrenando en Rumanía, ha dejado una huella complicada de igualar en la gimnasia mundial al ser responsable de las históricas victorias de Nadia Comaneci, la primera gimnasta en lograr un 10 perfecto en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Sin embargo, sus métodos de entrenamiento, descritos como "tiránicos" por muchas de las atletas que pasaron por su 'rancho' en Texas, donde él tenía su centro de entrenamiento, han sido objeto de críticas y polémica durante años. Las extenuantes horas de práctica, la estricta disciplina y el aislamiento fueron algunas de las tácticas que lo hicieron famoso, pero también le llevaron a ganarse un incontrolable número de detractores.
'Mis gimnastas son las mejor entrenadas del mundo', decía Karolyi
Karolyi nunca negó sus métodos. De hecho, en más de una ocasión defendió su enfoque al asegurar que "mis gimnastas son las mejor entrenadas del mundo", destacando los logros que obtuvo para Estados Unidos, especialmente en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, donde Mary Lou Retton se llevó el oro. Sin embargo, estos mismos métodos más tarde serían vinculados al espantoso caso de abusos sexuales del médico Larry Nassar, quien abusó de más de 160 gimnastas bajo su tutela. Aunque Karolyi no fue acusado directamente de estos abusos, las condiciones opresivas y de reclusión que imperaban en su centro de entrenamiento crearon el ambiente perfecto para que Nassar cometiera sus agresiones.
La imagen icónica de Kerri Strug
Uno de los momentos más emblemáticos de Karolyi fue el dramático salto de Kerri Strug en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. La gimnasta, con un tobillo gravemente lesionado, fue obligada por Karolyi a realizar un segundo salto para asegurar la medalla de oro por equipos. La imagen de Karolyi cargando a Strug después de su aterrizaje se convirtió en un símbolo de sacrificio, pero muchos se preguntan: ¿era necesario ponerla en esa situación? Los métodos de Karolyi, que nunca dudó en exigir lo imposible a sus atletas, continúan siendo un tema de debate.
Karolyi no fue solo un entrenador; fue un símbolo de una era en la gimnasia de élite, donde el sacrificio físico y mental de las jóvenes atletas parecía ser la única vía para alcanzar el éxito. Sin embargo, su legado está irremediablemente manchado por las denuncias de abuso, la presión constante a la que sometió a sus gimnastas y su relación con Larry Nassar, que finalmente acabó con su carrera en la gimnasia estadounidense.
Simone Biles y la dolorosa verdad sobre su legado
Simone Biles, una de las gimnastas más grandes de todos los tiempos, ha sido clara en su postura. "Yo también soy una de las sobrevivientes de los abusos de Nassar", ha dicho, refiriéndose al ambiente opresivo que se vivió en el sistema que Karolyi ayudó a crear. Aunque algunas gimnastas continúan defendiendo a Karolyi por sus contribuciones al deporte, otros no pueden olvidar el precio psicológico que tuvieron que pagar por seguir sus métodos.
El final de una era
A pesar de los escándalos, el impacto de Bela Karolyi en la gimnasia mundial es indiscutible. Su trabajo con atletas que hicieron historia, como Nadia Comaneci y Mary Lou Retton, transformó la gimnasia artística, pero para la gran mayoría pesan más sus duras prácticas para conseguir el triunfo que su medallero. Con su muerte, se cierra un capítulo crucial en la historia de la gimnasia, pero su figura continuará siendo un tema de debate, imaginamos que durante mucho tiempo más.