El Rastrillo de Nuevo Futuro tendrá lugar del 14 al 17 de noviembre en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. Una cita muy especial para Simoneta Gómez- Acebo, quien desde niña acude a este mercadillo solidario acompañando a su madre, la infanta doña Pilar, una de sus fundadoras y máximas impulsoras. En un año especialmente complicado para la familia Gómez-Acebo Borbón, que ha perdido a dos de sus miembros en cinco meses (los hermanos Juan y Fernando), Simoneta, todo entereza, afronta con toda la ilusión posible una nueva edición de este Rastrillo, uno de los eventos más esperados de la capital.
—Llevas muchos años implicada en el Rastrillo de Nuevo Futuro, ¿qué recuerdos tienes allí siendo niña?
—Me acuerdo cuando empezamos en el Palacio de Congresos de Madrid, que sería el segundo o tercer Rastrillo que se celebraba. Era muy pequeña y mi madre me ponía a vender papeletas a 25 pesetas —recuerda entre risas—. Eran otras dimensiones, otro Rastrillo y otra España, pero la alegría continúa intacta. Siempre he ansiado la época del Rastrillo.
—¿Fue tu madre quien te inculcó su amor por él?
—Mi madre nos explicaba a todos los hermanos lo que era Nuevo Futuro, pero adaptándolo a la mentalidad de un niño. Nos decía que había que ayudar a otros niños que no tenían la suerte de tener unos padres como teníamos nosotros, que jugaran con ellos, los protegieran y los acompañaran. Que había que ayudarlos y hacer lo posible para que tuvieran ese ambiente familiar.
—¿Recuerdas alguna anécdota divertida o entrañable de todos los años en los que has colaborado con el Rastrillo de Nuevo Futuro?
—Cuando estaba 'La Parrala', que era de flamenco, mi abuela nos hacía bailar a las nietas y sobrinas. Yo, que soy bastante vergonzosa y debía tener 16 años, una edad con pudor, lo pasaba francamente mal —admite riendo—.
—Algún año ha colaborado con el Rastrillo tu tío el Rey Juan Carlos, cediendo prendas para subastar…
—Bueno, él cada año nos envía ropa. Este año ya me ha mandado cinco trajes para vender en mi puesto, que es de ropa de segunda mano. Espero que se vendan estupendamente bien. Siempre es así.
—Haciendo un paréntesis, durante el mes de octubre pasaste con él unos días en Sanxenxo, ¿cómo le encontraste?
—Está muy bien, de muy buen humor, muy contento y en paz consigo mismo.
—¿Puedes hablarnos más de tu puesto?
—Es muy variado y atractivo. Tengo una zona de ropa de segunda mano de marcas de renombre, de personas que nos la donan con beneficios totales para Nuevo Futuro, y otra parte a los que les cobramos un porcentaje por vendérsela, que va a la ONG y a ellos le devolvemos parte del dinero. Me ayuda mi prima Blanca Gómez- Acebo. Luego hay una persona que vende perfumes de ambiente de hogar de Barcelona, que tiene muchísimo éxito, y mi mejor amiga que vende unos calcetines ingleses fantásticos.
—También regentas el bar Puerta del Sol en el Rastrillo.
—Sí, no sé si es por herencia de mi madre —suelta una carcajada— que me gusta lo del bar. Tengo muchos amigos que me ayudan y dos primas increíbles, Alicia y Beatriz Moreno de Borbón, que se ocupan de toda la intendencia.
—Además de tu trabajo en el Rastrillo, eres patrona de la Fundación Nuevo Futuro, ¿en qué consiste tu trabajo?
—Nos reunimos cada 15 días. Este año, por mis circunstancias personales, no he podido estar tan presente, pero es la primera vez que he flaqueado tanto. La semana de Rastrillo es importante porque es lo que nos permite seguir funcionando durante todo el año, alimenta nuestro motor junto con las subvenciones públicas.
—¿Cómo recuerdas a tu madre, la infanta doña Pilar, durante esta cita benéfica?
—Feliz, igual de feliz que lo soy yo. En eso éramos muy parecidas. Compartíamos nuestro amor a esta institución y nuestro trabajo. Es verdad que ella estaba mucho más implicada que yo. Fue una de las fundadoras y el Rastrillo siempre ha sido 'la niña de sus ojos'.
—¿Te gustaría que en un futuro tus hijos continuaran con la tradición familiar y se implicaran también?
—Eso va con cada uno, yo no soy nada de imponer. A mí nadie me forzó a trabajar en Nuevo Futuro, ni siquiera mi madre me lo pidió, fui yo quien lo eligió libremente. Mis hermanos no siguieron ese camino y no pasa nada. Aunque es verdad que me encantaría que alguno de mis hijos se implicara, tiene que salir de ellos.
—¿Asistirán la Reina Sofía o la Reina Letizia este año?
—No tenemos aún confirmación oficial, creemos que la Reina Sofía sí. La Reina Letizia este año me imagino que estará más pendiente e implicada con los problemas de la tragedia de Valencia. Lo que sí puedo confirmar es que esta edición será inaugurada por la infanta Elena.
—Este 2024 ha sido difícil para tu familia, ¿cómo os encontráis?
—Asumir la falta lleva un poco de tiempo; lo asumiremos y tiraremos para adelante. Nos hemos quedado muy solos. Lo malo ha sido que las pérdidas han sido muy seguidas y no nos ha dado tiempo a digerirlas. Estamos aún asumiendo que nos faltan dos. Aunque soy positiva y estoy convencida de que mis dos hermanos están en un sitio mejor y con mis padres.
—En Navidad, ¿te reunirás con tus hermanos en casa?
—Seguiremos reuniéndonos, seremos menos —afirma con emoción—, pero recomponiéndonos como familia. La Navidad es una época muy familiar. Por nuestros jóvenes y nuestros hijos hay que hacer un esfuerzo de alegría. Hay otras muchas cosas buenas que han pasado por las que hay que dar gracias.