La familia de los Tsitsipás tiene una sintonía especial con el tenis y así se demuestra al comprobar cómo los tres hermanos juegan a un alto nivel. Si bien es cierto que la carrera de Petros Tsitsipás parece que está ligada a la del mayor de sus hermanos y la posibilidad de jugar dobles con él, las prestaciones ofrecidas por Pavlos Tsitsipás, el hermano pequeño de Stéfanos, parecen otras. A sus 19 años, el 'cuñado' de la también tenista Paula Badosa ha tomado la decisión de trasladarse a Madrid para darle el impulso definitivo a su carrera deportiva sin saber nada de etiquetas.
Sin desoír los consejos de su hermano mayor, el pequeño de la saga griega más popular de la historia del tenis quiere emprender su propio camino. De ahí que, junto a su padre, Apostolos, que le acompaña como coach (él fue futbolista y se formó a nivel universitario en ciencias del deporte, canalizando todos sus conocimientos al tenis, un deporte que siempre amó y le permitió conocer a su esposa, la también tenista Julia Salnikova), ha decidido darle un nuevo empujón a su carrera, actualmente ocupa el puesto 1.054 en el ranking de la ATP, poniéndose en forma en el recientemente renovado club de Pozuelo, David LLoyd La Finca.
”Quería vivir nuevas experiencias, probar culturas nuevas e instalarme en un sitio nuevo. Madrid siempre me había atraído mucho, tiene una gran calidad de vida, y por eso decidí instalarme pasado el verano para mejorar mi práctica y disfrutar de la ciudad", cuenta en una entrevista concedida al diario Marca. Basta ver sus 1,97 cm de altura y la compañía de su padre para dimensionar que no estamos ante una promesa cualquiera; la figura de Apostolos Tsitsipás impresiona hasta cuando intenta ceder el protagonismo al más joven de su clan.
Tras casi 15 años íntegramente dedicados como entrenador a su hijo Stéfanos, ahora llega el turno para el benjamín de la familia, que empezó a jugar en un club de tenis de Atenas cuando tenía tres años. Es consciente del largo camino que aún le queda por recorrer, y por eso se marca objetivos a corto y medio plazo. Sueña con ganar su primer título como profesional antes de que termine el año y, en el 2025, conseguir meterse entre los quinientos mejores del ranking mundial (su hermano ocupa actualmente el número 11) para poder jugar los Challengers y las rondas previas de los mejores torneos de la ATP.
Los torneos ITF de Creta en su país natal y el torneo de Chamartín del mes de diciembre serán sus últimas oportunidades de este 2024 para sumar puestos en el ranking. Para lograrlo, Pavlos tiene la suerte de contar no solo con los consejos de su padre y entrenador, sino también de sus dos hermanos mayores, el especialista en dobles Petros Tsitsipás y el gran Stéfanos Tsitsipas, actual número 12 del ranking ATP, y considerado ya a sus 26 años como el mejor tenista griego de la historia.
"Sus éxitos y su carrera son una enorme inspiración para mi, pero me encantaría que con el tiempo y por méritos propios yo también consiga hacerme con un nombre en el mundo del tenis, para no ser conocido solo como el "hermano pequeño" de Stéfanos. Ojalá que de aquí a 10 años sea conocido como Pavlos Tsitsipas, y no como el hermano de Stefanos".
Con humildad, trabajo y mucha ambición afronta Pavlos Tsitsipas el que puede ser su gran año. Quién sabe si para 2025 el destino nos deparará algún cruce en un gran torneo entre el primogénito y el benjamín de los varones del clan Tsitsipas, ya que la más pequeña de los cuatro hermanos es Elisavet, de dieciséis años, que también juega al tenis internacionalmente y posee un enorme potencial.
En cuanto a su vida sentimental, ha trascendido que Pavlos mantiene un noviazgo con la colombiana Camila Montoya, que también tuvo paso por el tenis. Nacida en Bucaramanga, jugó el circuito nacional colombiano y torneos ITF juveniles, pero se encuentra desde hace tres años en la Academia Mouratoglou, en Francia, donde tuvo la oportunidad de conocer a Pavlos.