Tom Parker Bowles, el hijo de la Reina Camilla, es escritor gastronómico y crítico de restaurantes desde hace 24 años. Hasta ahora, había evitado hablar de la Familia Real, y mucho más escribir sobre esta. Pero en su último libro, Cooking and the Crown. Royal Recipes from Queen Victoria to King Charles III, revela, con todo detalle, los hábitos de alimentación y preferencias gastronómicas de la realeza británica. "Sabía que estaba metiendo la cabeza en la boca de un león, pero si no puedo hacerlo ahora, después de un cuarto de siglo escribiendo sobre comida, ¿cuándo podré hacerlo?" reconoce.
"No quería frivolizar en una afirmación como: “Chicos, esta es mi historia sobre cómo comen los Reyes”. Tampoco quería que fuera: “Oh, mírame, ¿no soy afortunado? Yo tengo acceso a todo esto y tú no”. Aunque, por supuesto, en algunos círculos esto se verá como nepotismo", afirma con simpatía.
Tom se reúne con ¡HOLA! en uno de sus restaurantes favoritos de Londres para tomar un café. Su compañía es muy grata. Se trata de alguien charlatán, autocrítico y que posee un gran sentido del humor, una característica que debe a Camilla, su madre, quien «es muy buena para reírse en momentos inapropiados», nos cuenta. Tener sentido del humor es una de las muchas cosas que Tom le agradece. "A veces, en una cena, a ella le gusta llamar tu atención y te lanza una mirada con intención o pone los ojos en blanco y eso puede hacer que te gane la risa. Ella consigue sacar su sentido del humor en casi todo".
Recetas reales
El libro de Tom, Cooking and the Crown (La cocina y la Corona) fusiona el paso de la historia con recetas, incluidas algunas de su madre, y presenta platos relacionados con todos los soberanos, desde la Reina Victoria hasta el actual Rey Carlos.
Inspirado por un libro que le regaló Camilla, escrito por un chef real que sirvió a cuatro Reyes, su idea original era terminar con la Reina Isabel II, con quien coincidió en dos ocasiones. La primera vez, cuenta que tuvo lugar cuando él aún era muy joven. El nerviosismo motivó que le hiciera una reverencia en vez de inclinarse. La segunda ya fue en la boda de su madre (con el entonces príncipe de Gales, en 2005), cuando, junto a hermana, se perdió por el castillo de Windsor. «Y de repente, allí estaba ella, la gran dama diciendo: “Vamos”. Los dos estábamos aterrorizados y sobrecogidos».
Cuando Isabel II murió, en septiembre de 2022, y el príncipe Carlos se convirtió en Rey, Tom pensó que "no podía escribir un libro sobre la comida de la realeza sin incluirlo". Pero primero tuvo que pedir permiso. "No habría sido posible sin Palacio y sin el Rey", dice, y describe al monarca como "el hombre más amable, erudito y encantador. Es alguien con quien puedes hablar sobre comida y es como asistir a la cátedra de un académico".
Tras trabajar como relaciones públicas con estrellas de Hollywood, fue despedido. Consiguió una columna sobre comida en una revista y así comenzó su exitosa carrera
Sin privilegios
Sobre el Rey y la Reina como equipo, observa: "Se compenetran muy bien. Trabajan bien juntos y nos alegramos de que nuestra madre sea feliz". Tom insiste en que no se le dio ningún acceso especial al material de archivo en el que se sumergió, descubriendo algunos detalles fascinantes: la suntuosidad de los platos preparados, incluida la langosta de Eduardo VII para las onces, así como algunos de los mitos, incluido el 'delicado' apetito de la Reina Victoria (que de hecho, era bastante glotona).
Tampoco era todo "hojaldre asado y lengua de alondra". A partir de Victoria, hubo una apreciación de la buena y sencilla comida británica.
Ha comido en casas reales "sorprendentemente poco", ocasionalmente en Clarence House, en algunas de las fiestas de cumpleaños de Carlos y en la cena de la coronación. Tom, de 49 años, asistió junto a su hermana, la marchante de arte Laura Lopes, de 46, y algunos de sus hijos —Freddy, el hijo de Tom, de 14 años, así como Gus y Louis, los gemelos de Laura, de la misma edad, quienes ejercieron como pajes de honor—. Además de Freddy, Tom tiene una hija de 17 años, Lola, con su exmujer, la editora de moda Sara Buys.
"Mi madre no bebe ginebra y no fuma desde hace muchos años", dice refiriéndose a la caricatura de fumadora y bebedora empedernida que se ha construido en torno a Camilla a lo largo de los años. Desvela que ella se lo toma con humor
En el candelero real
La transición de su madre hasta convertirse en Reina ha sido gradual. Desde su compromiso, cuando al principio tuvo guardaespaldas, hasta recibir el título de duquesa de Cornualles tras su matrimonio y, finalmente, ser coronada como Reina. El papel de Camilla, al irse desarrollando de forma progresiva, ha facilitado a Tom adaptarse al nuevo estatus de su progenitora. "Vengo de una familia muy relajada", dice Tom, cuyo padre es el oficial retirado del Ejército Andrew Parker Bowles, con quien Camilla se casó en 1973 y se divorció en 1995. "Todos nos reunimos en torno a la mesa. A todos nos encanta la comida y a todos nos encanta beber".
"Aunque no, mi madre no bebe ginebra y no fuma desde hace muchos años", dice, refiriéndose a la caricatura de fumadora y bebedora empedernida que se ha construido en torno a Camilla a lo largo de los años: "Hay fotos suyas de hace años fumando un pitillo. Ella se lo toma, como siempre, con buen humor".
Juntos somos más fuertes
Tom disfrutó de lo que él describe como una "encantadora y feliz educación inglesa" en Wiltshire, con una comida estupenda; la especialidad de su madre era el pollo asado. Tras estudiar en Eton y en la Universidad de Oxford, su carrera no empezó en el mundo de la gastronomía, sino como relaciones públicas en la industria cinematográfica, donde se ocupaba de visitar y atender a las estrellas de Hollywood. "Los llevaba a divertirse. Eran los años noventa, entonces todo era muy diferente. Me metía en todo tipo de problemas", añade. Le despidieron de su trabajo por «faltar a demasiadas reuniones» y, con el tiempo, consiguió una columna sobre comida en una revista, así empezó su exitosa carrera.
En 1995, se conoció la relación de Camilla con Carlos y Tom se convirtió en blanco de la mirada pública. "Cuando todo estaba pasando, yo estaba en Eton. Estaba rodeado de gente cuyos padres eran noticia —príncipes y duques—. Y para cuando estaba ocurriendo, yo tenía 17 o 18 años, así que ya era bastante mayor, por lo que nunca supuso un problema", insiste.
"La familia lo es todo", expresa. "Como también puedes ver con los Middleton, en nuestra familia, cuando las cosas empiezan a ir mal, acudes a ella", dice él, refiriéndose al fuerte vínculo compartido entre la princesa de Gales y sus padres y hermanos
"La familia lo es todo —expresa—. Como también puedes ver con los Middleton, con nuestra familia, cuando las cosas empiezan a ir mal, acudes a ella", dice él, refiriéndose al fuerte vínculo compartido entre la princesa de Gales y sus padres y hermanos. Sin embargo, sigue necesitando resiliencia para soportar un escrutinio tan intenso: "Mi hermana y yo siempre hemos tenido confianza, porque hemos tenido una familia cariñosa que nos da seguridad". A menudo se sintió protector con su madre, dada "la agresividad de los “paparazzi”, los gritos, los aspavientos y el hecho de que ella no tenía una red que la protegiera. Recuerdo persecuciones a gran velocidad por la carretera que eran increíblemente peligrosas".
¿Alguna vez estuvo enfadado o resentido con ella? "No. Nunca, nunca, nunca. Siempre ha sido —y esto no es solo cuestión de imagen— una gran madre". Ella fue ''increíble', por ejemplo, cuando la novia de Tom, la periodista Alice Procope, murió de cáncer en 2021. "Es en esos momentos cuando realmente necesitas a una madre y a un padre, cuando las cosas se ponen feas. Y ahora, por eso, siempre estamos ahí para ella, porque ella siempre está ahí para nosotros".
Ahora, Tom mantiene una "relación muy feliz" con su actual novia. También se ha puesto las pilas en cuestión de salud, bebiendo y comiendo menos y tomando clases de pilates. "Todos los demás tienen 20 años y están tonificados y esculpidos", dice cargado de ironía. A pesar de sus frecuentes apariciones televisivas en MasterChef, donde es jurado, y Saturday Kitchen, no tiene ningún deseo de encabezar su propio programa. Le ronda la idea de escribir su primera novela, "una gran historia de aventuras a la vieja usanza", pero hay un obstáculo: "Vivo pendiente de “fechas límite”, así que difícilmente lo haré», dice con una sonrisa resignada, pero feliz. "Para mí, el paraíso es mirar mi agenda y darme cuenta de que tengo toda una semana en blanco, aparte de un par de obras por escribir y algunas comidas fuera".
Recetas reales
Ginebra & Dubonnet de la reina madre
A pesar de las vastas y magníficamente surtidas bodegas del castillo de Windsor y del palacio de Buckingham, los soberanos, desde la Reina Victoria hasta el Rey Carlos III, no eran (ni son) grandes bebedores. Y aunque a la Reina Madre se la recuerda cariñosamente por su afición a una que otra copita y a que nunca se pasaba sed en sus espléndidos almuerzos, se trataba más bien de una actitud de generosidad como anfitriona. A continuación: un cóctel muy apreciado tanto por la difunta Reina como por la Reina madre, que se tomaba antes del almuerzo. Tiene una emocionante mezcla de sabores dulces y amargos.
Una copa:
• 2 partes de Dubonnet
• 1 parte de ginebra
• 4 cubitos de hielo
• 1 rodaja de limón
Vierta la bebida en un vaso con hielo y mezcle bien. Adorne con la rodaja de limón.