Acaba de aterrizar en nuestras pantallas Detective Touré, un thriller policíaco y de misterio. No solo se trata de una nueva serie de investigadores, sino que además marca un hito al ser la primera ficción española protagonizada por un actor de color. Aunque este hecho histórico no pasa desapercibido, Malcom Treviño-Sitté, el intérprete que ha logrado esta proeza, prefiere que se le reconozca más por su trabajo que por su tono de piel.
Treviño-Sitté, de 43 años, da vida al vital y carismático Mahamoud Touré, un inmigrante guineano asentado en Bilbao. Touré se gana la vida como un improvisado detective, resolviendo casos que afectan a los vecinos del multicultural barrio de San Francisco. Su pericia, intuición y particular sentido del humor le llevan a ganarse la confianza de la Ertzaintza. Pero sus investigaciones también lo arrastrarán a una compleja trama de drogas y tráfico humano que pondrá en riesgo su vida y la de su hija.
A partir de ahí, Mahamoud se enfrentará a desafíos y misterios de diversa índole, que resolverá de la forma más creativa e inesperada posible gracias a su ingenio y potente personalidad. Este investigador está basado en las novelas del escritor Jon Arretxe, pero, en palabras de Treviño-Sitté, su Touré es un padre de familia menos oscuro que los libros, al que el actor ha aportado su propio toque, incorporando gestos y una comicidad visual que hacen del personaje algo único.
Cuando su representante llamó a Malcom para comunicarle que le habían elegido para este papel, el actor, acostumbrado a interpretar roles secundarios y convencido de que se debía a un error, le pidió que hablara de nuevo con la productora para confirmarlo. Ahora, con su primer protagonista ya convertido en realidad, ha logrado despertar el cariño del público por su personaje y también su curiosidad por conocer al artista que hay detrás.
Malcolm Treviño-Sitté nació en 1981 en Malabo, Guinea Ecuatorial, y se trasladó a Madrid a los 11 años cuando su hermana se casó con un español. "Me he criado en España, soy 'afrovallecano'", explicaba recientemente en la rueda de prensa de Detective Touré en el South International Series Festival. Allí, sorprendía a los asistentes al compartir algunas de sus vivencias, como aquella vez que, mientras corría por El Retiro, un policía le pidió el DNI. "Cuando el agente vio que era español, me dijo: 'Para ser español, hay que serlo de sangre", y me enseñó su piel", recordó el intérprete, quien añadió que "normalizar a través de la ficción ayuda a la vida real".
El actor se diplomaba en Arte Dramático por la Escuela Metrópolis en 2003, pero su formación no terminaba ahí. Malcom continuaba ampliando sus estudios con maestros de la interpretación como Nadia Rodríguez, Matilde Fluixá y Fernando Guillén Cuervo. Su debut en el teatro llegaría en 2008, cuando formó parte de la obra Tío Vania en el Centro Dramático Nacional de Madrid. A esta primera experiencia le seguirían otros montajes teatrales hasta que, en 2012, se unía a la compañía Réplika Teatro.
De manera simultánea, Malcom comenzaba a trabajar con asiduidad en televisión, participando en series como Aquí no hay quien viva , La que se avecina o Periodistas. Sin embargo, la popularidad le llegaría gracias a su personaje de Balotelli en El chiringuito de Pepe, donde daba vida a la pareja de Blanca Portillo, de quien asegura que aprendió mucho. Este papel le llevaría a participar en otras ficciones como Vergüenza y Antidisturbios, ambas de Movistar Plus+, además de en Dos vidas para TVE, Érase una vez... pero ya no para Netflix, protagonizada por Sebastián Yatra y Nía, y la más reciente, Romancero, en Prime Vídeo.
En el ámbito cinematográfico, Treviño-Sitté ha trabajado en importantes proyectos como La conjura de El Escorial, Palmeras en la nieve, Es por tu bien, El cuaderno de Sara (junto a Belén Rueda), Lo nunca visto, Salir del ropero y la adaptación cinematográfica de la novela Delfines de plata de Javier Elorrieta.
Malcom no es solo un actor reconocido, también es un firme defensor de la inclusión y la diversidad en la industria. En la última gala de los Goya, presentó un premio junto a Toni Acosta y aprovechó para hacer un llamamiento a una mayor representación racial en el cine español. Con más de dos décadas de trayectoria profesional a sus espaldas y tras haber ido de agencia en agencia en Madrid, el actor ha pasado del teatro al cine y la televisión, convirtiéndose en un rostro popular. Su carrera es el ejemplo claro de un "secundario de lujo" al que, por fin, le llega su oportunidad para ser protagonista con Detective Touré, algo que Treviño-Sitté no piensa dejar escapar.
Como curiosidad, en 2017 lo vimos como al Rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes de Madrid, cumpliendo así el sueño de muchos niños y repartiendo ilusión en la noche más mágica del año. Entre sus ídolos se encuentran Eddie Murphy, Mario Moreno 'Cantinflas', Charles Chaplin o Jim Carrey, actores que, para él, representan un espejo en el que mirarse por su habilidad para hacer reír a los demás.
A través de su carrera, Malcom Treviño-Sitté ha demostrado que el talento, la perseverancia y la autenticidad son clave para romper barreras. Con Detective Touré, no solo se pone en el centro de la acción, sino que también deja claro que hay espacio para nuevos rostros en la televisión española.