Un incendio registrado esta madrugada en la residencia psicogeriátrica 'Jardines de Villafranca', ubicada en Villafranca de Ebro (Zaragoza), ha provocado la muerte de diez personas y ha dejado al menos dos heridos graves, según ha confirmado el Gobierno de Aragón. El aviso del incendio llegó a los Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza a las 4:57 de la madrugada. Al llegar al lugar, se encontraron con un fuego desarrollado en un ala de la residencia que generaba una gran cantidad de humo, saturando rápidamente el edificio. En el momento del siniestro, había 82 personas dentro del centro. La Guardia Civil ya baraja una hipótesis principal.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Según las primeras hipótesis, el incendio se originó en la habitación de una residente, posiblemente debido a un cigarrillo mal apagado que incendió la máquina de oxígeno. La residente de la habitación era fumadora. Esta información ha sido corroborada por la presidenta de la Asociación Aragonesa de Dependencia (ARADE), Paquita Mora, quien ha explicado: "A la espera de los resultados oficiales, sabemos que podría haber sido provocado por alguien que fumó en la habitación".
Los bomberos desplegaron 25 efectivos y una amplia dotación de recursos, incluyendo tres tanques, una autoescala, una ambulancia y un puesto sanitario avanzado. Tras extinguir las llamas y ventilar el edificio, procedieron a evacuar a los residentes al puesto sanitario instalado en las inmediaciones. Los dos heridos graves fueron trasladados al Hospital Royo Villanova de Zaragoza, uno de ellos en estado crítico.
El presidente aragonés ha confirmado que los diez fallecidos son residentes y que el fuego se originó en una de las habitaciones. Por su parte, la alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, ha indicado que dos trabajadoras del centro presentes en el momento del incendio actuaron inicialmente para intentar sofocar las llamas y auxiliar a los residentes. "Es muy duro ver a gente conocida que ha muerto. La mayoría de las víctimas fallecieron por inhalación de humo", declaró Ramírez. Además, ha explicado que una de las personas que intentó ayudar a la evacuación de las personas fue su esposo: "No había nada más que humo, no se podía ni respirar. Mi marido ha sido uno de los que ha entrado a sacar personas y yo no he podido porque tengo problemas respiratorios".
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, se trasladó al lugar del suceso, suspendiendo su agenda en señal de duelo. En un mensaje en redes sociales expresó su "consternación" y envió sus condolencias a las familias de las víctimas. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también manifestó su pesar, destacando su deseo de una pronta recuperación para los heridos. "Todo mi cariño y pésame a las familias y compañeros de los fallecidos, a los trabajadores del centro y al conjunto de los aragoneses".
Además, el Gobierno de Aragón habilitó un número de atención para los familiares de los residentes afectados por el incendio (976 715 980), así como un punto de atención presencial en el Ayuntamiento de Villafranca.
La residencia 'Jardines de Villafranca'
La residencia 'Jardines de Villafranca' es un centro psicogeriátrico especializado en el cuidado de personas con diferentes grados de dependencia, incluyendo casos de demencia y trastornos de salud mental. Con capacidad para 72 plazas, 50 de ellas concertadas por la DGA, el centro está diseñado en una sola planta para eliminar barreras arquitectónicas.
Aunque contaba con sistemas de seguridad, la rápida propagación del humo fue el factor crítico que ocasionó las muertes. Las autoridades investigan la posibilidad de que el incendio comenzara en un colchón en una de las habitaciones.
Futuro de los residentes
Ante la gravedad de los daños, las autoridades estudian la posibilidad de trasladar a los supervivientes a otras residencias de la región. Un arquitecto municipal evaluará el impacto estructural en el edificio antes de tomar una decisión definitiva.
Esta tragedia ha dejado completamente conmocionada a esta pequeña localidad de Villafranca de Ebro, donde sus apenas 800 habitantes aún continúan preguntándose qué es lo que ha podido suceder a la vez que lloran la pérdida de algunos de sus vecinos.