El documental Los hermanos Menéndez y la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, disponibles en Netflix, no solo se han convertido en grandes éxitos en la plataforma de streaming, sino que, además, gracias a su repercusión han rescatado del olvido y reabierto el caso estos dos hermanos, condenados en los años 90 por el brutal asesinato de sus padres. Este renovado interés ha generado un debate público sobre su condena y la posibilidad de clemencia para los Menéndez, quienes han pasado más de tres décadas en prisión. A medida que las discusiones sobre el abuso infantil y la rehabilitación se intensifican, el camino hacia su libertad podría estar más cerca que nunca.
La historia de los hermanos Menéndez ha dado un giro inesperado, sobre todo tras conseguir el respaldo del fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, quien ha recomendado una nueva sentencia para su caso. Gascón, en un comunicado de prensa, “apoya firmemente” la solicitud de clemencia de Erik y Lyle y ha escrito cartas en nombre de cada uno de ellos al gobernador de California, Gavin Newsom, pidiendo la conmutación de la pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional que pesa sobre ellos.
En estas misivas, el fiscal describe los asesinatos de sus padres, Kitty y José Menéndez, en 1989, y añade “alegatos creíbles” de que los hermanos fueron “víctimas de abuso sexual y físico a manos de su padre”. Por este motivo, y por los 34 años que han pasado en prisión con “dedicación a la rehabilitación”, Gascón considera que son candidatos “ejemplares” para la clemencia. Además, menciona que casi todos los familiares vivos de los dos fallecidos apoyan la conmutación de la pena de los hermanos, a excepción del hermano de Kitty.
Este gesto de apoyo de Gascón ha acelerado el proceso legal que podría devolverles la libertad. Fuentes cercanas al caso han revelado a TMZ que los abogados de los hermanos Menéndez comparecerán en el tribunal el 11 de diciembre, donde el juez Michael V. Jesic, recientemente asignado al caso, tomará una decisión clave sobre su posible salida de la cárcel. En conversación con la CNN, Gascón opinó que los tiempos han cambiado en cuanto a cómo el público y los tribunales tratan a las víctimas de abuso sexual: “No hay duda de que un jurado hoy vería este caso probablemente de manera muy diferente a como lo hizo un jurado hace 35 años”.
En este contexto, Gascón ha indicado que, de ser aprobada la solicitud, los hermanos podrían optar a una nueva sentencia que les permita solicitar la libertad condicional ya que, según la ley actual de California, los Menéndez podrían ser elegibles para ello, dado que tenían menos de 26 años cuando cometieron los crímenes. Por su parte, el abogado defensor de Lyle y Erik, Mark Geragos, ha confirmado que está trabajando en todas las vías a su alcance para asegurar la clemencia del gobernador de California: "Tenemos dos vías. Estoy haciendo todo lo posible", ha declarado.
Además, el letrado ha manifestado el deseo de que los hermanos puedan volver a casa y celebrar las fiestas con su familia: "He dicho públicamente que quiero que estén en casa no solo para el Día de Acción de Gracias, sino también para el 93 cumpleaños de Joan (hermana de Kitty) y para celebrar con la tía Terry", ha añadido, dejando constancia de la importancia de este momento para los Menéndez y para sus seres queridos.
La audiencia del 11 de diciembre promete ser un hito crucial para los hermanos, cuya historia ha mantenido la atención del público desde su juicio inicial. La decisión del juez podría cerrar un capítulo de 35 años en los que la justicia y la rehabilitación han sido temas centrales de debate en torno al caso de los Menéndez. El futuro de Erik y Lyle es incierto, pero, a medida que se acerca la fecha de la audiencia, muchos esperan que su historia tome un nuevo rumbo, uno que podría llevarlos finalmente a casa por Navidad.