El 14 de junio, Jerez volverá a convertirse en epicentro de la actualidad con una boda que no dejará indiferente a nadie. En la finca La Ramoncita, propiedad del histórico piloto de motociclismo Giacomo Agostini, el más laureado con 15 mundiales a sus espaldas, se casa su hijo Piergiacomo con el amor de su vida, la española Leticia Fernández de Villavicencio, nieta de los marqueses de Genal.
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Un enlace que promete reunir a la realeza del motociclismo internacional, invitados venidos de todo el mundo y por supuesto, a parte de la alta sociedad española.
Leti y Jack, como les conocen en su círculo cercano, han confiado en las expertas manos de Marisa Sarget, una de las favoritas de la jet y la misma que organizó la boda de la Duquesa de Medinaceli.
Ambos viven desde hace años fuera de España, en Bérgamo, y el contar con una persona sobre el terreno les ha facilitado el tener todo bajo control de cara a su gran día.
Desde esta ciudad italiana, donde viven con su mascota, un perro carlino llamado Manolito, ambos gestionan sus propias empresas: Leticia, su propia agencia de publicidad creativa, diseño gráfico, branding y redes sociales y Jack, su negocio de inversiones inmobiliarias.
De cómo se prometieron, su historia de amor y sus conexiones con Jerez, han hablado los novios en exclusiva con ¡HOLA!
– ¿Cuánto tiempo lleváis prometidos?
–Nos prometimos el 29 de julio en Cerdeña, Italia. Fue un momento increíble y súper romántico. Por culpa de Hollywood, nos creamos expectativas irreales del momento proposal. Sin embargo, en este caso las expectativas superaron la realidad.
– ¿Cómo fue el gran momento de la pedida?
–Leticia: Llevábamos 5 años juntos, por lo que Jack tenía que trazar un plan maestro para que yo no me lo esperase. Fue muy astuto y planeó todo con antelación sin yo saber absolutamente nada. Los días anteriores me metió en la cabeza (sin ser persistente) la idea de organizar un aperitivo viendo el atardecer en una islita de Cerdeña, donde solo se puede llegar en moto de agua. De esta forma, consiguió que fuese yo la que le insistí ese mismo día para hacer ese plan (¡gracias a eso, no me esperaba nada!).
–Jack: Llegamos en moto de agua a esta islita en el medio del mar, con una playa de 5 metros y aguas cristalinas, y me aseguré de que estuviésemos solos. Una vez sentados viendo el atardecer, fui a la moto con la excusa de preparar el aperitivo, cogí un plato de jamón que tenía ahí escondido (Leti, desde que la conocí, siempre me repitió que el hombre que 'osase' casarse con ella tenía que pedirle matrimonio con una pata de jamón…), puse el anillo en el medio del plato y me arrodillé…
–Leticia: Mientras él preparaba todo, yo miraba el atardecer sin percatarme de nada. Le escuché acercarse y cuando me di la vuelta me lo encontré arrodillado con el plato de jamón. Los primeros segundos no entendía nada, luego vi el anillo en medio del plato y me puse las manos en la cara sin creérmelo. Fue una mezcla de emociones increíbles e inolvidables. Llevaba tiempo deseando ese momento, pero aun así nunca me hubiese imaginado algo tan perfecto (y con jamón). Por fin estaba comprometida con el hombre de mi vida.
–Jack: Para mí habían sido unos días bastante estresantes, organizándolo todo a escondidas y deseando que llegase ya el momento. Afortunadamente salió todo perfectamente: saqué una botella de champán que también había escondido y por fin lo pudimos celebrar por todo lo alto.
– Imagino que hubo anillo… ¿La joya tiene alguna historia familiar?
–Jack: Ya tenía en la mente el tipo de joya que le gustaba a Leti. Así que fui a un joyero de confianza en Bérgamo que me dejó diseñar el anillo desde cero como yo me lo imaginaba. Quería que fuese algo especial y único.
–Leticia: Jack y yo tenemos gustos muy parecidos. El anillo es super bonito, elegante y clásico. Me encantó que se esforzara tanto en que tuviese algo tan especial y personal. Acertó al 100%.
– ¿Cómo se lo dijisteis a vuestras familias? ¿Ya se conocían? ¿Alguien lo sabía ya?
–Jack: Un mes antes fui a Madrid a escondidas para pedirle la mano a Carlos, el padre de Leti. Fue un momento muy emotivo, ya que tenemos muy buena relación. Siempre había apostado por nosotros, y lo confirmó una vez más con unas palabras muy bonitas. Aparte de Carlos, solo se lo dije a mi hermana y a mis padres cuando me llegó el anillo, o sea, un par de días antes de pedírselo. ¡¡Estaban todos super contentos y nerviosos!!
–Leticia: Cuando Jack me contó que había ido a Madrid a hablar con mi padre, no dí crédito. Los dos son un poco 'bocazas'. Que hubiesen organizado todo esto en secreto me emocionó. Llamamos a mi padre el primero, ya que era el único que lo sabía. Después a mi madre y a mis hermanos, a los cuales se les saltaron más de una lágrima. Todos estaban emocionadísimos. Jack me dijo que no lo sabía nadie más, así que cuando llegamos a su casa de Cerdeña, donde estaba toda su familia, yo estaba planificando mentalmente cómo se lo íbamos a contar. Sin embargo, me esperaba otra sorpresa, estaban todos en el porche con una mini fiesta organizada.
– Con esta boda dais un paso más en vuestra relación. ¿Cómo os conocisteis y cuál fue su primera impresión el uno del otro?
–Leticia: Jack no se acuerda de esto, pero la primera vez que le vi yo tenía 13 años, en Jerez de la Frontera en Semana Santa. Volvimos a coincidir años después en una fiesta en el Puerto de Santa María donde tenemos muchos amigos en común. Me quedé asombrada por lo guapo que era y pensé que no tenía ni una oportunidad, así que no me ilusioné y bastaba con una amistad. Le invité el día siguiente a una barbacoa que organizaba en mi casa.
–Jack: A mí me sorprendió, además de su belleza, lo simpática y natural que era. Es difícil hoy en día encontrar a personas tan puras y transparentes. Eso me impactó. Así que acepté encantado la invitación… El problema es que cuando estaba de camino a la barbacoa se me pinchó una rueda del coche. Tuve que pararme en el medio de la carretera a cambiar la rueda. ¡Llegué una hora tarde y sucio… pero funcionó!
–Leticia: Y sobre todo, la barbacoa se alargó, y Jack propuso cocinar una pasta para todos. ¡Ahí sí que me enamoré!
– ¿Qué os ha llevado a elegir Jerez y la finca familiar para vuestra boda? ¿La fecha, el 14 de junio, tiene un significado especial para vosotros?
–Leticia: Sí, 'La Ramoncita' tiene un significado muy especial para nosotros. Llevábamos muy pocos meses saliendo cuando nos quedamos encerrados en la finca en la época de la cuarentena. Fue una prueba de fuego, sin embargo, salimos super enamorados y no nos volvimos a separar. Nos enamoramos de verdad en esta finca.
–Jack: Además, Jerez es muy importante para los dos. La familia de Leti tiene orígenes jerezanos y veranean en el Puerto de Santa María. Mi madre es de Cádiz y mis padres también se enamoraron en Jerez, en el circuito de motos. Es una fecha especial ya que mis padres se casaron el 18 de junio de 1988 en el Puerto y el 16 es el cumpleaños de mi padre.
– ¿Cómo estáis llevando la planificación de la boda? ¿Cuál ha sido el mayor desafío por el momento?
–Está siendo muy divertido planear la boda. Somos un gran equipo y organizamos todo juntos. Tenemos gustos muy similares así que estamos de acuerdo con el 100% de la organización y decoración.
–No hemos tenido ningún desafío por el momento, contamos con la ayuda de nuestra wedding planner Marisa Sarget, con la cual tenemos muchísima confianza y nos inspira una tranquilidad enorme. Gracias a ella este proceso está siendo super entretenido, ameno e interesante. Estamos seguros que será una boda super estupenda y divertida.