Quién le iba a decir a Tamara Ecclestone que un viaje navideño a Laponia, la tierra de Papá Noel, le iba a salir tan caro. Horas después de iniciar esta aventura familiar, unos ladrones accedieron por el jardín a su residencia, ubicada en una de las zonas más exclusivas de Londres. A los delincuentes les bastaron 50 minutos para desvalijar las cajas fuertes donde la hija de Bernie Ecclestone y JayRutland, su esposo, guardaban sus más preciados bienes. Ocurrió un viernes po rla noche, el 13 de diciembre de 2019, cerca del palacio de Kensington y en una delas zonas residenciales más vigiladas de la capital británica. Cinco años después de aquello, Tamara Ecclestone no deja de darle vueltas a ese robo, que parece de película, por la extremada minuciosidad de los tres delincuentes, quienes asaltaron la mansión con un plan trazado al milímetro que incluía por dónde entrar–parece ser que por una ventana sospechosamente abierta– y qué se encontrarían en la mansión. Recientemente, la heredera de la Fórmula 1 ha hablado por primera vez de este suceso que le cambió su forma de ver la vida. Aunque con prudencia, ha asegurado que cree que aquel fue un trabajo realizado “desde dentro”, y teme que alguno de los perpetradores de aquel delito salga impune.
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A los asaltantes les bastó una hora para llevarse cerca de 400 joyas escondidas en distintas cajas fuertes, ocultas estas en algunas de las 57 habitaciones de la casa; ciertas joyas tenían un valor estratosféricamente calculable y otras, un gran significado personal para la heredera. Por ejemplo, entre las piezas robadas estaban el brazalete de diamantes que su marido, célebre marchante de arte, le regaló por su boda, con un valor de casi 100.000 euros; y se cree que los malhechores pudieron llevarse también dos de sus anillos de compromiso, que tenían un coste de 300.000 euros cada uno. Además, el matrimonio contaba con una colección de relojes de alta gama de quedarse sin aliento, que no pasó desapercibida para los ladrones.
La alta sociedad londinense se escandalizó, y preocupó, porque el robo, calificado por algunos como “el robo del siglo”, se realizó “en una de las casas más seguras de Londres y en una de las calles más protegidas”. Como botón de muestra para calibrar el significado de este asalto, basta con mencionar el nombre de alguno delos vecinos de Jay Rutland y Tamara Ecclestone: el sultán de Brunéi: Wang Jianlin, el hombre más rico de China entonces y conocido en España porque llegó a tener un diecisiete por ciento de las acciones del Atlético de Madrid; Roman Abramóvichy, por supuesto, los Duques de Cambridge.
Los ladrones lograron superar los estrictos controles de seguridad; entre ellos, pudieron eludir a los agentes de policía del Grupo de Protección Diplomática que patrulla el área de manera permanente. Meses después del robo, aunque Tamara Ecclestone prácticamente ha dado por perdido todo, ofreció una recompensa millonaria, unos siete millones de euros, a quien aportara a la policía la información necesaria para recuperar sus joyas: “Si bien he llegado a aceptar que es probable que nunca vuelva a ver mis pertenencias –escribió en sus redes sociales, donde la siguen casi medio millón de personas–, ofreceré una recompensa del 25 por ciento del valor de todo lo que la policía pueda recuperar como resultado de la información que haya proporcionado una fuente fiable”.
Los detenidos y sus circunstancias
En noviembre de 2021, la policía presentó a tres sospechosos que, tras declararse culpables de conspiración para robar, fueron formalmente acusados del asalto a la residencia de Tamara Ecclestone: Jugoslav Jovanovic, Alessandro Maltese y Alessandro Donati. Aunque un empleado de limpieza también fue acusado, finalmente se probó su inocencia. El Tribunal de la Corona de Isleworth fijó la condena: a Alessandro Donati, de cuarenta y seis años, le cayeron ocho años de prisión y, a los otros dos acusados, once años a cada uno. Sin embargo, el pasado mes de enero, Tamara Ecclestone mostró su profundo disgusto al saber que Alessandro Donati había sido puesto en libertad en virtud del régimen de excarcelación anticipada para presos extranjeros.
Tras el robo, Donati había huido a su Italia natal, pero en octubre de 2020 fue arrestado y extraditado al Reino Unido. Pues bien, en diciembre de 2023 ya estaba de vuelta en Milán. Angelo Pariani, su abogado, confirmó la noticia: “Cumplió la condena que le correspondía y fue liberado tras aceptar ser deportado a Italia. Ahora puede hacer lo que quiera. Su obligación con el sistema judicial ha terminado […] Me imagino que la señora Ecclestone ha sido informada. Él no tieneni idea de dónde están los objetos robados que se llevaron. Lo más probable es que estén en Serbia. Él no tiene nada […] Ha admitido que participó en los robos, pero no se llevó veintiséis millones de libras […] La policía no encontrará nada con mi cliente”.
Los investigadores siempre pensaron que los tres detenidos no habían sido los únicos involucrados en el robo. Otro nombre surgió en junio de este año, en relación a este delito, Daniel Vukovic. Al parecer, este personaje misterioso vive en Serbia y responde al nombre de Ljubomir Romanov, pero no ha sido extraditado al Reino Unido. Su nombre no ha aparecido solo en el caso de Tamara Ecclestone. En diciembre de 2019, ella no fue la única que se enfrentó a un robo millonario. Otras dos mansiones londinenses corrieron la misma (mala) suerte por parte de esta banda internacional de malhechores: la casa de Frank Lampard, exfutbolista del Chelsea, y Vichai Srvaddhanaprabha, el multimillonario tailandés, propietario del Leicester City.
La BBC ha seguido de cerca este caso y, en particular, la participación del misterioso Daniel Vukovic en todo esto. Según fuentes judiciales citadas por la Corporación Británica de Radiodifusión, Vukovic había invertido dinero, probablemente derivado de “actividades delictivas” en Gran Bretaña. En los últimos tiempos, Vukovic se ha hecho con coches de lujo, propiedades inmobiliarias, en Belgrado, y más gastos que pudieron ascender a más de dos millones de euros. ¿Este enriquecimiento repentino, y esa ostentación de poder económico, tuvo algo que ver con los asaltos a las fastuosas casas londinenses?
Así cambió la vida de Tamara
Tamara es madre de dos niñas, Sophia y Serena. Ellas son lo que más le preocupa a la empresaria e influencer en este clima de inseguridad. En 2019,pudo mantener a sus hijas al margen del robo, pero la mayor, de diez años, ya accede a internet y no es fácil ocultarla lo que pasó, ni lo que podría pasar si no son cautos. Cabe recordar que en la familia han vivido sustos mayúsculos, como cuando la suegra de Bernie Ecclestone, Aparecida Schunck, fue secuestrada en Brasil, en 2016. Por eso, en la actualidad no se atreve a salir sin sus dos guardaespaldas.
Sobre las secuelas psicológicas que le dejó el robo ha dicho, según compartió el Daily Mail: “Definitivamente me ha hecho sentir que las cosas no son siempre loque parecen. No siempre puedes confiar en la gente en la que crees que puedes confiar. Es una lección que he aprendido una y otra vez”. Tamara Ecclestone se siente frustrada y triste por esta desconfianza crónica con la que vive, por la pérdida de cuatrocientos objetos que le arrebataron de su casa, por ese asalto al corazón de su familia y por sentir una decepción enorme al saber que otras personas involucradas en el robo “probablemente nunca serán extraditadas al Reino Unido”.
Por otro lado, en la vida de Tamara hubo aún más sorpresas por esos meses, porque a los ochenta y nueve años su padre Bernie se convirtió en padre por cuarta vez, al lado de Fabiana, la abogada brasileña que enamoró al magnate dela Fórmula 1. Ace, la bebé, vino a traer un soplo de esperanza en momentos grises para los Ecclestone.