Carla Goyanes se ha refugiado durante unos días en Marbella con su madre, sus hijos y su marido, dos meses después de perder a su padre y su hermana mayor. Aprovechando que la festividad del 1 de noviembre se une este año al fin de semana, la familia se reunía en el municipio malagueño y pasaban ahí la noche de Halloween.
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"Mi calabaza preferida", decía la empresaria de 41años en su perfil público, junto a tres fotos entrañables donde la vemos con su pequeño Beltrán (5). El benjamín de la casa, con ese disfraz tan simpático para la ocasión, posaba junto a su madre en la playa y con el mar de fondo.
Con besos y abrazos, Carla se muestra en todo momento muy cariñosa y atenta con su niño, el menor de los tres que tiene con su esposo Jorge Benguria. Los hermanos mayores del jovencito son Carlos (12 años) y Santi (9), de los que Goyanes se muestra siempre igual de orgullosa.
Las palabras de Cari Lapique que reflejan el duro momento por el que atraviesa la familia
El duelo por la muerte de un ser querido es algo muy personal que, en cada caso, puede durar días, meses e incluso años. Si esa pérdida es repentina el 'shock' es, indudablemente, aún mayor. Y si por desgracia no se trata solo de un fallecimiento, sino que son dos en muy corto espacio de tiempo, la tristeza se multiplica de forma considerable.
Eso es lo que han vivido en sus carnes tanto Carla como Cari Lapique, en el que sin duda ha sido el peor verano de sus vidas. Carlos Goyanes fallecía el pasado 7 de agosto de un infarto a los 79 años, mientras que Caritina nos decía adiós el día 26 de ese mismo mes por un paro cardíaco a los 46.
En ambos casos, la tragedia familiar se produjo en el lugar donde estos pasan las temporadas vacacionales, ya que tienen allí una segunda residencia. Marbella es su refugio habitual para la época estival y también en este tipo de fechas, en las que se se alargan los días no laborales por algún festivo entre semana.
Es hasta allí donde Cari (72) y su hija menor se han trasladado para pasar el puente de Todos los Santos, lugar donde seguro les asaltarán los recuerdos y la nostalgia. Así, por primera vez desde que se produjeron los decesos, ambas ha vuelto a la localidad malagueña.
En el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, la propietaria del showroom de la firma de moda Yowe pronunciaba unas palabras cuando se disponía a coger el vuelo rumbo al sur de España. La oíamos hablar entonces con voz tenue y rostro apesadumbrado, reflejando el duro momento por el que están atravesando.
Contaba primero Lapique que estará en el municipio andaluz "hasta el lunes", para después responder con una frase que lo dice todo sobre cómo se siente. Era a la pregunta de si este 1 de noviembre, donde recordamos a nuestros difuntos, iba ser especialmente duro para ella por todo lo vivido. Su contestación ante los micrófonos de los reporteros era más que elocuente, con un demoledor "todos los días son iguales".
Seguidamente, la periodista le comentaba que por lo tanto están siendo "más días malos que buenos", a lo que ella respondía con un "sí". De esta forma, Cari dejaba claro que aún le queda tiempo para recobrar la normalidad en su día a día, pese a que hace poco más de una semana vimos cómo volvía al trabajo para retomar las riendas de su negocio.