Erkenci Kuş (Pájaro soñador) fue la serie que nos hizo descubrir a Can Yaman en España hace unos años, lanzándolo también a la fama internacional. La estrella turca no solo desató la fiebre por las series otomanas en nuestro país, sino que también abrió la puerta a muchos otros de sus compatriotas. El protagonista de Violeta como el mar, todo un referente en la comedia romántica, ha decidido dar un giro a su carrera y hemos hablado con él.
El actor tiene en cartera dos nuevos proyectos, Sandokan y El turco, ambiciosas producciones donde ha grabado en inglés y en italiano, respectivamente. Este viernes, Yaman cumple 35 años y hace unos días visitó Cádiz para recibir el International Honorary SISF Member Award, un premio por su trayectoria profesional y su labor solidaria, galardón que ha recogido en el marco del South International Series Festival.
El intérprete llegó en olor de multitudes, con una legión de fans que se congregaron -pese a la lluvia- a las puertas del Palacio de Congresos de la ciudad andaluza durante horas para arropar a su ídolo. Durante la rueda de prensa, tuvimos la oportunidad de charlar con él sobre su trabajo y su próximo reto en nuestro país.
Can Yaman se muestra más que satisfecho con el momento profesional que está atravesando. Además, siendo un hombre al que le gustan los desafíos, se ha marcado un nuevo objetivo: trabajar en España. Para ello, está aprendiendo nuestro idioma y, aunque nos decía "hola" y adelantaba que "llevo un mes estudiando español, pero no estoy listo para hablarlo al 100%", también reconocía que aún no puede responder a las preguntas en nuestra lengua.
Sobre el South Festival, aseguraba que "estoy contento por conocer este certamen tan joven focalizado en las series. Me siento feliz de poder venir en este momento en el que he iniciado mi coqueteo con el español y, por supuesto, muy agradecido por este reconocimiento que me da la oportunidad de poder practicar vuestra lengua. Espero que se convierta en una costumbre”, comenzaba explicando antes de las preguntas.
¿Cuál crees que es la clave del éxito internacional de las series turcas?
Can Yaman (C.Y.): Hace ya cuatro años que vivo en Italia; llegué cuando era apenas un treintañero. Y esto me lo han preguntado allí varias veces, pero creo que esta cuestión deberían responderla mejor los productores, los profesionales... yo solo soy un actor. Pero, si tengo que encontrar una explicación, diría que en en mi país hay tantos canales operando al mismo tiempo que es una verdadera jungla. Hay una competencia televisiva feroz, por lo que, si algo no funciona en tres capítulos, lo eliminan directamente.
Todo eso ha ido creando una necesidad de sobrevivir que agudiza el ingenio a lo grande. Y otro factor es que en Turquía no existe esa limitación europea de derechos, así que se trabaja muchísimo. Hay jornadas de hasta dieciocho horas, incluso sin dormir, y por esa 'ilegalidad' se produce mucho. Pero es un orgullo que las series turcas puedan salir y triunfen en todo el mundo. Ya incluso en el mercado anglosajón hemos logrado ser líderes.
Ahora mismo tienes dos nuevas series: Sandokan y El Turco ¿Qué nos puedes avanzar sobre estos trabajos?
C.Y.: Ya he terminado de rodar ambas. Son dos proyectos colosales, muy diferentes a lo que yo había hecho en Turquía, donde me hice famoso con la comedia romántica. Luego, en Italia, comencé a rodar un policíaco, Violeta como el mar, y Sandokan fue el motivo por el que me mudé a Italia en 2020, con la mala suerte de que llegó el COVID, las condiciones se volvieron muy difíciles y, por desgracia, la grabación se suspendió. En medio de eso, me ofrecieron otra serie que me permitió enriquecer mi carrera, El Turco, que irónicamente se ha producido en Italia.
Se acaba de estrenar el tráiler de El turco y es espectacular ¿Cuál es la trama?
C.Y.: Es la historia de un otomano expulsado del imperio por traidor, que se tiene que exiliar. Llega a una ciudad italiana, se enamora y acaba convirtiéndose en un líder. En cierto sentido, el personaje se parece a mí, desde el mismo momento en el que leí el guion me emocioné mucho. Es la primera vez que una serie turca se rueda en inglés con un reparto internacional y me siento muy orgulloso de haber podido trabajar en esas condiciones.
¿Cuántas veces has venido a España?
C.Y.: Unas diez.
¿Qué te parece nuestro país?
C.Y.: Españoles y turcos tenemos algo en común: ambos trabajamos muy bien. Aunque esta comparación no va por las horas ilegales que se trabajan en Turquía, sino por el empeño que ponemos en hacer las cosas bien. Hay muchos canales y se produce muchísimo en España; sois muy agresivos en la lucha por el desarrollo de la industria. Turcos y españoles pueden trabajar perfectamente y hacer un fantástico “match”.
¿Para cuándo una serie en español?
C.Y.: Ahora mismo, Ay Yapim, la productora de El Turco, está trabajando para poder desarrollar proyectos en España y, por eso, me estoy preparando con una profesora en Roma con la que tomo clases de español cuatro horas diarias seis días a la semana. En un mes he hecho un gran progreso, ahora estoy muy enfocado en el objetivo de aprender bien español para poder rodar pronto en España en el idioma.
A pesar de la lluvia, tus seguidores están ahí fuera esperándote y aclamándote. ¿Cómo se gestiona a nivel emocional el hecho de levantar tantas pasiones?
C.Y.: Yo siempre lo digo, es algo muy especial que no todo el mundo puede encajar. Es una experiencia muy peculiar que quizás viven muchos actores americanos, pero fuera de ahí, son pocos los que lo viven, y, siendo turco, es aún más difícil de sobrellevar. Pero para mí es un sueño. Doy gracias a Dios cada día por tanto amor como me dan las fans. Les agradezco que vengan siempre a verme en cualquier situación: con lluvia, con COVID… no les importa, porque siempre están ahí. Los fans me aman y eso me conmueve mucho.
¿No hay días en los que te despiertas pensando en cómo sería tu vida si hubieras seguido con tu carrera de abogado?
C.Y.: A menudo pienso qué hubiera sido de mí si hubiera seguido siendo abogado. Creo que habría sido un abogado internacional, con ambición por salir al extranjero. Habría buscado desafíos profesionales, igual que los busco en mi carrera de actor. No me habría quedado como un un abogado de provincia, ni en Estambul, habría viajado y triunfado internacionalmente, igualmente habría sido famoso (ríe). Pero estoy contento porque las cosas me hayan ido así.
Al final de su visita, Can Yaman no solo se llevó un reconocimiento, sino también la oportunidad de mostrar su apoyo a quienes más lo necesitan. Antes de abandonar Cádiz y aprovechando el momento en el que recogía su premio, tuvo un emotivo gesto hacia las víctimas de la DANA en España.
El protagonista de El hombre equivocado compartía su sensibilidad al afirmar que, para él, "es un honor recibir este premio en un país al que respeto mucho, y no puedo dejar de recordar a aquellos que están sufriendo en estos momentos difíciles". Con sus palabras, se dirigía a quienes han vivido en primera persona las duras consecuencias de las intensas lluvias e inundaciones que han afectado a varias comunidades autónomas españolas, mostrando su solidaridad y empatía en un momento tan complicado.