La tragedia de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en la Comunidad Valenciana ha marcado un antes y un después en la sociedad española. Si bien es cierto que los valencianos son los más damnificados, este fenómeno puede ocurrir en cualquier lugar. Por ello, ¡HOLA! ha querido conocer la opinión y el punto de vista de Mario Picazo, con el fin de analizar la reciente catástrofe provocada por la DANA .
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Durante la conversación, el meteorólogo nos explica cómo este tipo de fenómenos se ha vuelto más frecuente debido al cambio climático, y cómo las condiciones geográficas y meteorológicas de España contribuyen a que las tormentas sean cada vez más intensas. Además, el experto destaca la importancia de la preparación y educación de la población frente a fenómenos como este, que cada vez tienen más impacto en nuestras vidas. ¿Son las inundaciones y otros desastres naturales una amenaza constante? ¿Se puede volver a repetir? ¿Cómo debemos actuar? Mario Picazo nos responde.
"España no estaba acostumbrada a fenómenos tan extremos, y no tenemos la cultura ni la preparación para enfrentarlos. Vamos a vivir en "mini-climas extremos" que irán aumentando"
-Mario, como valenciano ¿pensabas qué podía ocurrir una tragedia de tal magnitud en nuestro país?
-Las DANA son cada vez más frecuentes. Ocurren más a menudo, especialmente en otoño, invierno y verano. En primavera no son tan comunes. Si han ocurrido, sabemos que noviembre es el mes por excelencia. Sin embargo, no me esperaba una tragedia de tal envergadura. Todos esperábamos que, si una condición meteorológica extrema iba a suceder, como las que se repiten cada vez más, se podrían tomar medidas para mitigar su impacto. El domingo por la tarde, yo ya había pronosticado que en la Comunidad Valenciana, sobre todo en el sur, iba a llover mucho, con riesgo de inundaciones. Pero, como siempre, prever dónde exactamente y a quién va a afectar es muy complicado. En este caso, la DANA cayó en el peor sitio posible.
-¿Por?
-Porque la lluvia se acumuló en ciertas zonas y luego se canalizó a través de barrancos y ríos, lo que complicó aún más la situación. Nadie esperaba que esos barrancos se desbordaran, formándose casi como embalses que, al romperse, liberaron el agua rápidamente.
-¿Qué factores han influido en esta situación?
-Primero, la cantidad de agua que cae; segundo, el lugar donde ha caído; y tercero, la hora. Al igual que en los terremotos, según la hora, los fenómenos tienen más o menos impacto. Lo que nos ha sorprendido de esta DANA, sobre todo, son los desperfectos y las víctimas.
"La gente debe saber cómo actuar. Por ejemplo, no se debe bajar al garaje cuando haya tormentas intensas, ni salir a la calle. Necesitamos una educación básica sobre cómo actuar ante estos fenómenos para evitar más víctimas"
-¿Nos puedes explicar qué es una DANA?
-Es una Depresión Aislada en Niveles Altos, este es el término técnico en meteorología. Una depresión es como una borrasca, pero está aislada de la circulación general de la atmósfera, como si se "desprendiera" de ella. Imagina que tienes un cinturón que representa la corriente en chorro, la que mueve las borrascas, y ese cinturón se rompe en pedazos. Lo que queda aislado se convierte en una "bolsita" de aire frío a 6.000 o 7.000 metros de altura, lo que hace que la atmósfera se vuelva inestable. Este aire frío ayuda a condensar el vapor de agua y las nubes crecen de manera vertical, lo que produce lluvias intensas.
-¿Cómo influyen el mar Mediterráneo o el Atlántico?
-Ambos están más cálidos de lo normal. En zonas con montañas cercanas a la costa, como Castellón, Tarragona o Barcelona, el calor del mar amplifica la formación de lluvias torrenciales, concentrándolas en poco tiempo.
-¿Por qué son tan frecuentes las DANA en España? ¿Está relacionado con el cambio climático?
-Sí, tiene mucho que ver por dos razones. Primero, para que estas "bolsitas" de aire frío lleguen desde el norte de Europa hasta España, el aire tiene que hacer una especie de onda, un bajón muy grande, algo que se ha vuelto más frecuente debido al cambio en las corrientes atmosféricas, particularmente por el deshielo del Ártico. Segundo, los océanos y mares están más calientes, lo que aumenta la cantidad de vapor y energía disponible, favoreciendo la formación de fenómenos meteorológicos extremos. Si unimos estos dos factores, las DANAs serán más frecuentes e intensas, y podrían ocurrir en lugares donde antes no las veíamos.
"El peligro de esta DANA ha pasado, pero los factores que la causaron siguen existiendo, por lo que podría volver a ocurrir"
-¿El problema en la Comunidad Valenciana tiene que ver con su orografía?
-Exactamente. Cuando ocurre una DANA, generalmente entra viento del levante, es decir, viento del mar hacia la tierra. Este viento se encuentra primero con las montañas, lo que obliga al aire a subir. A medida que sube, el aire se enfría, lo que provoca que se forme más lluvia. España es un país montañoso, y regiones como Castellón, Alicante o Málaga tienen orografías que favorecen la intensificación de las tormentas cuando el viento sopla del mar hacia la tierra. Luego está el viento del poniente, que es lo contrario, pero también genera otras condiciones meteorológicas.
-¿Qué podemos hacer frente a este tipo de fenómenos?
-El cambio climático es un proceso gradual, pero se ha intensificado en las últimas décadas. Estamos inyectando mucha energía al planeta, y esta la devuelve en forma de fenómenos meteorológicos extremos. Las temperaturas más altas del Mediterráneo y otras mares contribuyen a generar más vapor, lo que alimenta las tormentas. Revertir el cambio climático es un desafío global, pero podemos adaptarnos, y en lugares donde ha habido tragedias como esta, debemos invertir en ingeniería civil para crear cauces adecuados. Además, cada persona puede aportar cambiando sus hábitos, siendo más sostenibles y reduciendo las emisiones que contribuyen al calentamiento global.
-¿Tenemos que pensar en adaptarnos a estos cambios?
-Sí, porque muchas zonas de España son de alto riesgo. Leí que alrededor de cinco millones de personas viven en zonas inundables, y eso es mucha gente. Necesitamos tomar medidas para reducir ese riesgo.
"Las DANAs son difíciles de predecir con exactitud, pero se pueden identificar con unos días de antelación"
-Valencia es una ciudad en la que no suele llover mucho. ¿Está preparada para la lluvia?
-No, porque al estar cerca del mar, en cuanto la lluvia supera el metro y medio de altura, las calles se inundan. No es una ciudad acostumbrada a lluvias intensas, y cuando llueve, la tormenta es torrencial, tanto en la ciudad como en los campos. Esto es otra consecuencia de la DANA: la destrucción de cultivos y las alteraciones de suelos, que harán que la regeneración sea muy costosa.
-¿España se ha convertido en un país de climas extremos?
-Sí, definitivamente. Este es el problema: España no estaba acostumbrada a fenómenos tan extremos, y no tenemos la cultura ni la preparación para enfrentarlos. No somos Estados Unidos, donde ocurren huracanes o tornados, pero aquí las DANA y otros fenómenos climáticos extremos van a ser más frecuentes. Vamos a vivir en "mini-climas extremos" que irán aumentando.
-¿Es importante educar a la población?
-Sí, es fundamental. La gente debe saber cómo actuar. Por ejemplo, no se debe bajar al garaje cuando haya tormentas intensas, ni salir a la calle. Necesitamos una educación básica sobre cómo actuar ante estos fenómenos para evitar más víctimas.
-Tú has vivido en Estados Unidos, ¿la población está más preparada allí?
-Sí, en EE. UU. la preparación es parte de la cultura. Durante los diez años que viví allí con mis hijos, ellos recibieron formaciones trimestrales sobre cómo actuar ante terremotos, incendios y otros fenómenos. No solo los colegios, sino también empresas y personas mayores. Todos deben saber qué hacer, incluso en su vida diaria. Por ejemplo, si estás en un coche durante una tormenta, debes saber cómo actuar: romper el cristal y subir al techo. Es una cuestión de educación básica para que no se pongan en peligro.
-¿Crees que nos falta formación?
-Definitivamente. Necesitamos un mapa de zonas de riesgo en España, y educar a la población sobre cómo actuar ante esos riesgos.
-¿Podemos decir que ha terminado el peligro después de la DANA?
-El peligro de esta DANA ha pasado, pero los factores que la causaron siguen existiendo, por lo que podría volver a ocurrir. Las DANAs son difíciles de predecir con exactitud, pero se pueden identificar con unos días de antelación. Sin embargo, su localización exacta es más impredecible. Los avisos meteorológicos, a veces, no se cumplen al 100%, pero es mejor estar preparado y actuar con prudencia.