La prensa italiana habla de 'deshielo'. O, por utilizar otra metáfora, que ha caído el Muro de Berlín y la Guerra Fría ha terminado en pro del colaboracionismo entre las partes. Porque desde que Alice Campello y Ávaro Morata anunciaran el fin de su relación, el pasado mes de agosto, su 'Entente Cordiale' ha pasado por diversos estadios: de la buena sintonía que parecían querer trasladar con sendos comunicados, a abrir un abismo insondable entre los dos, dejándose de seguir en redes, que ya saben que es el mayor indicativo de que las cosas marchan fatal en la nueva Sociedad de la Información. Sin embargo, ahora, tal y como vemos en estas imágenes, o las dificultades entre el futbolista y la empresaria han quedado atrás, o es que han establecido nexos de unión por el bien de los niños, aunque la procesión vaya por dentro. Unas fotos captadas antes del accidente que sufrió el jugador durante un entrenamiento: un golpe en la cabeza con Pavlovic, que lo llevó de urgencias al Hospital de Legano con traumatismo craneoencefálico. Afortunadamente, sin consecuencias graves al cierre de estas páginas.
Sea como fuere, el exmatrimonio, que ha trasladado su residencia a Milán, aunque ambos lo hayan hecho en tiempos distintos y casas separadas, volvió a encontrarse. Ha sido este último fin de semana, después de volver a seguirse en IG e intercambiarse mensajes cercanos y afectuosos. Así es como, precisamente, podemos verlos en estas imágenes: paseando con sus cuatro niños por las calles del distrito de Brera. Un domingo en familia que, quién sabe, tiempo al tiempo, podría volver a estar unida.