Después de muchos meses compartiendo los preparativos con sus seguidores, finalmente llegó el gran día para Sylvia Salas. El pasado sábado, 2 de noviembre, la creadora de contenido catalana contrajo matrimonio con Martín Gabilondo en una boda de cuento de hadas que celebraron en Madrid rodeados de sus familiares y amigos más cercanos. "No puedo estar más feliz", dijo la novia después de pronunciar el 'sí, quiero'.
Así de enamorados abandonaron la iglesia San Pedro Apóstol de Fuente el Saz de Jarama tras la ceremonia religiosa, bajo una lluvia de pétalos y los aplausos y vítores de sus invitados. Sylvia y Martín eran la viva imagen de la felicidad y se fundieron en un apasionado beso, tal y como puede verse en el vídeo que la influencer ha compartido en sus redes.
"Infinitas gracias a todos los que nos acompañásteis ayer, tanto a los que estuvísteis allí participando de nuestro gran día como a los que estuvisteis lejos, pero acompañándonos de corazón", confesó la popular youtuber.
A pesar de su alegría, los novios tuvieron un sentimiento agridulce, ya que su boda coincidió con la catástrofe de la DANA. "Somos conscientes de la oscuridad del momento que estamos viviendo como país, y durante la ceremonia tuvimos un momento para el recuerdo a las víctimas. No hay consuelo, solo espero que estos segundos de amor puedan ser un pequeño paréntesis", reconoció Sylvia.
"Os dejo algunas de las personas que me ayudaron a hacer de este día algo sencillamente perfecto. Nada es colaboración, lo dejo claro, pero los volvería a elegir mil veces porque hicieron un trabajo espectacular, me hicieron las cosas fáciles y se los recomendaría a cualquier amiga", compartió la novia haciendo referencia al catering Ciboulette, Aquilea Flores, el Grupo Artem (encargados de la música de la iglesia) o la firma de sus vestidos de novia Yolancris.
Además, también hizo mención especial a su equipo beauty: la maquilladora Sonia Esquinas y la peluquera Eugenia Bustamante, que se encargaron de que estuviera así de guapa.
Su segundo vestido de novia
"Os enseño un poco más del segundo vestido, también de @yolancris En realidad, es una falda con vuelo y un top asimétrico con drapeados, todo en bambula de seda. Es una obra de arte y, si me hubiera casado en verano, habría sido el estilo elegido para mi primer vestido", contó Sylvia sobre su elección.
Si para la ceremonia religiosa se decantó por un vestido de cuello alto y manga larga con superposición de bordados florales, para el banquete cambió totalmente de estilo y lució este vaporoso diseño de escote asimétrico con mucho vuelo. Si te fijas bien las fotos verás un detalle muy original del lool nupcial de Sylvia Salas, que quiso dar el toque de color con unas llamativas sandalias de terciopelo de color frambuesa de Aquazzura.
Ese aire romántico se trasladó a su maquillaje y, sobre todo, a su peinado, decantándose por un bonito semirecogido trenzado y la melena con ondas suaves. "Flipé con el peinado que me hizo @eu_bustamante para sostener el broche de mi abuela. No se me movió ni un solo pelo en todo el día. Me empezó a peinar sobre las ocho de la mañana y casi 20 horas después estaba perfecto", contó.
Los detalles de su celebración soñada
Los novios y sus invitados continuaron con la celebración en la Finca Soto Mozanaque en Algete (Madrid), en un entorno de sueño donde todo estaba decorado con detalles otoñales. "El trabajo de nuestras floristas, de verdad, superó mucho mis expetactivas. Pillaron mi idea a la perfección y la mejoraron por 1.000 tanto en la iglesia como en la finca. Sois unas artistas", dijo haciendo referencia a las profesionales de Aquilea Flores.
Un cambio de última hora
La novia estaba sensacional con su segundo vestido, sin embargo, ha querido contar lo que sucedió con su look. Sylvia tenía pensando llevar un diseño hecho por ella misma pero tuvo que cambiar de idea en el último momento. "Mi vestido DIY estaba acabado el día de antes y este era mi "plan b" porque lo quería guardar para otra ocasión, pero la noche de antes tuve un problema con el vestido DIY, que ya os enseñaré, y decidí no agobiarme más con el tema e irme a descansar. A veces las cosas pasan por algo... Tendré ocasión de ponérmelo, pero la verdad es que no pude estar más cómoda ni sentirme más guapa. Igualmente, tengo grabado todo el proceso del otro vestido y os lo subiré en estas semanas", ha escrito.
¡Que empiece la fiesta!
Como manda la tradición, los recién casados inaguraron la pista de baile con una balada y protagonizaron uno de los momentos más románticos de la velada, terminando con un beso digno de película. Después, empezó a sonar La Bilirrubina, de Juan Luis Guerra, y todos los invitados les acompañaron. Para la fiesta, la novia se cambió de zapatos y se puso unos personalizados de la firma Salo Madrid. "Más cómodos, imposible. Y me permitieron bailar y estar cómoda hasta el final", explicó Sylvia, que terminó poniéndose una diadema a modo de corona con plumas y detalles de pedrería.
Su flamante marido también se animó a coger el micrófono y cantó a todo pulmón el tema central de la serie Física o Química que interpretaba el grupo Despistaos.
Para poner la banda sonora a su gran día, los novios eligieron a Primos Brothers, que fue el grupo que tocó en el cocktail, mientras que de la animación de la fiesta se encargó Party Crew Factory con música y DJ de Dándote Ritmo Eventos.
El lugar de su 'sí, quiero'
Para su gran día, Sylvia y Martín eligieron la finca Soto Mozanaque, que pertenece a los duques de Algete y tiene sus orígenes en el siglo XVII. La finca se encuentra a 20 minutos de Madrid y ofrece un entorno único para la celebración de bodas. Con un amplio parking arbolado y una casa construida en el siglo XVIII, se trata de un lugar distinguido con más de 25 años de experiencia.
Destaca su espectacular jardín y sus amplias zonas al aire libre. En los meses de frío, "nuestros acogedores salones ofrecen un espacio íntimo y cálido, con cada detalle cuidadosamente diseñado para adaptarse a las necesidades" de los novios.