Vicente Ruiz, o más conocido como El Soro, está viviendo un auténtico calvario tras haber tenido que pasar por quirófano hasta en 49 operaciones. Fue en 1994 cuando sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda que le provocó su retirada de los ruedos. Desde entonces, el diestro no ha vuelto a ser el mismo, y más teniendo en cuenta que ha tenido que ser operado en numerosas ocasiones para poder recuperar su movilidad. A pesar de la desgracia y el sufrimiento que tantas cirugías le provocan, gracias a ellas, el torero sigue vivo.
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El que fuera un gran torero, es procedente de la Comunidad Valenciana, concretamente de Foios, en la comarca de la Huerta Norte. Tal y como él mismo ha contado en el programa de Y Ahora Sonsoles, él tenía una comida el terrible día en el que la gota fría arrasó en nuestro país, cobrándose más de 200 vidas y dejando decenas de desaparecidos, el pasado martes 29 de octubre. Un almuerzo que se iba a celebrar el Alfafar junto a un grupo de amigos, pero que no se produjo gracias a que le programaron una nueva operación al día siguiente: "Fue un milagro porque todos los martes nos reunimos en Alfafar para comer y después cambiar impresiones", comenzaba explicando
Y es que El Soro canceló la comida gracias a que le atrasaron la operación, ya que desde hace cinco años se reúne con un grupo de amigos ,en el que se encuentra su suegro, a comer y compartir confidencias en un restaurante en Alfafar: "A mí ese martes me iban a operar, pero me retrasaron al miércoles, por lo que yo podría haber ido a la comida, pero luego dije, mira, yo no voy porque como me operan mañana, no está la cosa para comidas y tal y no fuimos. Qué milagro de Dios, porque nos hubiera llevado la riada a todos. La pierna mía toda la vida quejándonos de ella, y me ha salvado la vida una vez más", ha finalizado contando.
Además, una de las colaboradoras que se encontraban en el plató de Sonsoles Ónega, ha desvelado cuáles fueron sus primeras palabras tras someterse a esta última operación: "Lleva dos años y medio tomando antibióticos y eso no hay cuerpo que lo resista. Está sumido en un proceso de enfermedad pero cuando salió del quirófano, lo primero que dijo es que quería organizar un festival solidario para recaudar fondos para ayudar a todas esas personas damnificadas". Y así va a ser, ya que ya está manos a la obra junto a Victorino Martín, quienes han emitido un comunicado de manera conjunta: "Nos planteamos la organización de varios festivales en las principales ciudades españolas para intentar echar un capote a los damnificados de la catástrofe".
A pesar de este milagro, El Soro está muy agobiado con tantas operaciones y su mayor miedo es perder la pierna: "He vivido momentos trágicos. La amputación siempre está ahí. A mi padre ya se la amputaron, a un hermano mío y a un tío también. A esto se suman las cornadas, si me ves en bañador, parezco un mapamundi". Su mujer, Eva Rergel, también ha explicado cómo están viviendo esta situación: "Él no quiere que se la corten porque tiene una historia familiar en la que sufrieron amputaciones. Entonces él tiene en mente que en su familia, todos se han muerto".
Fue en 1994 cuando el torero valenciano tuvo que retirarse, después de que en abril de ese año, al salir de poner un par de banderillas se lesionó de gravedad en la rodilla derecha después de tomar la alternativa en Valencia el 14 de marzo de 1982 de manos de Paco Camino, con Rafael de Paula como testigo. A pesar de todo, con mucho trabajo y esfuerzo, El Soro volvió a vestirse de luces 20 años y 56 operaciones después en agosto de 2014 en el día de la Virgen del Patrocinio, patrona de su pueblo y apareció en la plaza de toros de Xàtiva bajo los gritos de '¡Soro, Soro, Soro!', de todos los allí presentes.