Estados Unidos se enfrenta a la llegada de una nueva Administración: en las últimas horas la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, y su rival republicano, el expresidente Donald Trump, han cerrado su campaña electoral con dos grandes actos en ciudades de mayoría latina. Ambos han disparado la "última bala" a su estilo.
Harris ha apostado por un concierto en Filadelfia, acompañada de Lady Gaga y Ricky Martin, mientras que Trump ha puesto punto final desde Gran Rapids, en Míchigan, presentándose en familia para dejar claro, por si hubiera alguna duda, que si gana sus hijos serán cargos destacados de su gobierno. La única excepción es la de Ivanka Trump, que ha pasado de ser un pieza clave a estar desaparecida. ¿Por qué no quiere repetir experiencia la que fuera principal asesora y mano derecha en la campaña con la que tuvo éxito en el año 2017?
"¿Dónde esta Ivanka?", se pregunta The New York Times en un artículo que ha dado la vuelta al mundo poniendo el foco en la ausencia de la hija favorita Donald Trump,. Su "desaparición" de la campaña electoral no podía pasar desapercibida porque en las elecciones anteriores ella fue una de las protagonistas y apareció en mítines, anuncios de televisión y todo tipo de convenciones políticas para pedir el voto para su padre.
La hija mayor a la que el magnate convertido en político había pagado la educación más elitista y había provisto de todo tipo de fondos para sus propios negocios, le devolvía el favor y fue la encargada de conectar con éxito con el voto femenino. Tras la victoria, tanto Ivanka como su marido, el también magnate inmobiliario Jared Kushner, ocuparon altos cargos oficiales.
Durante los cuatro años que duró el mandato presidencial Estados Unidos tuvo una Primera Dama, Melania Trump, la tercera mujer del magnate, y una Primera Hija, Ivanka, que sumó a los importantes cargos que ocupaba en el conglomerado empresarial de su padre, los de asesora presidencial y directora de la oficina de iniciativas económicas y emprendimiento de los Estados Unidos.
Mientras, su marido, considerado por muchos como el gran arquitecto de la campaña en medios de comunicación de su suegro, se convirtió en uno de los principales asesores del presidente. Sin embargo, cuando hace dos años Donald Trump comunicó que volvería a presentarse a unas elecciones, su hija anunció que tanto ella como su marido se mantendrían alejados de la vida política para priorizar su vida familiar.
'Siempre amaré y apoyaré a mi padre, pero lo haré fuera del ámbito político'
“Siempre amaré y apoyaré a mi padre, pero lo haré fuera del ámbito político”, afirmó entonces Ivanka. Para el citado medio estadounidense la decisión de retirarse coincidió con el tiempo en el que Donald Trump fue imputado en cuatro causas judiciales penales, con un total de 91 delitos graves cometidos antes, durante y después de su presidencia. Algo que, por otro lado, no le inhabilita para un segundo mandato a pesar de que, según la acusación federal, intentó revertir los resultados de las elecciones de 2020, en las que perdió frente a Joe Biden, e instigó el asalto al Capitolio por parte de una turba de simpatizantes para evitar que se certificara la victoria de su rival.
Otras teorías para la desaparición de Ivanka de la vida política es que el matrimonio ahora tiene otros negocios que se podrían ver cuestionados si pasan a formar parte de la Administración estadounidense. "Kushner, que fue asesor principal de la Casa Blanca de Trump, ahora dirige un fondo de capital privado de 3.000 millones de dólares financiado por los gobiernos de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Catar, así como por Terry Gou, el multimillonario taiwanés y fundador de Foxconn, el mayor fabricante de productos electrónicos por contrato del mundo.
Se trata de una iniciativa que ya le ha reportado a su firma al menos 112 millones de dólares en honorarios. Si Trump regresa a la Casa Blanca, habrá un flujo constante de preguntas sobre si ella y Kushner están recibiendo un trato especial en los nuevos acuerdos que están haciendo, particularmente cuando las transacciones involucran directamente a gobiernos extranjeros, como es el caso en varios proyectos en los que Kushner y Trump ya están trabajando", explica The New York Times.
Lo que si es evidente es que el alejamiento público entre padre e hija ha sido discreto. El matrimonio formado por Ivanka y Jared abandonaron Washington en 2021, cuando Donald Trump perdió frente a Joe Biden, para instalarse en Miami con sus tres hijos, esa decisión fue interpretada por algunos medios estadounidenses como un "exilio" de la ciudad de Nueva York, donde los dos se habían criado, motivado por una perdida de afecto social a raíz del asalto al Capitolio. Sin embargo, esta teoría no está probada y Kushner se limitó a señalar que Miami es más seguro que Nueva York en este momento. Sobre todo en su caso, ya que la familia se instaló en Indian Creek, la comunidad cerrada por el mar y fuertes medidas de seguridad que es conocida por ser un búnker para millonarios.
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La gran excepción la hicieron, tanto ella como su marido, el pasado julio en la Convención Nacional Republicana, evento en el que los delegados del partido seleccionaron a sus candidatos de cara a estas elecciones. Entonces sí se repitió esa imagen de la "Primera Dama" y la "Primera Hija" vestidas a tono con los colores del partido. Después de ese día la ausencia de Ivanka Trump fue total, sin embargo, cabía la posibilidad de que reapareciera en el acto de cierre de campaña, algo que no ha sucedido.
Desde su apacible retiro bajo el sol de Florida, Ivanka Trump (cuya marca personal, basada en la elegancia y el éxito, se vio debilitada tras su paso por la política, según Forbes) sigue alimentado sus redes sociales con imágenes de su vida familiar con su tres hijos Arabella Rose (13), Joseph Frederick (9) y Theodore James; o con fotos de sus viajes que pueden ir desde el que hizo a la India para estar presente en la boda de los Ambani, la que tuvo lugar el pasado julio y que fue uno de los enlaces más caros de la historia, o el que hizo a Israel para conocer de primera mano los lugares atacados por Hamás. También mantiene activa su faceta filantrópica y muestra de ello es cómo se prestó voluntaria para colaborar tras el huracán que devastó el sureste de los Estados Unidos a finales de septiembre de 2024.
Sin Ivanka todo sigue quedando en cas para Donald Trump, ya que su familia siempre ha estado involucrada en sus negocios privados y de su carrera política. Ahora el espacio lo ocupan otros y aquellos que en el 2017 se tuvieron que conformar con un papel secundario ahora tienen uno protagónico, es el caso de Lara Trump, la nuera que ocupa un puesto en Comité Nacional Republicano. Mientras son Donald Trump Jr, junto a su hermano Eric, los que apuntan a tener roles prominentes en la Administración si su padre gana las elecciones de este martes.
Los hijos pequeños Tiffany (fruto de su segundo matrimonio con Marla Maples) y Barron (el único hijo que ha tenido con Melania) de momento permanecen a la retaguardia, aunque la primera sí ha hecho campaña por su padre. En toda esta ecuación hay un siempre una persona misteriosa, Melania, que interpretará por segunda vez el papel de Primera Dama si es necesario pero que parece disfrutar mucho más si ella y su hijo Barron permanecen en la sombra.